Caso Macaya expone la alarmante realidad de abuso sexual infantil en Chile: más de 40 mil denuncias anuales
El reciente fallo del Tribunal Oral Penal de San Fernando, que declaró culpable al empresario Eduardo Macaya, padre del senador Javier Macaya, por abusar sexualmente de dos niñas, ha puesto en el foco una alarmante realidad: la violencia sexual infantil en Chile.
En 2023, el Ministerio Público investigó más de 40 mil causas por delitos sexuales, de las cuales el caso Macaya es solo una arista.
Camila Maturana, directora de Corporación Humanas, expresó en Radio Universidad de Chile que «estos casos generalmente suelen tener mucha atención cuando involucran a alguien de connotación pública, pero se desvía esa atención de la preocupación que nos debe generar la naturalización de la violencia sexual contra los niños y niñas».
La abogada destacó al medio que, «en Chile, las cifras del Ministerio Público han evidenciado que en los últimos años han aumentado las denuncias por delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes».
La situación es especialmente crítica para las niñas. Según un estudio de la Defensoría de la Niñez, el 80% de las víctimas de violencia sexual son niñas. Este dato es respaldado por el informe anual de la Fiscalía, que indica que el 85,41% de las víctimas de abuso sexual en 2023 eran niñas. Maturana, atendiendo esto, enfatizó la necesidad de una educación sexual integral para abordar esta problemática de raíz.
En abril de este 2024, la Fundación Amparo y Justicia comunicó que en su reporte de 2023, hubo una ligera disminución del 3,9% en las denuncias de delitos sexuales contra menores respecto al año anterior. Sin embargo, las cifras siguen siendo alarmantes, con 40.361 denuncias.
“Sin embargo, a pesar de esta caída, las denuncias por delitos de este tipo se mantienen sobre las 40 mil, un número alarmante si se considera que estudios a nivel mundial han estimado que más de un 80% de las violaciones y agresiones sexuales con víctimas NNA no son denunciadas”, se señala en el reporte compartido por Nicolás Pietrasanta, jefe de Estudios y Políticas Públicas de la Fundación Amparo y Justicia.
Alarmantes cifras
El informe la Fundación Amparo y Justicia revela que el año 2023 se registraron 40.361 denuncias por delitos sexuales contra NNA, versus las 41.999 reportadas en 2022, el cual fue considerado como el máximo histórico registrado.
Asimismo, se indica que las niñas y adolescentes siguen siendo las más afectadas, con un 84,3% de las denuncias ingresadas, versus el 15,7% que corresponde a víctimas de sexo masculino, denuncias que crecieron un 14,1% en 2023.
El estudio también revela que un 70,3% de las denuncias corresponde a niños, niñas o adolescentes entre 10 y 17 años, “lo que reflejaría la mayor consciencia que tienen los adolescentes respecto a sus derechos. Por el contrario, en edades más tempranas existe más dificultad para identificar este tipo de delitos (11,4% de las víctimas tiene entre 0 y 5 años)”, se indica.
En cuanto al tipo de agresión, se señala las siguientes cifras: 77,6% corresponde a abuso sexual, seguido de violaciones (13,5%) explotación sexual (3,4%) y estupro (2,7%). “Entre 2022 y 2023, las denuncias por violación se triplicaron”, resaltó el estudio.
De acuerdo a lo señalado por el reporte de Amparo y Justicia, la entidad que más recibió este tipo de denuncias fue el Ministerio Público (28,8%), seguido por Carabineros de Chile (25,5%), PDI (13,5%), y finalmente por juzgados y tribunales (9,5%).
Una de cada cinco personas dice haber sufrido abuso sexual siendo menor de edad
En mayo del 2022, se daba a conocer la Primera Encuesta Nacional de Abuso Sexual y Adversidades en la Niñez, elaborada por el centro CUIDA UC junto a Fundación para la Confianza, la que reveló que un 18% de los encuestados había sido víctima de abuso sexual siendo menor de edad.
Eduardo Valenzuela, académico de la UC, manifestó en la ocasión que «es un fenómeno altamente invisibilizado, invisible a los ojos de la autoridad, del Estado, de los vecinos, de la comunidad en general».
James Hamilton, vicepresidente de Fundación para la Confianza, advirtió sobre las consecuencias del abuso sexual infantil en la salud mental, indicando que «los eventos de adversidad temprana reducen la expectativa de vida incluso hasta 20 años». Hamilton recalcó que «el futuro de un país tiene que ver con la priorización del cuidado de la infancia».
Otra arista invisibilizada: Explotación sexual infantil
La Defensoría de la Niñez presentó en mayo de este 2024, un informe destacando que más de 2 mil niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de explotación sexual entre 2022 y 2023, con un incremento del 29% en la tasa de estos delitos.
Anuar Quesille, Defensor de la Niñez, señaló: «Lamentablemente, durante los últimos años se ha evidenciado un recrudecimiento de la violencia hacia la niñez y adolescencia en una serie de ámbitos a nivel institucional, familiar y social. En ese contexto, diversos indicadores demuestran un aumento de la cantidad de niñas, niños y adolescentes víctimas de explotación sexual, considerada una de las más graves formas de violencia sexual, equiparable a la esclavitud y al trabajo forzoso” «.
¿Qué fue de la campaña «con mis hijos no»? El silencio ante abusos sexuales
La gravedad de estos datos y testimonios refleja una urgente necesidad de políticas públicas más efectivas y una educación integral que aborde y prevenga la violencia sexual infantil. El caso Macaya es solo un reflejo de una realidad que necesita ser enfrentada con determinación, sin embargo, este gravísimo hecho, hace recordar en redes sociales la campaña que promovieron sectores conservadores “Con mis hijos NO” para oponerse a la educación sexual en las escuelas, quienes han guardado un inquietante silencio ante estos casos.
El contraste es alarmante. Mientras algunos sectores políticos se manifestaron vehementemente en contra de la educación sexual, los recientes estudios señalados anteriormente revelan más de 40 mil denuncias anuales de abuso sexual infantil. Estas cifras, que solo reflejan los casos conocidos, evidencian la necesidad urgente de abordar este problema desde una perspectiva integral que incluya la educación sexual como una herramienta de prevención.
La campaña “Con mis hijos NO”, levantada por los mismos sectores que ahora callan frente a condenas de ciertos referentes políticos, parece haber sido más una bandera ideológica que una preocupación genuina por la protección de la niñez. La hipocresía y la falta de coherencia en el actuar de estos sectores políticos dejan en evidencia una prioridad errónea que ignora la protección efectiva de la niñez, lo que fue reflejado en el reportaje de Ciper Chile en junio del 2023: “Cómo la frase «Con mis hijos no te metas» perpetúa el desconocimiento en sexualidad y afectividad”.
Se desprende desde allí, la importancia que como sociedad se enfrente la realidad de los abusos sexuales infantiles con políticas públicas basadas en evidencia y no en ideologías. La condena del empresario agrícola, Eduardo Macaya, es solo una pequeña muestra de un problema mucho mayor que requiere atención urgente de todos los actores sociales y políticos.