(AGENCIA XINHUA) El presidente chino, Xi Jinping, viajó a San Francisco el martes para una cumbre de gran importancia con su homólogo estadounidense, Joe Biden, buscando qué camino a seguir frente al tenso vínculo entre las dos economías más grandes del mundo.
Casualmente, San Francisco fue la primera parada del viaje inaugural de Xi a Estados Unidos hace décadas. En la primavera de 1985, el actual mandatario chino, en ese momento un líder de condado de Zhengding en la provincia norte de China de Hebei, dio sus primeros pasos en suelo estadounidense.
Al igual que cualquier otro visitante de la ciudad, Xi, un joven de unos 30 años, se tomó una foto frente al puente Golden Gate.
Ese viaje ayudó a Xi a familiarizarse con Estados Unidos, y a partir de entonces, fomentó la amistad con los estadounidenses. La fuerza perdurable de esos vínculos amistosos siempre ha servido como fuente de vitalidad para los lazos bilaterales de los dos países, tanto en tiempos favorables como difíciles.
«Para mí, ustedes son América»
«Los pueblos chino y estadounidense son grandes pueblos y nuestra amistad no solo es un activo valioso, sino también una base importante para el desarrollo de las relaciones bilaterales», escribió Xi en una carta a Sarah Lande, autora de una memoria titulada «‘Viejos Amigos’: La historia entre Xi Jinping y Iowa», en 2022.
Lande, un residente de Muscatine que trabaja en la organización del «estado hermano» de Iowa, ayudó a coordinar la visita de Xi en 1985. Las primeras impresiones siempre son importantes. La opinión de Xi sobre el pueblo estadounidense tiene mucho que ver con su primera visita a Estados Unidos.
El presidente chino encabezó una delegación agrícola de cinco personas para estudiar tecnología agrícola en Muscatine, en el estado de Iowa, zona líder en la producción agrícola del país de maíz y soja.
«Tenía una sonrisa que no se desdibujaba (…) Era muy curioso y hacía preguntas sobre todo», recordó Lande.
El itinerario en Muscatine incluía visitas a una planta de procesamiento de maíz, una granja de cerdos y otra de hortalizas, entrevistas con medios de comunicación locales, e incluso una excursión en barco por el río Mississippi. También se organizó una estancia en familia para entender mejor las diferentes culturas de cada país, dijo Lande.
Thomas y Eleanor Dvorchak fueron anfitriones de Xi. Durmió en la habitación temática Star Trek perteneciente a Gary, hijo de los Dvorchaks, que en ese momento se encontraba estudiando en la universidad.
«Pensé que era un hombre muy agradable, educado y centrado», aseguró la señora Dvorchak y añadió que Xi fue uno de los primeros amigos chinos que conoció la familia.
«Ha habido algunos intercambios maravillosos entre nuestro país y China, que realmente han conectado a la gente de una manera que a veces no sucede en la arena política», dijo Ricki Garrett, presidente y CEO de Sister Cities International, una organización sin fines de lucro con sede en Washington.
Xi y sus viejos amigos estadounidenses se reunieron en Iowa después de 27 años en 2012 cuando visitó Estados Unidos como vicepresidente de China.
A pesar de una agenda apretada, Xi llegó a la reunión en la casa de Lande un día nevado. Se reunieron alrededor de un sofá en la sala y rememoraron juntos sus recuerdos alegres. La reunión, que duró una hora, estuvo llena de risas.
Thomas Dvorchak se llevó una gran impresión del alcohol chino que Xi le regaló. «Fue el licor más fuerte que probé», le dijo a alto funcionario chino.
Algunos en la multitud, como recordó Lande, le preguntaron a Xi por qué visitaba Iowa, a lo cual el hoy jefe de Estado respondió: «Ustedes fueron el primer grupo de estadounidenses con el que entré en contacto. Para mí, ustedes son América», dijo Xi a sus amigos de Iowa.
Xi nunca olvida a sus amigos estadounidenses y cree que las personas son la clave de las relaciones entre Estados. A lo largo de los años, y a pesar de los reveses en China-Estados Unidos, Xi ha defendido consistentemente los intercambios entre personas con EE. UU., ha escrito cartas a los estadounidenses y participó en eventos para ayudar a fomentar la amistad entre países.
La manera más efectiva de transformar las oportunidades y necesidades compartidas en colaboración activa y relaciones fuertes es a través de interacciones directas de persona a persona, dijo Robert Lawrence Kuhn, presidente de la fundación Kuhn y un histórico experto en China.
«No se me ocurre ninguna receta mejor para empezar a curar la enfermedad de las relaciones entre Estados Unidos y China», aportó.
Lazos locales como pegamento
Volviendo a una época en que China comenzó su reforma y apertura, las ciudades, provincias y estados chinos y estadounidenses comenzaron a construir lazos de amistad alrededor de 1979. Hebei y Iowa firmaron su relación de estado hermano en 1983, lo que lo llevó a Xi allí en 1985.
A lo largo de los años, el propio Xi ha estado promoviendo persistentemente los lazos bilaterales a nivel local. Durante una reunión en Beijing con el gobernador de California, Gavin Newsom, el mes pasado, Xi recordó felizmente su viaje a California hace décadas.
En 2012, cuando fue a Estados Unidos, el presidente chino, además de reunirse con viejos amigos, también se hizo nuevos. De hecho, se reunió con Biden, entonces vicepresidente de Estados Unidos, y con gobernadores de China y EE. UU. en California.
Durante un discurso, Xi dijo que se dio cuenta de que el gobernador de Hawaii, Neil Abercrombie, tenía una caja de chocolates, y muchos turistas chinos que regresaban de Hawaii traían, justamente, chocolates.
Abercrombie tomó la caja de nueces cubiertas de chocolate y sugirió que Xi las probara. Biden, sentado cerca, rápidamente agarró uno y se lo puso en la boca. Xi probó los chocolates después de concluir su discurso y luego pasó la caja a los gobernadores presentes, invitándolos a compartir las golosinas.
Asimismo, Xi pasó gratos momentos cuando fue a ver un partido de la NBA de los Lakers contra los Suns, donde Xi tomó su asiento y se mantuvo sumamente concentrado en el juego.
El entonces alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, se sentó al lado de Xi. Los dos discutieron los aspectos más destacados del juego, entre risas.
Los lazos entre las ciudades y provincias chinas y las de Estados Unidos han crecido a lo largo de las décadas. Un total de 284 pares de provincias/estados hermanos y ciudades hermanas se han formado desde que el primer par se estableció en 1979. Xi describió esos nexos especiales como «plataformas importantes para profundizar la amistad y lograr una cooperación beneficiosa para todos».
«Si analizamos los más de 40 años de relaciones entre Estados Unidos y China, las conexiones entre universidades, think tanks, organizaciones culturales, espacios artísticos se han convertido en una parte integral de esta relación», dijo Denis Simon, distinguido miembro del Instituto de Estudios China-América.
«Se han convertido en una especie de pegamento que ha mantenido a los dos países pegados, juntos, incluso en momentos de situaciones políticas difíciles», explicó Simon.
Esperanza en el futuro
Shauntel Berry, una estudiante de Escuela Secundaria Lincoln en Tacoma, estado de Washington, se encontró con Xi en 2015 en el auditorio de la escuela, lo que le llevó a una experiencia extraordinaria.
Xi, con su esposa Peng Liyuan, visitó la Escuela Secundaria Lincoln ese año durante su primera visita oficial a Estados Unidos como presidente de China.
Berry recordó que el presidente, con el cuello abierto de la camisa y sin corbata, entregó regalos a los estudiantes, incluyendo libros sobre China y una mesa de ping-pong.
A su vez, Xi también recibió regalos de los estudiantes, un balón de fútbol y un jersey con su nombre y el «No. 1» en la espalda.
Pero fue lo que Xi ofreció durante el siguiente discurso lo que cambiaría la vida de Berry y de muchos de sus compañeros: 100 estudiantes de la escuela serían invitados a visitar China. «A través de los viajes, conocerás mejor China y, con suerte, te gustará», dijo Xi.
En 2016, Berry visitó China como uno de los invitados. «Viajar a China me hizo darme cuenta de que todos estamos viviendo vidas diferentes, y hay más de una manera de vivir. Me di cuenta de los valores y del respeto del pueblo chino, lo que me generó un shock en comparación con lo que pasa aquí en Estados Unidos».
Xi tiene esperanza en la juventud. Una vez expresó su deseo de que más jóvenes de China y Estados Unidos puedan llegar a conocerse, y trabajen mano a mano como una nueva generación de embajadores de la amistad para inyectar un nuevo impulso en el desarrollo de las relacioens China-EE. UU.
«El presidente Xi cree firmemente en los intercambios educativos», dijo el director de la Escuela Secundaria Lincoln, Patrick Erwin, quien acompañó al mandatario chino en la gira escolar de 2015.
En el año 2021, momento en que la relación entre China y EE. UU. llegó a un punto bajo, Erwin escribió una carta a Xi, contándole sobre los intercambios entre su escuela y China en los últimos años y sobre la importancia de la asociación educativa para sus estudiantes.
«Es una experiencia que cambia la vida, tanto en términos del viaje en sí y la exposición a la cultura, la historia y el pueblo chino. Todos mis estudiantes quieren volver y estudiar en China», dijo Erwin.
Los jóvenes creen en el futuro, aseguró Wang Dong, director ejecutivo del Instituto para la Cooperación y el Entendimiento Global de la Universidad de Pekín.
«Xi ha mostrado su gran visión sobre las relaciones China-Estados Unidos y sus expectativas en cuanto a la amistad entre las dos naciones», expresó.
«Esperamos que su viaje a San Francisco signifique un paso adelante para las relaciones entre China y Estados Unidos», concluyó Wang.