$5,8 millones en cerveza para actividad del REC PRO: Las irregularidades de GORE Bío Bío y Procultura

Según un preinforme de la Contraloría al que tuvo acceso BioBioChile, se expone una auditoría y examen de cuentas a las transferencias realizadas por el GORE Bío Bío en relación al caso fundaciones, ocurrido entre enero de 2021 y septiembre de 2023.

En un informe reciente del organismo fiscalizador, se han encontrado algunas irregularidades. Por ejemplo, se cuestiona el gasto de 5,8 millones de pesos en cerveza para REC PRO. También se señala que Procultura no utilizó $990 millones que les fueron otorgados y que no han sido devueltos al Gobierno Regional.

Estas acciones están relacionadas con un programa llamado «Competitividad de oferta turística y creativa, puesta en valor de la identidad cultural del Bío Bío». Según el análisis de la Contraloría, en casi 3 años se transfirieron $23 mil millones del Gobierno Regional a corporaciones, fundaciones y ONG, lo que representa aproximadamente el 25% del gasto total del organismo en el sector privado, que asciende a $92 mil millones.

En particular, se investigaron $1.200 millones asignados a varios programas, incluidos 12 que fueron cuestionados, como Motum, Irade, En Ti y entre otros. Procultura fue una de las organizaciones que más fondos recibió.

Si bien el ente de control administrativo revisó 12 de los 14 programas en la región, el caso de Procultura aflora en los cuestionamientos por su elevado monto en comparación a sus pares. Y también por la rapidez con que obtuvo el financiamiento y la seguidilla de faltas detectadas en torno a la rendición de dichos fondos.

Por otro lado, se señala una falta de control en el Gobierno Regional en relación con el manejo de fondos públicos. La Contraloría General de la República cuestiona la falta de mecanismos adecuados para garantizar la rendición de cuentas por parte de los beneficiarios de los fondos, así como la coordinación entre las revisiones técnica y financiera. Además, se mencionan irregularidades en los gastos de Procultura, como la compra de bebidas alcohólicas prohibidas por contrato, lo que indica una falta de supervisión adecuada.