El ala radical de la oposición venezolana, agrupada en la denominada Plataforma Unitaria y vinculada a Juan Guaidó, informó este martes 31 de agosto que participará en las próximas elecciones regionales y locales convocadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el próximo 21 de noviembre.
Este sector opositor, también conocido como «G4», está integrado por las facciones de los partidos Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Copei; y forma parte del proceso de diálogo político iniciado recientemente en México con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
«Este es un esfuerzo que debemos reconocer a los integrantes de la Plataforma Unitaria», dijo Henry Ramos Allup, uno de los voceros de este sector opositor que pidió «respeto» sobre esta decisión que han tomado «después de un análisis muy consciente y muy profundo» que los ha llevado a defender «el derecho a votar» y a participar en las venideras elecciones.
Ramos Allup insistió en que la decisión que han tomado cuenta «con el visto bueno de EE. UU., Canadá y la Unión Europea», así como sucede con el proceso de «negociaciones» que se realiza en México para lograr un «cambio pacífico, constitucional y democrático a través de elecciones libres».
«Nosotros no podemos seguir viviendo de fantasías», agregó el vocero opositor, quien durante años representó el ala extremista encabezada por Guaidó y llamó a la abstención en otros procesos electorales. Por ese motivo, para explicar el cambio de postura, aseveró que en la política «no hay dogmas», que los procesos «no son lineales» y que las posiciones deben adaptarse a la «conveniencia» de las situaciones que se presenten.
El vocero de la oposición señaló, además, que los candidatos de la ‘Plataforma Unitaria’ podrán ser votados en la tarjeta de la «Mesa de la Unidad», debido a que —según él— las boletas de sus partidos se «encuentran secuestradas». El supuesto «secuestro» al que alude el dirigente tiene que ver con las disputas internas para tratar de quedarse con el control de las organizaciones.
Freddy Guevara, uno de los voceros del partido extremista Voluntad Popular, del que también forma parte Guaidó, reconoció este martes que entre «las premisas» que tenían para asaltar el poder político estaba buscar «el quiebre militar» y el «desplazamiento total» del chavismo.
Según Guevara, quien hasta hace poco estuvo privado de libertad por su vinculación con «grupos extremistas asociados al Gobierno colombiano» para atentar contra la estabilidad democrática de Venezuela, los planes iniciales de la oposición debían «revisarse» y buscarse «una negociación».
«Para lograrlo debemos asumir que todos los sectores y fuerzas políticas (incluido el chavismo, que existe y no puede ser eliminado) tendremos que convivir en el país, en democracia y libertad. No en dictadura. Lo creo y lo defiendo y estoy dispuesto a escuchar y debatir», dijo Guevara, quien fue liberado recientemente tras iniciarse el proceso de diálogo en México.
Fuente: RT.