Teniendo al Coro de Mormones Tabernáculos en el escenario, ¿quién necesita a un americano atípico como el rapero Kanye West? Eso es lo que ha debido de pensar Donald Trump, según las palabras del director del Comité de inauguración Tom Barrack.
En declaraciones a CNN, Tom Barrack ha explicado por qué, a pesar del apoyo del rapero de Chicago al magnate neoyorquino, de haberse teñido —a propósito o no— el cabello del mismo rubio anaranjado, de haberse dejado ver en la torre de la Quinta Avenida y de reconocer sin tapujos que le admira, Kanye West no ha sido invitado a actuar en el acto de toma de posesión de Donald Trump que se celebrará mañana 20 de enero.
“Es un buen amigo del presidente pero no estará en el evento”, ha confirmado Barrack, y ha explicado los que se insinúan como motivos: “El espacio que tenemos para actuaciones está lleno. Es perfecto. Va a ser americano típico y tradicional, y Kanye West es un tipo genial pero no le hemos pedido actuar“.
Las palabras dan que pensar que el rapero de Chicago no es un americano lo suficientemente “típico y tradicional” para el escenario de Trump. Puede ser que lo suyo sea más del estilo del coro de mormones. Sea como sea, Kanye West se ha quedado fuera.