A seis años del mayo chilote: La defensa del territorio del saqueo empresarial

La catástrofe ambiental bajo responsabilidad del estado y la industria salmonera que generó una amplia y masiva movilización en todo Chiloé y la solidaridad en diversos puntos de Chile

A seis años del mayo chilote: La defensa del territorio del saqueo empresarial

Autor: Seguel Alfredo

Por 18 días Chiloé estuvo sin gobierno formal y en las calles se comenzaron a realizar procesos de autogestión para manejar la protesta,. Se organizaron cientos de reuniones sociales, conversaciones políticas, análisis de escenarios posibles, búsqueda de las causas de la contaminación y varios debates acerca de la ocupación de los territorios y maritorios por empresas de Santiago y extranjeras. Y por supuesto una crítica generalizada a la industria salmonera por sus impactos ambientales, sanitarios, sus bajos estándares laborales y de salarios y su escaso compromiso con las comunidades locales, entre otros temas.


Por: Patricio Melillanca
Editor Radio del Mar


La comuna de Chiloé

El lunes 2 mayo de 2016 diversos sectores de la pesca artesanal, recolectores de orilla, mariscadores, comunidades indígenas y organizaciones sociales de Chiloé decidieron tomarse las carreteras, bloquear el tránsito marítimo entre el continente y la isla y paralizar las actividades productivas. Días después profesores, empleados fiscales, pequeños y medianos empresarios, representantes de la iglesia católica, estudiantes, organizaciones culturales, incluso hasta las tías de los jardines infantiles, las educadoras de párvulos y cuanto había de ciudadanía organizada, apoyó esta protesta social.

El martes 3 de mayo el diario de la cadena mercurial La estrella de Chiloé titulaba con letras rojas y negras «Bloqueo en Ancud, Queilén y Quellón: Pescadores cortan carretera y exigen solución por crisis».

El matutino agregaba que «más de 2 mil manifestantes salieron a las calles a protestar en busca de recursos para paliar los efectos que deja la marea roja. Gobierno gestiona ayuda por 5 mil millones de pesos». El diario luego entregaba tres páginas con los detalles de esta noticia. La portada estaba acompañada por una fotografía de una barricada de neumáticos en una carretera chilota.

La crisis, según el diario, era la marea roja, la floración masiva de algas que se había diseminado por las costas del archipiélago.

Este Bloom algal es cada vez más recurrente en las aguas interiores de Chiloé, Aysén y Magallanes y hacía meses que la Autoridad sanitaria había prohibido la extracción de mariscos bivalvos. En diciembre de 2015 la autoridad sanitaria había prohibido la extracción en el mar interior de Chiloé pero solo en la zona sur sin embargo en marzo y abril la marea roja había avanzado hasta el seno de Reloncavi, el golfo de Ancud, a Calbuco, y de manera inédita se había registrado también la costa pacífico del norte de Chiloé, e incluso por primera vez el bloom algal había llegado a las playas al sur de Valdivia.

En Cucao, que tiene una extensa playa que da al Pacífico, en el centro de Chiloé, aparecieron cientos de machas muertas, el hecho también se registró en otros sectores donde fueron encontradas aves costeras y lobos marinos muertos.

Pero la marea roja no solo afecta a los mariscos. Estas microalgas son absorbidas por las branquias de los peces los que respiran obteniendo el oxígeno del agua. Como el agua tenía gran cantidad de microalgas, el oxígeno disminuye y los peces mueren por asfixia. Eso fue lo que ocurrió en los centros de crianza de salmón, donde estas especies exóticas crecen hacinadas. Lo que hicieron entonces las empresas salmoneras, según la información oficial, fue trasladar esa masiva mortalidad a factorías de harina de pescado, a basurales industriales y un porcentaje considerable fue tirado al mar frente a la costa norte de Chiloé. Sin embargo hay testimonios de trabajadores que algunos cargamentos de salmón muerto fue lanzado muy cerca de las playas e incluso en el mar interior del archipiélago.

Luego de conocida esta noticia del vertimiento de salmones al mar, la población de Chiloé, reafirmó su convicción de que la industria salmonera era la causante tanto de la marea roja como de la contaminación de las playas de la zona que da al Pacífico y la protesta reventó en la mayoría de las localidades.

Pero no solo en Chiloé se generaron protestas, también en Santiago, en Valparaíso, Concepción, Temuco y todas las ciudades del sur comenzaron a realizar masivas demostraciones de molestia contra la industria salmonera. “Chiloé unido por la defensa de su mar y su gente”, “Defendamos el mar del saqueo empresarial”, Chiloé está podrido por los salmones vertidos”, y “No es marea roja es saqueo empresarial”, fueron las frases que quedaron registradas en los numerosos carteles de protesta.

Durante todos esos días los parlamentarios, los gobernadores e intendente, quedaron fuera de todo posible diálogo, pues las organizaciones no los reconocieron como actores válidos para comenzar a buscar soluciones.

El gobierno desde Santiago veía como las protestas continuaban y no lograba imponer orden, ni a establecer mesas de conversación. Envío entonces a la policía militarizada que tuvo que llegar vía aérea al aeropuerto de Castro, donde fueron esperados e instados a retirarse.

Quienes encabezaban la protesta social eran dirigentes de la pesca artesanal, que poco a poco comenzaron a sentir que otros dirigentes, no de su sector, iban obteniendo mayor apoyo ciudadano. El gobierno entonces comenzó a hacer funcionar su subterránea maquinaria de operadores políticos que comenzaron a negociar especialmente con los pescadores artesanales. El ofrecimiento desde La Moneda fueron bonos en dinero a cada pescador que esté inscrito. Esto acalló por una parte el descontento de la pesca artesanal, pero el malestar se había expandido al interior de las ciudades y pueblos. Allí el gobierno utilizó a dirigentes que eran miembros de partidos políticos para apaciguar la protesta. Los bonos, la bajada de los pescadores artesanales y la acción de operadores políticos consiguió dos días antes de la cuenta pública que la presidenta Bachelet daba el 21 de mayo, que la población entregara las calles, carreteras y vías marítimas a las autoridades correspondientes.

Por 18 días Chiloé estuvo sin gobierno formal y en las calles se comenzaron a realizar procesos de autogestión para manejar la protesta, hubo autoprohibición de venta y consumo de alcohol y se generalizó la recolección de alimentos para mantener comedores populares. Desde el continente también operó la solidaridad y desde varias ciudades hubo caravanas con alimentos para la población chilota. Pero también se realizaron decenas de reuniones sociales, conversaciones políticas, análisis de escenarios posibles, búsqueda de las causas de la contaminación y varios debates acerca de la ocupación de los territorios y maritorios por empresas de Santiago y extranjeras. Y por supuesto una crítica generalizada a la industria salmonera por sus impactos ambientales, sanitarios, sus bajos estándares laborales y de salarios y su escaso compromiso con las comunidades locales, entre otros temas.

Preguntas al Mayo Chilote

Pero, ¿cuál fue la verdadera influencia de la operación de la industria salmonera durante las últimas dos décadas en la protesta social de Chiloé ocurrida en mayo de 2016?, ¿Cuáles fueron los principales problemas denunciados por esa protesta social? ¿Qué sectores de poder se vieron enfrentados durante esos 18 días de alzamiento? ¿Cuáles fueron las discusiones que se dieron al interior de las barricadas y durante las reuniones realizadas en pueblos y ciudades durante el Mayo Chilote? ¿Los problemas denunciados afectaron o afectan a solo una parte de la población y territorio o es parte de un problema estructural de todo el archipiélago? ¿Los habitantes de Chiloé perciben o tienen información del debilitamiento del patrimonio económico, ambiental y cultural de este territorio? ¿La industria salmonera tiene responsabilidad en este debilitamiento? ¿Ha existido o está existiendo un cambio en el modelo de vida de los habitantes de la Isla producto de la operación de la industria salmonera?

Territorio y Población: “Voy pa’ Quellón…” en busca de trabajo

Desde de la década de 1980, personas de las ciudades del continente se fueron a trabajar a Chiloé. En ese tiempo decían que iban a trabajar “al loco”, al referirse a una serie de labores anexas a la extracción masiva de la especie “Concholepas concholepas”, un tipo de abalón gigante que poderes compradores de Japón hicieron colapsar. Era la llamada fiebre del loco donde personas de varias ciudades del sur, viajaron al archipiélago a buscar trabajo y mejores condiciones de vida para enfrentar la crisis económica que ocurría por esos años. Muchos se quedaron allá, la mayoría en Quellón.

Durante los 20 años siguientes, Chiloé siguió recibiendo oleadas de trabajadores de Osorno, Valdivia, Temuco y del Bio-Bio. La razón ya no era el loco, que estaba sobreexplotado y las autoridades realizaban esfuerzos por la recuperación de su biomasa. Esta vez era “la fiebre naranja del salmón”. Mientras que en 1992 el pequeño poblado de Quellón era sólo eso, un lugar de pocos y todos conocidos residentes; el censo 2002 dejó en evidencia un panorama totalmente distinto: su población aumentó en un 42,4%[1]. Mientras que entre 2002 y 2015, la variación de aumento poblacional se proyectó en un 39,91%[2].

Estadísticas de población en la comuna de Quellón

Comuna19701982199220022015Proyección del Minviu
Quellón3.78510.20615.05521.82330.532

El aumento de la población en Quellón obviamente que cambió sus calles, las cercanías de la caleta y comenzó a registrarse allegados, campamentos y variaciones significativas en el precio de la vivienda y del arriendo de habitaciones. El cientista político Nelsón Diaz, que en 2002 era jefe del Departamento de Gobierno y Empresa de la Universidad de Los Lagos, comentaba al diario el Llanquihue que el proceso de migración es la «importación de enfermedades y vicios sociales».

Diaz agregaba que “en un principio los pescadores artesanales y trabajadores de la primera piscicultura del pueblo eran en su mayoría solteros u hombres que llegaban solos, sin casa y escasos lugares de habitación disponibles. Después de eso comenzaron a aparecer las tomas de terreno, cuando ellos llevaron a sus familias, marginándolos también del sistema social imperante”[3].

Ahora las autoridades siguen enfrentadas a los problemas que genera la sobrepoblación para la que no estaban preparados: falta de viviendas, de servicios básicos y una disyuntiva social que desde hace años se viene denunciando. Los miles que han llegado a Quellón, producto de la ya consolidada industria salmonera, y la pesca artesanal, cuando se enfrentan a escasez de dinero han recurrido a la delincuencia.

Los problemas sociales —al igual que la población— sólo parecen aumentar en Quellón. Un solo dato sobre delincuencia común: mientras en 2002 hubo 13.778 denuncias de este tipo, en 2012 la cifra llegó a 49.024[4].

Otros desplazamientos y ocupación productiva

Pero no solo en Chiloé se ha generado desplazamiento de población desde otras zonas o al interior de las comunas de esta provincia, sino que también ha ocurrido un desplazamiento de personas y comunidades por la ocupación de sus zonas por parte de la industria salmonera.

Es el caso de los pescadores artesanales que han reclamado que las jaulas de cultivo de salmón han ocupado las zonas donde históricamente han existido bancos de mariscos. Esta situación se ha agravado cuando en los últimos meses del primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet se modificó la Ley de Pesca con el fin que los particulares y empresas que tengan concesiones acuícolas, las podían hipotecar en los bancos. Es decir, en definitiva esto fue abrir el paso para la privatización de las zonas marinas, pues una hipoteca en un banco tiene la condición de ser patrimonio privado de los poseedores de ese bien.

Pero no solo esto ha generado desplazamiento de personas y ocupación territorial por parte de las compañías salmoneras. Las comunidades indígenas están amenazadas por la expansión geográfica y la relocalización de los centros de cultivo. La industria salmonera se expande en agua de mar hacia Aysén y Magallanes y en agua dulce a ocupar los lagos y ríos de las Regiones de Los Ríos, Araucanía y Bio-Bio, precisamente territorio de las comunidades Mapuche. Además la patronal Salmonchile, junto a parlamentarios y otros sectores productivos están en una constante campaña para debilitar la Ley de Espacios Costero Marinos para los Pueblos Indígenas, conocida como Ley Lafkenche, y que hasta ahora es la única normativa legal que garantizaba a las comunidades originarias, luego de tramitar un permiso, mantener el derecho consuetudinario a acceder y usar las costas.

¿Estos desplazamientos de personas y comunidades, de trabajadores e indígenas y ocupación de territorial por parte de la industria salmonera, es una expresión más del impacto y funcionamiento del capital nacional y transnacional en las costas chilotas?

La industria salmonera

¿Cómo fue que una región, la de Los Lagos, pasó a ser una zona mayoritariamente silvoagropecuaria, con producción de leche, carne y granos, a ser una región acuícola?. ¿Cómo ocurrió este cambio productivo de la tierra al mar? ¿Qué ocurrió con su población y cuáles fueron las promesas y ofrecimientos de la industria salmonera para convertirse en “la estrella de la economía nacional” a juicio durante el año 2000 de varias autoridades chilenas? ¿Cómo la industria que opera en Chile se convirtió en una década en la segunda productora y exportadora mundial de salmón? ¿Cuáles fueron sus costos?

La Región de Los Lagos pasó en 11 años, a partir de 1985, de ser una región silvoagropecuaria a una región preponderantemente acuícola[5]. Más bien dicho, una región salmonera. A fines de la década de los ’80, luego de años de experimentación productiva, empresas japonesas lograron desarrollar un ciclo completo de producción de salmón en cautiverio. Esto es desde las ovas y alevines en agua dulce a la crianza y engorda de estas especies carnívoras en agua de mar. Luego de esto solo faltaba el proceso de cosecha, faenamiento y comercialización de estos ejemplares.

Los lagos y las costas marinas de la llamada Décima región, entonces comenzaron a llenarse de pisciculturas y jaulas de cultivo. Además de factorías donde se fileteaba y se envasaba el salmón.

Las inversiones mayoritariamente han sido Noruegas, de la Unión Europea, Japón y Estados Unidos, con una considerable presencia de empresas chilenas también, especialmente porque los capitales chilenos manejan el negocio de la captura de peces silvestres los que son la base del alimento para salmones a través de la fabricación de harina de pescado.

Promesas de ese entonces, a comienzo de los ’90, eran que la salmonicultura iba a combatir la sobreexplotación de peces silvestres e iba a contribuir en la lucha contra el hambre; iba a generar empleo masivo y de calidad; y se iba a convertir en un polo de desarrollo en las regiones donde se estaba instalando.

Diez años después se veía que poco de esas promesas se había cumplido. Ya en 2000 las pesquerías, principalmente pelágicas, que eran la base del alimento de los salmones, a través de la harina de pescado, habían sufrido ya un descenso considerable de sus desembarques. Mientras en 1993 las capturas chilenas habían llegado hasta los 8 millones de toneladas, en 1999 esta cifra había descendido a menos de 4 millones para continuar un descenso progresivo hasta nuestros días[6].

Respecto a las promesas de combatir el hambre, esto queda en total cuestionamiento pues el 98% de la producción de salmón generada en Chile es exportada a mercados internacionales, especialmente a países donde no existen problemas de desnutrición, como son Estados Unidos, Japón o Europa.

Mucho empleo, pero malo y mal remunerado

Al analizar las cifras laborales, es claro que la industria salmonera ha generado empleo masivo, pero no de calidad, ni de buenos salarios. Así quedó demostrado en el informe “Mejorando la legislación del empleo en la acuicultura. Una evaluación global” que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), publicó en 2014, y donde afirma que los trabajadores no calificados del sector acuícola no reciben salarios que compensen su productividad.

En su informe, la FAO fue crítica con Chile, al no solo cuestionar la actual legislación laboral que rige al sector, destacando que las sanciones por infracciones laborales no son lo suficientemente onerosas, sino que añade que las empresas están abusando de la subcontratación y que los salarios no corresponden a lo que ocurre en esta industria en los países desarrollados[7].

Un ejemplo de la debilidad normativa y la poca relevancia que se le da a la ley laboral en la acuicultura nacional es el hecho que, si bien se discutió la idea de retirar los permisos de operación para las empresas que violen la legislación laboral -algo que la FAO recomienda-, esto finalmente nunca se incluyó en la ley.

El documento también critica las políticas salariales: “El salario básico de los trabajadores de procesamiento suele ser bajo, y sólo los bonos basados en rendimiento permiten que el sueldo exceda el mínimo legal”, dice la FAO.

El informe fue respaldado por los trabajadores. El presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón (Conatrasal), Javier Ugarte, respaldó el informe y criticó a los empresarios salmoneros: “La industria sigue cometiendo errores. Los sueldos son bajos, se remunera más a través de los bonos que de los sueldos y no hay fiscalización fuerte”[8].

Otro punto crítico es la constante muerte de trabajadores en centros de cultivo, en faenas en las factorias o en los servicios de transporte. Un informe elaborado por el Centro Ecoceanos arroja que en promedio estaría falleciendo un trabajador salmonero al mes.

Debilitamiento del patrimonio sanitario y ambiental de los maritorios

Dos grandes crisis sanitarias y ambientales ha generado y/o ha sufrido la industria del salmón en el sur de Chile. Primero fue la introducción por parte de una compañía noruega, del virus de la anemia infecciosa del salmón, conocido como el temible virus ISA en sus siglas inglesas[9]. El ISA, entre 2007 y 2010, generó la eliminación de casi la mitad de la producción salmonera y junto con eso arrastró a las ciudades y pueblos de Llanquihue, Chiloé y Aysén a masivas cesantías y protestas sociales. Según cifras de los empresarios, la industria entre 2007 y 2009 habría perdido unos 5mil millones de dólares[10] y más de 17 mil personas habrían quedado sin su fuente laboral[11].

La respuesta del gobierno fue bonos para los trabajadores parados y prestamos millonarios para que las empresas salieran de sus deudas. Se estima que el gobierno de Bachelet habría desembolsado 450 millones de dólares como aval para respaldar a la industria frente a los bancos[12].

Pero respecto al patrimonio sanitario de las aguas sur australes, el Virus ISA se quedó para siempre. Es decir, la introducción de este virus no tuvo ningún costo para los responsables de haber ingresado este patógeno a los mares del sur. Es más, se estima que cada 3 a 5 años ingresan una nueva enfermedad a la industria del salmón, las cuales están siendo atacadas mayoritariamente con antibióticos.

Y el uso de antibióticos ha generado lo que la Organización Mundial de la Salud ha calificado como uno de los grandes problemas que, junto al cambio climático, la escasez de agua y la sobrepoblación, debe enfrentar la humanidad: la resistencia bacteriana.

Ya en varias zonas que han estado saturadas por centros de engorda de salmón, los antibióticos ahora no causan su efecto de eliminación de bacterias y los empresarios hace años están usando los antibacterianos que son la última reserva para combatir enfermedades en humanos. Los usan a pesar de las recomendaciones de especialistas e instituciones médicas. Frente a esta situación, la patronal Salmonchile, a través de su presidente, Felipe Sandoval, viene defendiéndose solamente con el argumento que en los mercados internacionales el salmón que se produce en Chile pasa los controles sanitarios, sin hacerse cargo de los efectos del uso indiscriminado y masivo de antibióticos en el medio ambiente y en las poblaciones locales donde se cultiva el salmón[13].

La otra gran crisis sanitaria y ambiental ocurrió precisamente con la aparición masiva de marea roja, que genero el levantamiento de la población de Chiloé en mayo de 2016, crisis sanitaria cuyas causas están aún en discusión por parte de científicos independientes y su contraparte de académicos y estudiosos pagados por el gobierno.

Respecto a estos temas ambientales y sanitarios hay una serie de otros factores que han generado la critica de la población y de estudiosos de los ecosistemas por los impactos de la industria del salmón tanto en la contaminación orgánica y química de las costas y fondos marinos, los efectos del escape del salmón que ha comenzado a desplazarse por todos los ríos del sur de Chile amenazando a los peces nativos ya que el salmón es una especie carnívora. Es importante tomar en cuenta un estudio dirigido por el Centro de Investigación Medioambiental Helmholz (UFZ) de Leipzig (Alemania) que en marzo de 2017 advirtió que la producción de salmón está contaminando los ríos chilenos con un cóctel de sustancias orgánicas que impacta en los distintos ecosistemas y cambia comunidades biológicas enteras[14].

Crisis para la población, ganancia para los empresarios

A pesar de todos estos impactos ambientales, sociales y sanitarios, lo paradojal es que luego de las crisis, quienes más ganan son las empresas. Esto comenzó cuando los seguros comprometidos pagaron cada uno de los millones de peces muertos. Sin embargo, el gran negocio surgió post-crisis sanitaria y ambiental, al caer en 180.000 toneladas la oferta de salmón Atlántico (Salmo salar) proveniente de Chile, equivalente al 6,8% de la producción mundial. Esta situación se unió a las menores producciones de Noruega y Escocia, afectadas por masivos brotes del ectoparásito denominado piojo de mar, produciéndose la mayor caída en la producción global de salmones de cultivo de los últimos 25 años[15].

Pareciera que la bonanza salmonera continuará el 2017, ya que en el primer trimestre de este año, los seis principales papeles del sector en la Bolsa de Santiago han aumentado entre un 33% a 78%, incrementándose su capitalización bursátil en US$1.002,85 millones. Esto significa que la capitalización bursátil de las compañías salmoneras chilenas durante los últimos 12 meses se ha duplicado, mientras que el valor de las empresas ha aumentado en un 127%[16].

Chiloé… ¿Protagonista de su desarrollo?

La protesta social realizada en Chiloé en mayo de 2016, tenía como base la contaminación por marea roja, pero también subterráneamente apareció el descontento, el malestar, la sensación de despojo y de un comportamiento por lo menos irrespetuoso de los dueños de las empresas y de quienes han dirigido la patronal salmonera. Esto quedó evidenciado cuando Cesar Barros, un economista agrario de ultraderecha, que dirigió SalmonChile antes y durante la crisis del virus ISA, señaló a la prensa de Puerto Montt y Chiloé que “sin la industria salmonera esa zona continuaría siendo la Pésima Región de los Vagos”, refiriéndose a Décima Región de Los Lagos y defendiendo a su juicio las bondades de esta industria y la generación de trabajo.

Frente a las agresivas palabras empresariales, ha habido respuesta. Organizaciones, comunidades y dirigentes se han hecho eco de la invitación que hace años, incluso desde los años ’80, el obispo emérito de Ancud un férreo defensor de las comunidades Mapuche – Williches y de la naturaleza contra el avance de empresas forestales y salmoneras, Luis Ysern, señalaba: “Hay que ser protagonista de nuestro desarrollo”.

Quizás “la comuna de Chiloé”, el Mayo Chilote fue la primera expresión de que los habitantes si han escuchado, analizado y conversado acerca de qué es lo que significa ser protagonista de la vida en esos territorios…


Bibliografía

[1] El «quellonazo» demográfico y los coletazos del salmón, Diario Llanquihue 16 de junio de 2002 http://www.diariollanquihue.cl/site/edic/20020616090639/pags/20020616092956.html

[2] Censo de Población y Vivienda 2002 y Proyección de población 2015, INE. Publicado por Biblioteca del Congreso. http://reportescomunales.bcn.cl/2015/index.php/Quell%C3%B3n/Poblaci%C3%B3n

[3] El «quellonazo» demográfico y los coletazos del salmón, Diario Llanquihue 16 de junio de 2002 http://www.diariollanquihue.cl/site/edic/20020616090639/pags/20020616092956.html

[4] Los hitos que han cambiado la Isla Grande de Chiloé. Diario La Tercera 14 de diciembre de 2013. http://www.latercera.com/noticia/los-hitos-que-han-cambiado-la-cara-de-la-isla-grande-de-chiloe/

[5] Efectos de la Salmonicultura en las Economías Campesinas de la Región de Los Lagos, Chile. Carlos A. Amtmann y Gustavo Blanco W. Revista Austral de Ciencias Sociales, N° 5, 2001, pp. 93-106. http://mingaonline.uach.cl/scielo.php?pid=S0718-17952001000100009&script=sci_arttext

[6] Anuario Estadístico Pesquero, Sernapesca. 1993, 1999, 2015. Sernapesca.cl

[7] FAO cuestionó a Chile por situación laboral de la salmonicultura. Diario electrónico aqua.cl 24 de febrero de 2014. http://www.aqua.cl/2014/02/24/fao-cuestiona-chile-por-situacion-laboral-de-la-salmonicultura/

[8] Trabajadores del salmón: “La industria no aprendió nada de la crisis del virus ISA”. Asociación de Funcionarios Profesionales y Técnicos de la Universidad de Chile, APROTEC. http://aprotec.uchile.cl/2014/02/trabajadores-del-salmon-la-industria-no.html#.WXGvOxXyjIU

[9] Informe técnico noruego confirma que el virus ISA llegó de ese país a Chile. El Mercurio, 28 de julio de 2011. http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=86984

[10] Virus ISA habría significado pérdidas de hasta US$ 5.000 millones para la industria. Emol.com – http://www.emol.com/noticias/economia/2011/09/28/505388/salmonchile-virus-isa-significo-perdidas-de-hasta-us-5000-millones-para-la-industria.html

[11] LA CRISIS DEL SALMÓN Y EL DESEMPLEO EN LA DÉCIMA REGIÓN. Seminario de Título para Ingeniero Comercial, Mención Economía. José Tomás Gillet Infante, Camila Olate Campos . Universidad de Chile. http://repositorio.uchile.cl/tesis/uchile/2010/ec-gillet_jt/pdfAmont/ec-gillet_jt.pdf

[12] Bachelet avaló con 450 Millones de dólares a salmoneros, pero a Chiloé solo le entrega 100 lucas. Radiodelmar.cl 5 de mayo de 2016. http://www.radiodelmar.cl/2016/05/bachelet-avalo-con-450-millones-de-dolares-a-salmoneros-pero-a-chiloe-solo-le-entrega-100-lucas/

[13] Para saber más sobre esta polémica acerca del uso de antibióticos puede revisarse el seminario que en junio realizó el Congreso del Futuro, el Senado Chileno y organizaciones sociales. El video puede ser visto en este link http://janus-4.senado.cl/#1498140640

[14] Salmoneras contaminan los ríos con un cóctel de sustancias químicas y orgánicas dice estudio alemán. radiodelmar.cl 28 de marzo de 2017. http://www.radiodelmar.cl/2017/03/salmoneras-contaminan-los-rios-con-un-coctel-de-sustancias-quimicas-y-organicas-dice-estudio-aleman/

[15] A UN AÑO DE LA “COMUNA DE CHILOE”: Crisis Social y Ambiental para Chilotes, Millonarias Ganancias para Salmoneras. Juan Carlos Cárdenas, Patricio Igor Melillanca. Centro Ecoceanos, radiodelmar.cl. 5 de mayo de 2017. http://www.radiodelmar.cl/2017/05/a-un-ano-de-la-comuna-de-chiloe-crisis-social-y-ambiental-para-chilotes-millonarias-ganancias-para-salmoneras/

[16] Salmoneras suman más de US$1.000 millones de capitalización bursátil en lo que va del año. Diario Pulso.cl. 17 de abril de 2017. http://www.pulso.cl/empresas-mercados/salmoneras-suman-mas-us1-000-millones-capitalizacion-bursatil-lo-va-del-ano/


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