El alcalde de Portland, en Estados Unidos, Ted Wheeler, prohibió a la Policía de la ciudad de ese país con efecto «inmediato» el uso del gas lacrimógeno CS para controlar a las multitudes durante las protestas que se registran contra el racismo y la brutalidad policial.
En un comunicado, Wheeler explicó que, durante los últimos cien días, las fuerzas de seguridad de Portland y el condado de Multnomah «han confiado» en este gas lacrimógeno para dispersar a las multitudes, a pesar de que su uso supone «una amenaza para la vida», destacó Europa Press.
«Necesitamos algo diferente. Lo necesitamos ahora», ha señalado, al tiempo que ha reclamado «reducir la violencia». «Pido a todo el mundo que dé un paso al frente y repriman la violencia», dijo Wheeler. «Estoy actuando. Es hora de que otros se unan a mí», agregó.
Asimismo, lamentó que «los incendios, el vandalismo y la violencia no van a dirigir el cambio» en Portland, por lo que aseguró que «espera que la Policía arreste a las personas que llevan a cabo actos criminales».
El gas CS es uno de los tipos de gas lacrimógeno más comunes y se ha usado de forma regular durante las protestas contra el racismo y la brutalidad policial en Portland.
La ciudad, ubicada en Oregón, se ha convertido en uno de los últimos grandes focos de las manifestaciones contra la brutalidad policial.
La muerte de George Floyd tras pasarse casi nueve minutos con su cuello aprisionado por la rodilla del agente de Policía Derek Chauvin el pasado 25 de mayo desató protestas y disturbios en las principales ciudades de Estados Unidos, en un movimiento que ha ido creciendo y se ha expandido en todo el mundo en contra del racismo.