Por Esther Sánchez
En el arranque de la aplicación de la segunda dosis de la vacuna contra la Covid-19 para los adultos mayores de 60 años de la capital poblana se vivieron caos, aglomeraciones y largas filas para que las personas recibieran la inyección.
Desde temprana hora las personas empezaron a llegar a las diferentes sedes donde se aplicó el biótico, sin embargo, debido a cortes de circulación que hicieron elementos de tránsito municipal en diferentes zonas, la gente no podía llegar a las unidades médicas.
El mayor caos se registró en el Hospital General del Sur, pero también en la zona del Campo Militar. En ambos puntos, los adultos mayores tuvieron que caminar varios metros para llegar a los puntos de vacunación.
Fue en la zona de Zaragoza, en las inmediaciones del Campo Militar, que el caos y las largas filas se volvieron la postal del día, y por ello cientos de adultos mayores mostraron su inconformidad, pues aseguraron que las autoridades no tenían una logística preparada.
Sin apoyo
Cabe señalar que durante un recorrido que realizó El Ciudadano, se observó que no había ningún apoyo del personal de la Secretaría de Bienestar ni de la Sedena para organizar a quienes acudieron a inocularse. Las filas las tuvieron que organizar los propios adultos mayores y sus acompañantes.
Y es que a pesar de que se abrieron 18 puntos de inoculación para evitar lo que en su momento sucedió en Ciudad Universitaria, las cosas de nuevo se salieron de control; incluso, un hombre resultó lesionado luego de ser empujado por una camioneta en la zona aledaña al campo militar.
Hubo personas que esperaron más de cinco horas en el interior de sus automóviles, pues se crearon filas para pasar sin bajarse de la unidad.
En el Hospital General del Sur también hubo problemas, pues ante el cierre de vialidades la gente tuvo que caminar, hay que tomar en cuenta que muchos eran adultos mayores en silla de ruedas, con bastones o andaderas.
En los demás puntos, como el Hospital de Especialidades de San José del IMSS, avanzó sin incidentes la jornada de vacunación, pues a pesar de que había una alta afluencia la fila avanzó de manera constante.
El malestar fue generalizado y los adultos mayores confiaron en que mañana sea distinta la estrategia, pues hubo quienes consideraron esta situación como «un ataque a los adultos mayores».