«Alguien tenía que reaccionar»

Antonella es de 25 de mayo, La Pampa

«Alguien tenía que reaccionar»

Autor: Lucio V. Pinedo

Antonella es de 25 de mayo, La Pampa. Tiene 17 años. De un día para otro, en los medios pasaron a llamarla «heroína». ¿Por qué?  Porque tuvo el valor de practicarle reanimación cardiopulmonar a una beba de 1 año y 4 meses que se había caído a un canal de riego. Así le salvó la vida.

Antonella

El hecho ocurrió en el paraje neuquino Octavio Pico, ubicado a 60 kilómetros de Rincón de los Sauces, Neuquén. Una beba de un año y cuatro meses cayó accidentalmente a un canal de riego y estuvo sumergida por varios minutos, hasta que fue rescatada por su madre y reanimada por una adolescente de 17 años. La joven es pampeana y aplicó sus conocimientos en RCP que le enseñaron en 25 de Mayo.
Antonella Fernandez vive en 25 de Mayo, desde hace 4 años, junto a su hermana mayor, mientras que sus padres y el resto de la familia residen en la localidad de Octavio Pico. La joven es estudiante de 5º año del colegio secundario Dermidio Cejas.

La joven se mostró sorprendida al ver cómo los medios de prensa locales buscaban su palabra. Tímidamente, solo daba las gracias, mientras recibía las felicitaciones de los directivos, docentes y de sus compañeros de colegio, que no podían creer la increíble historia.

«Yo estaba en mi casa, cuando salgo afuera, porque escuchaba gritos, cuando entro le digo a mi mamá que saliéramos para ver qué estaba pasando. Allí vemos a nuestra prima que venía con la bebé en brazos, entonces mi mamá la agarra a upa, todos lloraban y nadie hacía nada. En esos momentos, la nena no reaccionaba, la madre se agarraba de los pelos y mi mamá oraba. Entonces agarré valor, puse la bebé en el piso y me acordé del curso de RCP que nos habían dado en el colegio e hice eso… Ahí la nena largó un poco de agua, recuperó la respiración y comenzó a llorar», contó la joven a Radio Municipal, de su localidad.

«Veía que todos tenían miedo, pero yo me animé», dijo. «Fue raro, yo después pensaba cómo me había acordado lo que había aprendido en el curso, pero lo hice al ver que la nena no daba más, que todos estaban mal y nadie reaccionaba. Cuando la nena se recuperó, la levanté y ella pidió ir con su mamá», agregó.

«Después, con los nervios, me agarró dolor de estómago y no pude dormir. Al otro día, concurrí al colegio y no le había contado a nadie, solo a una compañera de banco, que no lo podía creer», contó Antonella.

¿Se trata de una heroína? No lo sabemos. Sea como fuera, es una necesaria buena noticia.


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