Las sanciones impuestas este año por Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Rusia por su operación militar especial en Ucrania no hicieron que América Latina se distancie de Moscú. Por el contrario, varias naciones de la región se acercaron aun más.
Distintas autoridades y dirigentes políticos de América Latina incluso han manifestado su interés, en entrevistas exclusivas con Sputnik, en incrementar las relaciones con Rusia a pesar de las sanciones y la presión de Washington para acorralar a Moscú.
«Los paquetes de sanciones generados por la OTAN, por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) no han tenido la eficacia que sus ejecutores pensaron. Se produjeron dos fenómenos: por un lado han fracasado porque no se han disminuido los contactos comerciales y de cooperación con América Latina. Por otro lado, han derivado en un incremento de las relaciones con algunos países», dijo a Sputnik el sociólogo argentino y doctor en ciencias económicas Jorge Elbaum.
Durante la cumbre del Mercosur (Mercado Común del Sur) que se realizó en Asunción a finales de julio de este año, Sputnik logró entrevistar a los cancilleres Rogelio Mayta, de Bolivia, y Julio César Arriola, de Paraguay, quienes no dudaron en señalar a Rusia como un país atractivo en inversiones y comercio a pesar de las sanciones.
Incluso el embajador de Rusia en Paraguay, Alexandr Písarev, dijo el 8 de julio que los países latinoamericanos presentan un «sano pragmatismo» ante el conflicto en Ucrania a pesar de la «dura guerra informativa desatada por Occidente en contra de Rusia».
Este pragmatismo de América Latina se ve en el rechazo que ha expresado a la política de sanciones contra Rusia, «instrumento que no ayuda a resolver el conflicto, sino que aumenta su escala», agregó.
«Los oficiales de Washington no ocultan que ejercen una presión sistemática sobre sus socios en la Organización de los Estados Americanos para inducirlos a cortar los vínculos con nuestro país. La efectividad de estos esfuerzos, sin embargo, no es muy alta», afirmó.
Agregó que esta escasa efectividad en las presiones de Estados Unidos se vio en la Cumbre de las Américas 2022, donde ningún estado latinoamericano se sumó a las sanciones contra Rusia.
Países latinoamericanos
Elbaum, quien además es profesor de la Universidad de Buenos Aires, dijo que, ante el escenario internacional, Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia han incrementado sus vínculos tanto con Rusia como China.
«El fracaso de las sanciones es indudable y es visto con mucha preocupación por el Departamento de Estado de Estados Unidos, que trata de volver a la carga, tratando de disciplinar a los gobiernos latinoamericanos», agregó.
El 14 de diciembre, Venezuela y Moscú suscribieron 11 nuevos acuerdos en el marco de la reunión número 16 de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel. Estas naciones mantienen 326 instrumentos en las áreas comerciales, técnico, militar, energético, agricultura, alimentación, transporte, ciencias, tecnologías y la salud pública.
Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, vistió a fines de noviembre Rusia y se reunió con el mandatario ruso Vladímir Putin; en dicha oportunidad, ambos países llamaron a reforzar la cooperación, ratificaron sus «lazos de amistad y solidaridad», evaluaron la importancia de incrementar los proyectos de inversión de Rusia a la isla, así como el suministro de alimentos e insumos, y reiteraron el interés en ampliar el flujo turístico ruso a la isla.
Por otro lado, Mayta dijo a Sputnik que Bolivia espera que los proyectos de inversión que tiene Rusia en el país puedan concluirse a pesar de las sanciones; además, aseguró que Bolivia podría «estudiar, analizar y pensar» la posibilidad de un sistema de pago ruso equivalente al Swift.
En tanto, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, autorizó el 21 de octubre a su embajadora en Rusia, Alba Azucena Torres Mejía, firmar un acuerdo con Moscú «sobre la cooperación en el campo de las aplicaciones no energéticas de la energía atómica con fines pacíficos».
Desde 2007, cuando Ortega regresó a la presidencia de Nicaragua, ambas naciones retomaron su colaboración y alianza en temas estratégicos y de interés común, desde el ámbito político hasta el biotecnológico.
Sectores perjudicados
Los sectores «mínimamente» perjudicados de Latinoamérica son aquellos que reciben importaciones de agroquímicos producidos en Rusia, pero los números muestran que ese desbalance ha sido «momentáneo», indicó Elbaum.
«Fue producto de situaciones derivadas a los pagos, debido a que Estados Unidos limita los centros financieros como partícipes de la comercialización. Sin embargo, esto ha sido superado por Latinoamérica, que ha usado alternativas, algunas por vía de centros financieros asiáticos, para darle continuidad a la importación de los productos», agregó.
En febrero de este año, Brasil tuvo dificultades al inicio, pero el Gobierno de Jair Bolsonaro «no se sometió a las exigencias de Washington» y continuó sus importaciones, recordó. En julio de este año, el director del Departamento Mercosur del Gobierno brasileño, Michel Arslanian, dijo a Sputnik que Brasil valora que Rusia facilite la adquisición de fertilizantes y, por su parte, pretende ayudar a Moscú a que acceda alimentos.
«Valoramos en este contexto de dificultades el continuar con el acceso que estamos teniendo a los fertilizantes, y eso nos ayuda a poder cumplir, no solo internamente, asegurando el alimento para la población, sino que Brasil como productor de alimentos ayuda a mitigar los efectos de las perturbaciones de las cadenas de suministro», afirmó Arslanian en el marco de la cumbre del Mercosur.
El Gobierno de Brasil condenó las hostilidades en Ucrania. Sin embargo, denunció las sanciones antirrusas impuestas por Occidente.
Caso paraguayo
En julio de este año, Arriola dijo que el Gobierno de Paraguay pretende impulsar el comercio con Rusia sobre todo en la exportación de carne, a la vez que explorar otras áreas de mercado.
Además, sostuvo que su país tiene «muy buenas» relaciones con Rusia y recordó que Moscú compra el 40% de la carne paraguaya, lo que lo convierte en el segundo comprador después de China.
En la misma sintonía, el 8 de julio Písarev dijo que el conflicto en Ucrania no modificó el vínculo de «amistad» que existe entre ambos estados. Además, estimó que el comercio entre ambas naciones volverá a crecer en un futuro cercano y aseguró que a pesar de las sanciones de Occidente contra Moscú, las exportaciones rusas a Paraguay casi se duplicaron.
Perspectivas de Rusia
Elbaum sostuvo que se prevé un aumento del comercio entre América Latina y Rusia este próximo año.
«Es indudable que la OTAN, la UE y Estados Unidos muestran un cansancio superior en relación con el conflicto en Ucrania y las previsiones de los analistas, incluso los que no simpatizan con Moscú, muestran que la economía rusa se está recuperando mucho más rápido que la UE y en la medida que Ucrania acepte las condiciones de frontera y la desmilitarización exigida por Moscú, es probable que la economía rusa articulada con China crezca con mucha más velocidad en los próximos años», agregó.
Según el Ministerio ruso de Desarrollo Económico, el PIB disminuirá un 2,9% en 2022 y un 0,8% en 2023; pero ya en 2024 y 2025 se registrará un incremento anual del 2,6%.
Fuente Sputnik
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