El director para América Latina de National Geographic, Alex Muñoz, fue consultado sobre la situación que se registra en la Patagonia, debido a las industrias salmoneras que están instaladas en la zona.
De 2008 a 2016, Alex fue director ejecutivo de la oficina de Oceana en Chile, donde encabezó campañas sobre la salmonicultura, entre otros temas.
En entrevista con Patagon Journal, el ambientalista señaló que «la Patagonia es uno de los ecosistemas terrestres y marinos del mundo, comparable al Amazonas o al Serengeti (Tanzania)».
«Es un lugar con un valor ecológico increíble que también tiene potencia para proporcional empleos a través de actividades sostenibles», añadió.
No obstante, afirmó que la política instalada en Chile en los últimos 40 años, sobre la industria salmonera, ha generado un fuerte impacto en el medio ambiente.
Ante esta situación, Muñoz espera que el presidente Gabriel Boric adopte medidas urgentes para proteger las zonas amenazadas por la industria salmonera.
«Por desgracia, Chile ha promovido la salmonicultura en la Patagonia durante los últimos 40 años, lo que ha tenido un enorme impacto medioambiental. No podemos permitirnos seguir perdiendo la Patagonia a causa de las salmoneras. Espero que el gobierno del Presidente Boric adopte medidas para proteger las zonas más valiosas de los fiordos patagónicos que están amenazadas por las salmoneras. Si un sector económico como la salmonicultura no ha sido sostenible durante 40 años, nunca lo será», puntualizó, citado por la revista.
Aseveró que en, la actualidad, se ha promovido acciones para proteger el medio ambiente, frente a lo que él considera como la mayor crisis medioambiental que se ha registrado en la historia.
«Necesitamos una Patagonia sana si queremos tener más posibilidades de sobrevivir a esta crisis climática y medioambiental. Estoy convencido de que, a largo plazo, las salmoneras deberían abandonar la Patagonia para siempre. No podemos tener actividades económicas con un impacto medioambiental tan increíblemente alto», aseveró el ambientalista.
Para el ambientalista, las autoridades tendrían que darle prioridad a eliminar la industria salmonera de la Reserva Nacional Kawésqar , fuertemente afectada por las salmoneras.
Una alternativa económica a la salmoneras en la Patagonia
Durante la entrevista, fue consultado sobre la lucha de diferentes organizaciones medioambientales contra las salmoneras en la Patagonia.
Al respecto, señaló que es necesario que se creen nuevos mecanismos y alternativas económicas para la zona, y así poder sustituir a la industria salmonera.
Entre las propuestas – presentadas por Muñoz – se encuentra fortalecer el turismo de naturaleza, lo que podría permitir dar trabajo e ingresos a las comunidades de la zona.
«Creo que lo que debe ocurrir es que la gente de la Patagonia tenga una alternativa económica a la salmonicultura. Junto con hacer que la acuicultura del salmón salga de ciertos territorios, tenemos que apoyar actividades económicas, como el turismo de naturaleza, que pueden dar trabajo e ingresos a las comunidades para siempre si lo hacemos bien», señaló.
«Es muy importante que cualquier transición sea justa para las personas que tendrán que buscar otro trabajo, no podemos hacer que los trabajadores paguen por la eliminación de las salmoneras. Esto no es su culpa, sólo están trabajando, y merecen ser apoyados mientras hacen la transición a una actividad diferente. Pero debemos hacerlo cuanto antes. No podemos permitirnos seguir perdiendo zonas de la Patagonia que no pueden ser sustituidas si las destruimos», añadió el ambientalista.
Por otra parte, cuestionó los discursos de algunas industrias salmoneras de busca acciones sostenibles, para no afectar la vida marina.
Al respecto, aseveró que en Chile, por ejemplo, la «salmonicultura es el cultivo de especies exóticas e invasivas», por lo que es «imposible» considerar que en la Patagonia se lleven a cabo actividades ecológicas.
«Las concesiones salmoneras que han sido certificadas como sostenibles han tenido graves problemas medioambientales. Creo que esos certificados verdes han perdido toda credibilidad y no sirven para informar a los consumidores sobre la realidad de las salmoneras», agregó Muñoz.
Caso Nova Austral
Hace tres meses, la Superintendencia de Medioambiente (SMA) revocó, por primera vez en su historia, tres resoluciones de calificación ambiental (RCA) a una empresa salmonera, en este caso, la noruega Nova Austral, por los graves daños ambientales ocasionados en la operación de tres centros de cultivo ubicados en el Parque Nacional Alberto de Agostini, en la Región de Magallanes.
Al respecto, señaló que, a pesar de esto, «algunas de las empresas que han obtenido estas certificaciones verdes han sido incluso condenadas por los tribunales de Chile por mentir sobre sus mortalidades y la destrucción del fondo marino para ocultar que esos lugares han quedado completamente desprovistos de oxígeno».
«Increíblemente esa misma empresa que fue condenada por mentir sobre sus mortalidades e impacto ambiental fue retribuida por el estado chileno con 137 millones de pesos utilizando los beneficios de la Ley Navarino», concluyó.