Por AJDA Chile
Frente al horror, nos horrorizamos. Venga de donde venga.
La paz y la justicia no se alcanzan con la barbarie o con ataques horrorosos a civiles. Tampoco con la ocupación o con bombardeos masivos y criminales, con aviones o tanques.
Con el corazón profundamente apesadumbrado, con gran tristeza y con las manos temblando, hemos redactado el siguiente comunicado, que representa los diferentes puntos de vista de nuestro colectivo, respecto a la invivible realidad en Medio Oriente.
Am ejad be’leb ejad
Somos un solo pueblo con un solo corazón
Somos testigos de una horrorosa violencia, desatada entre dos pueblos hermanos.
Como Agrupación Judía Diana Arón (AJDA) condenamos con fuerza las barbaridades cometidas en contra de civiles israelíes por parte de Hamas.
Condenamos también con decisión las barbaridades y prácticas genocidas del Estado de Israel en contra de la población civil palestina, en estos últimos días y desde hace 75 años.
Hay que detener los impulsos que llaman a la venganza, que sólo aceleran una espiral de violencia.
Los polos extremos por cada lado, han dejado de ver la humanidad en el rostro del otro.
Las semillas de explosión de extrema violencia librada por Hamas -que, reiteramos, condenamos enérgicamente- se sembraron mediante décadas de ocupación, asesinatos, marginalización, abusos y detenciones arbitrarias de parte de Israel.
Llamamos a los pueblos y a las comunidades palestinas e israelíes a recobrar los valores humanistas. Ni los israelíes ni los palestinos pueden ser borrados ni van a desaparecer. No podemos aceptar ni tolerar discursos de exterminio y aniquilación. La solución pasa por el diálogo, el reconocimiento mutuo y el fin de la ocupación. Por dos estados soberanos o por un Estado para todas y todos los ciudadanos con igualdad de derechos.
Cada vez es más urgente elaborar una nueva forma de convivencia en paz. Los hijos de ambos pueblos merecen un futuro de paz y no el continuo horror de la violencia.
Basta de llorar más víctimas.
Basta de la deshumanización del otro.
Basta de asesinar, encarcelar, bombardear, secuestrar, torturar.
Sólo una actitud firme, consecuente y ecuánime de la comunidad internacional podrá contribuir a detener el horror.
Es hora de cambiar, es hora de actuar decididamente por la paz porque somos un solo pueblo con un solo corazón.
«Desde la semilla de la paz, la parra producirá su fruta, la tierra producirá sus cosechas, y los cielos darán su rocío». (Zacarías 8:12)
Declaración publicada originalmente el 11 de octubre de 2023 en Agrupación Judía Diana Arón.