La fundación País Seguro, realizó el estudio en base a datos obtenidos vía transparencia de Carabineros, PDI y la Subsecretaría de Prevención del delito, donde determinó que en los últimos diez años, fallecieron 218 menores debido a armas de fuego.
Veinte equipos de fútbol, once furgones escolares o seis salas de clases repletas, es el equivalente al total de fallecidos, señala a La Segunda, Alejandro Vega, presidente de la fundación País Seguro.
En el periodo analizado, el 50,5% de las muertes ocurrieron en la Región Metropolitana, donde el ranking de fallecidos lo lidera La Pintana, Pudahuel y San Bernardo. En cuanto a las otras regiones del país, tras la RM, asoma Biobío y Valparaíso.
Pese a los esfuerzos legislativos y gubernamentales por reducir la circulación de armas entre la ciudadanía, Vega asegura que «gran parte de estos trágicos sucesos ocurren en comunas marginadas, caracterizadas por una planificación urbana deficiente y una respuesta policial inadecuada».
Durante la jornada de ayer, un grupo de madres de víctimas se reunieron a confeccionar cotonas antibalas, invitando a limitar el ingreso de armas al país.