Al menos 22 víctimas fatales y decenas de heridos dejó una serie de tiroteos ocurridos este miércoles en la ciudad de Lewinston, en el estado de Maine, Estados Unidos.
Según informaron las autoridades norteamericanas, los ataques ocurrieron cerca de las 18:56 horas y tuvieron como objetivo tres locales comerciales de la zona: el primer tiroteo fue llevado a cabo en un centro de bolos, el segundo en un restaurante y el tercero en un centro de distribución de Walmart.
La policía local difundió registros de las cámaras de televigilancia de los lugares donde se perpetraron los ataques para ayudar a identificar al sospechoso, quien se ve ingresando a los recintos armado con un fusil de asalto.
Distintos medios de comunicación han cifrado la cantidad de víctimas fatales en 22, y se habla de al menos otras 50 personas que resultaron heridas. Sin embargo, la policía se ha negado a entregar cifras oficiales argumentando que la situación es «fluida».
De confirmarse los números anteriores, se trataría del tiroteo más mortífero de los más de 500 que se han registrado este año en Estados Unidos.
La frenética búsqueda del tirador
La policía local ha informado que se encuentra en la búsqueda de Robert Card, un hombre de 40 años calificado como una «persona de interés» por su presunta participación en los ataques. También instaron a los habitantes de Lewinston a permanecer en sus casas con las puertas cerradas: «Card debe considerarse armado y peligroso», advirtieron.
Actualmente hay más de cien funcionarios policiales desplegados por la ciudad buscando a Card. Por el momento, solo se ha logrado dar con el vehículo que utilizó para desplazarse a los lugares donde habría perpetrado los ataques.
Billie Jayne Cooke, una residente en Lewiston, comentó a BBC News que se encontraba volviendo a su casa al salir de un evento cuando los medios locales comenzaron a informar sobre el tiroteo:
«Durante todo el viaje de vuelta a casa hubo sirenas, una tras otra. Helicópteros, sirenas, nunca había escuchado tanta actividad policial en mi vida en esta ciudad. Tenemos policías de todo el estado, de fuera del estado, acercándose».
«Toda la ciudad está sitiada. Es horrible. Simplemente no crees que eso vaya a suceder y así sucedió», relató.