Abogado Michel Torres Corona: «Muchas de esas personas que crecieron en Cuba, estudiaron, vivieron como quisieron, llegan a Miami y tergiversan su propia realidad y se construyen personajes de perseguidos»

El joven cubano hace un análisis sobre las matrices comunicacionales de EE.UU. y el asedio a personajes influyentes de la isla que llega inclusive a amenazas de muerte

Abogado Michel Torres Corona: «Muchas de esas personas que crecieron en Cuba, estudiaron, vivieron como quisieron, llegan a Miami y tergiversan su propia realidad y se construyen personajes de perseguidos»

Autor: Sofia Belandria

Michel Torres Corona, el joven presentador del programa televisivo ‘Con filo’, se convirtió en uno de los más recientes blancos hacia donde apuntan amenazantes los más radicales opositores al Gobierno de la isla que residen en EE.UU.; la razón: defender la Revolución.

«No es la primera vez que recibo amenazas. Ellos tienen un sistema bien engrasado para descubrir, identificar, amenazar y tratar de destruir o silenciar a líderes emergentes del campo revolucionario. Cualquier persona que tenga un discurso que ellos identifiquen como «peligroso», que «meta ruido», o que sea otra visión desde dentro de la Revolución, estará expuesto a estos métodos», comentó el abogado de 27 años, devenido presentador de televisión.

El pasado 13 de octubre, un influencer cubano radicado en EE.UU., conocido en las redes sociales como Ultrack, y que se nombra Jorge Ramón Batista Calero, lanzó fuertes amenazas de muerte contra Torres Corona y otros periodistas de la isla, entre ellos Rafael Serrano, Irma Shelton, y Humberto López, todos del sistema informativo de la televisión cubana.En una directa de Ultrack, dirigida a Torres Corona, el influencer opositor aseguró que «hay muchos cubanos como yo que estamos dispuestos a matar por la libertad del pueblo de Cuba».

La violenta y peligrosa amenaza de muerte lanzada desde su canal de Youtube trascendió a los periodistas citados y se convirtió en una invitación a «asesinar comunistas».

«Ya no queda de otra que empezar a ejecutar comunistas. Cuando un primer secretario (del partido comunista) vaya a un municipio (…) y empiece a hablar y a ese se lo «echen» (maten), más ninguno va a ir por ahí porque se los van a «echar» igual», propuso Ultrack en su programa digital transmitido desde EE.UU.

Para Torres Corona, la idea de estas acciones violentas «es tratar de callar cualquier nueva voz que intente darle aire a la Revolución. Una forma de cortar de raíz cualquier cosa que se parezca, y aunque trate de asumirlo con humor y sin darle demasiada importancia a esas amenazas, no deja de ser muy desagradable leer mensajes donde te dicen que te caerán a puñaladas, o que te ofendan con ese tipo de violencia simbólica que casi siempre proviene de cubanos que están fuera de Cuba».

«Para el modo en que ellos ven la realidad, que una persona joven defienda a la Revolución y el socialismo le rompe todo su sistema de creencias, y si para colmo esa persona es medianamente inteligente y honesta, entonces no pueden justificar su discurso que los comunistas son imbéciles, brutos y deshonestos», agregó el presentador.

Seducción e intimidación

Para Torres, estas amenazas son «la misma contrarrevolución de siempre», aunque «han evolucionado» del «ámbito real» de las bombas, los atentados y los sabotajes, y han pasado a lo mediático y digital, un escenario «con mucho más alcance».

«Como la gente se ha ido conectando a la internet cada vez más, ellos están seguros de su alcance y sus mecanismos de terror, porque usan métodos terroristas que aunque no los aplican en el ámbito real, sí los emplean de manera mediática a través de las redes sociales», explica.

Entre las nuevas estrategias que se llevan a cabo para intentar debilitar a la Revolución cubana se han desarrollado dos vertientes fundamentales en la contrarrevolución, una es una maquinaria de seducción y la otra de intimidación, dice Torres.

«La primera es la que te aplaude, te posiciona, te promociona, la que te hace famoso, la que te rescata de los «olvidos» como artista, intelectual, periodista, te coloca en los primeros planos de la discusión política, en portadas de revistas influyentes, o en prestigiosos museos y galerías. Esa es la maquinaria de seducción», explicó.

«Esto sucederá cuando mantengas determinado discurso que les convenga, que no tiene que ser procapitalista, simplemente debe ser contra el sistema cubano», añadió.

La otra vertiente, en opinión del entrevistado, «es la maquinaria de intimidación, de terror, la cacería de brujas, que es cuando no tienes ese mismo discurso, entonces te destruye».

«Lo que se ha evidenciado es que ya no son tan condescendientes, antes bastaba con que dijeras que no estabas con la Revolución, ya no. Ahora no paran hasta que te conviertas en un activista militante contra el sistema cubano», dijo Torres.

Exacerbación de odios

Para el presentador, el «ambiente político de intolerancia» entre los cubanos que viven en su país y quienes residen en Miami, ha llevado que mucha gente entienda que la «mejor postura» a asumir es la de la «lucha contra la «dictadura», aun cuando eso signifique ponerlo por encima de la familia y los amigos.

«Hay un ambiente bastante tóxico, radical, de confrontación, y que a la vez intoxica a los demás, que induce a las personas a que esa es la vía correcta, que esa es la forma en que debemos comportarnos. A veces es increíble que personas que dejaron sus familias atrás, sus amigos, puedan pedir una intervención militar contra su propio país», dice Torres.

Según el joven, este discurso impuso una narrativa basada en las carencias y la falta de recursos de Cuba, «muchas de ellas consecuencia de las sanciones que impone EE.UU. desde hace 60 años», pero que son presentadas como si fueran aplicadas por el Gobierno de la isla.

«Muchas de esas personas que crecieron en la isla, estudiaron, vivieron como quisieron, llegan a Miami y tergiversan su propia realidad y se construyen personajes de perseguidos políticos, faltos de libertad», afirma Torres.

La gran paradoja es que Cuba es el único país del mundo donde esos «refugiados políticos» regresan a la isla a vacacionar.»En ningún país del mundo sucede eso», concluyó.

Cortesía de Sputnik


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