Algunos apuntes sobre la aprobación de la Central Termoeléctrica Barrancones

Después de un par de meses de la intervención presidencial en el proyecto de la Central Termoeléctrica Barrancones (CTB) –iniciativa a cargo de la empresa franco-belga Suez Energy– , no deja de llamar la atención el revés sufrido por una decisión que ya había sido tomada por las autoridades competentes

Algunos apuntes sobre la aprobación de la Central Termoeléctrica Barrancones

Autor: Wari

Después de un par de meses de la intervención presidencial en el proyecto de la Central Termoeléctrica Barrancones (CTB) –iniciativa a cargo de la empresa franco-belga Suez Energy– , no deja de llamar la atención el revés sufrido por una decisión que ya había sido tomada por las autoridades competentes. Recordemos: la Corema de Coquimbo aprobó el proyecto por 15 votos a favor y 4 en contra el día martes 24 de agosto. Los votos en contra vinieron de 4 consejeros regionales. Pero tras la mediación del Presidente de la República Sebastián Piñera el 26 de agosto pasado, la empresa decidió no continuar con su plan. El proyecto había ingresado voluntariamente al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (Seia) el día 21 de diciembre del 2007. Se trataba de una Termoeléctrica que funcionaría en base a carbón. La idea era generar un total de 540 MW de energía, aporte que iría directamente al Sistema Interconectado Central (SIC), que abarca desde la III Región de Atacama hasta la X Región de Los Lagos. El monto total de inversión se estimó en 1.100 millones de dólares[1].

La Central iba a ser emplazada en la Caleta Chungungo -IV Región de Coquimbo- al sur de Punta de Choros[2], en la comuna de La Higuera. Este lugar se caracteriza por poseer una amplia diversidad ecológica marina. De hecho, en la zona se encuentra una Reserva Nacional del Pingüino de Humboldt. Ahí habita el 80% de la población mundial de esta especie, actualmente en peligro de extinción. También se encuentran en el lugar las Reservas Marinas Damas, Choros y Chañaral, en las que existen más de 800 especies marinas, de las cuales el 70% son propias de la zona (endémicas). En el lugar existe una importante colonia de lobos marinos, pingüinos magallánicos, chungungos, yacas y delfines nariz de botella, entre otras especies. También hay que mencionar que se trata de una de las caletas pesqueras artesanales más productivas de recursos bentónicos, destacando la extracción del loco.

En el año 2002, en el contexto de la Cumbre Mundial de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, se definió a nuestro país como una de las zonas clave debido a nuestra importante biodiversidad marina. Por ello es que se calificó como un lugar de alta importancia para su conservación. Chile entonces se comprometió a proteger el 10% de los ecosistemas marinos para este 2010. Curiosamente -coincidiendo con todos estos acontecimientos- este año se celebra el “Año Internacional de la Diversidad Biológica”. Ahora bien, en términos porcentuales, Chile posee bajo protección actualmente sólo un 0,03% de sus ecosistemas marinos. Nuestro país tiene bajo protección –por ejemplo- las Reservas Marinas Isla Chañaral (III Región), Isla Choros e Islas Damas (IV Región), además de la Reserva Marina del Ostión del Norte en la Rinconada (II Región). Cabe recordar que Chile integra la OCDE[3] y esto implica necesariamente asumir nuevos compromisos en diversas materias.

Los daños que eventualmente podría ocasionar la puesta en funcionamiento de un proyecto de estas características son diversos. Evidentemente, la planta necesitaría construir puertos de desembarque para las descargas de carbón y remoción del lecho marino. Para ciertos procesos, la Central tendría que extraer agua del mar, la que luego devolvería con un aumento de temperatura entre 8º y 10º C sobre su temperatura normal. Esto afectaría irremediablemente la flora y fauna local. Habría concentración de metales pesados en áreas de manejo de productos bentónicos. También se encuentra el riesgo de provocar lluvia ácida, afectando así los suelos y la agricultura. Se generarían residuos tóxicos de por vida, además de los riesgos de accidentes de derrame, hundimiento u otros en el proceso de construcción y vida útil del proyecto.

Respecto de los daños que podría provocar el funcionamiento de esta Central en la salud de las personas se cuentan el cáncer y las enfermedades cardiacas. También hay riesgo de provocar alojamiento de toxinas y metales pesados en el torrente sanguíneo, falta de oxigenación, irritación, intoxicación, dolor de cabeza, enfermedades y deficiencias respiratorias, malestares abdominales y deterioro del rendimiento físico, bronquitis crónica, asma, afecciones con cuadros clínicos complejos (invasión masiva de toxinas en el cuerpo), edema pulmonar, irritaciones frecuentes en ojos, queratitis[4].

Cabe recordar que el Presidente Piñera[5] había asegurado -mientras estaba en campaña por el sillón presidencial-, que no aceptaría ni apoyaría proyectos de estas características. Es en este contexto –el recordatorio de sus dichos- que se le pidió cumplir con la palabra empeñada. Así, el Presidente actúo obviando y pasando por alto la resolución tomada por las instituciones competentes y “pidió” a Suez Energy no instalar la central en el lugar. Eso sí, se le entregó la posibilidad a la empresa de ubicar el proyecto en otro lugar. Pero ello significaría un nuevo EIA[6], lo cual –según Ana Lya Uriarte, ex ministra de Medio Ambiente- tomaría un período de tiempo que se estima en un poco más de un año[7]. Luego de lo acontecido el Director Ejecutivo de la empresa, Juan Clavería, expresó que es necesario iniciar una discusión nacional para definir las fuentes de generación de energía del futuro.

Un hecho que llama la atención es que, a pesar de la cancelación del proyecto Barrancones y la decisión de la empresa de no continuar con éste, el trámite ambiental de la termoeléctrica siguió su curso[8]. En un documento publicado por la Corema de Coquimbo el día 7 de septiembre[9], se califica “Ambientalmente Favorable” el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del Proyecto “Central Termoeléctrica Barrancones”. El 13 de septiembre se publicó finalmente la ratificación de calificación ambiental. Esto sucede debido a que -independiente de la decisión que tomó la compañía- luego de la aprobación de la Corema, las condiciones finales en que el proyecto fue aprobado deben ser redactados en un documento de carácter oficial. Se trata del permiso ambiental del proyecto o RCA (Resolución de Calificación Ambiental) y la empresa está imposibilitada de renunciar luego que la iniciativa ha sido votada[10].

De acuerdo con la ley ambiental, las ONGs que participaron en el proceso tienen un plazo máximo de 30 días para presentar un recurso administrativo ante la Conama, trámite necesario para solicitar la revocación de esta resolución. En caso contrario, está se da por aprobada y la empresa Suez estaría en condiciones de iniciar inmediatamente la construcción de la central. Ojo, que con la aprobación ambiental ya comunicada a la empresa, ésta tiene un plazo máximo de cinco años para iniciar la ejecución del proyecto, sin necesidad de tener que pedir nuevas autorizaciones medioambientales, período que –como sabemos- excede al gobierno de Piñera[11].

En el fondo, el actuar de Piñera puede explicarse más por una posible desaprobación ciudadana –cuestión que existió en un primer momento-, más que por el cuidado del medioambiente como se ha hecho creer. Esta intervención se saltó la institucionalidad vigente y eso resulta ser grave en un estado de derecho –más allá de la calificación ética que uno pueda darle a la determinación de evitar un desastre ecológico-, pues indica que la máxima autoridad podría influir políticamente en otras materias. Y hay que ser claro, la determinación de Piñera de comunicarse con ejecutivos de la empresa y solicitarles no construir el proyecto en el lugar determinado por la Corema de la IV Región, obedece a una cuestión de carácter político y no técnico, pues –recordemos- el EIA fue aprobado y esta es la instancia en que el proyecto se aprueba o rechaza.

NOTAS

[1] Suez Energy alcanzó a invertir 15 millones de dólares en el proyecto.

[2] Punta de Choros se encuentra a 155 km al norte de La Serena, capital de la Región.

[3] Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, organización que integra nuestro país desde el 7 de mayo del 2010.

[4] Esta información fue obtenida del sitio www.chaopescao.cl

[5] Piñera ha sido criticado porque –con su accionar en el conflicto- habría puesto en riesgo los procedimientos institucionalizados y las reglas del juego que rigen al país. Incluso, el senador UDI Jovino Novoa manifestó que el Presidente había actuado por fuera de la institucionalidad. Fuente: http://www.elmostrador.cl/opinion/2010/09/02/barrancones-solamente-una-vez/

[6] No es posible homologar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de un lugar específico, para otro lugar pues entre uno y otro existen distintas condiciones ambientales y los impactos asociados a un proyecto varían debido justamente a las condiciones presentes en cada espacio geográfico en particular.

[7] http://www.lanacion.cl/ex-ministra-uriarte-nuevo-estudio-a-central-demoraria-un-ano/noticias/2010-08-26/130829.html

[8] http://www.sofofa.cl/mantenedor/detalle.asp?p=60&s=6130&n=33215

[9] https://www.e-seia.cl/archivos/RCA_BARRANCONES_1_parte._pdf.pdf

[10] http://www.sofofa.cl/mantenedor/detalle.asp?p=60&s=6130&n=33215

[11] http://papeldigital.info/ltrep/#

Por Miguel Ángel Negrón Oyarzo

Texto -de origen externo- incorporado a esta web por (no es el autor):


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