Amplio repudio a los allanamientos de comunidades y criminalización de autoridades tradicionales en la Futawillimapu

Exigen cese de la represión tras operativos en territorios ancestrales mapuche-williche

El reciente operativo policial llevado a cabo el 18 de diciembre en San Juan de la Costa, Región de Los Lagos, ha desatado una ola de críticas por parte de las comunidades mapuche-williche, quienes consideran estas acciones una extensión de la histórica represión estatal. Sectores como Los Hualles y Loma de la Piedra fueron escenario de allanamientos violentos, incluyendo la profanación de la ruka del Machi Cristóbal Tremigual Lemui, considerada un espacio ceremonial sagrado.

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Desde la Escuela Popular Campesina de Curaco de Vélez se denunció este domingo 29 de diciembre que “un numeroso contingente policial irrumpió violentamente en los territorios […] con armas de fuego y represión hacia las comunidades”. Durante el operativo fue detenido Likan Colipán (hijo de un profesor voluntario de la escuela, Bernardo Colipán), joven estudiante universitario y activista, lo que ha generado indignación. “Criminalizar actos de solidaridad sólo se da en regímenes autoritarios”, subrayaron en su comunicado, emplazando al gobierno de Gabriel Boric a cesar estas prácticas.

“Creemos que es una provocación extender la represión hacia nuestro sur, trayendo la violencia hacia territorios históricos. Por nuestra parte estamos y estaremos siempre con las justas reivindicaciones de los pueblos originarios con los que el estado de Chile está en permanente deuda y con las víctimas de una represión sistemática y racista hacia las comunidades”, señala la Escuela.

Por su parte, la Agrupación de Educadores/as Tradicionales del Territorio de Melipülli también rechazó enérgicamente los hechos, destacando que “la müchulla de nuestra autoridad espiritual fue atacada” durante los allanamientos. Subrayaron que estas acciones violan tratados internacionales y evidencian el continuo despojo cultural y territorial que ha afectado históricamente al pueblo mapuche.

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Por su parte,  el Lof Winkül Küsra expresó que, a pesar de los actos represivos, su compromiso con la defensa del territorio se mantiene firme. “Nuestro newen sigue intacto, seguiremos en la recuperación del territorio que nos pertenece por herencia”, manifestaron. Además, denunciaron la detención de personas mayores y la violencia ejercida contra niños y niñas durante los allanamientos, señalando que “no existe ninguna asociación delictiva; nuestro objetivo es proteger el itro fill mongen y las fuerzas espirituales”.

El Machi Cristóbal Tremigual Lemui ha sido objeto de una preocupante persecución, alertaron las comunidades. Este líder espiritual, reconocido por su labor de sanación, enfrenta hostigamiento constante, lo que pone en riesgo su libertad y su labor ancestral. En este contexto, el llamado de los territorios fue claro: “Acompañen al Machi en estos momentos difíciles […] no queremos otra autoridad mapuche encarcelada”.

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En el marco de un nguillatun realizado tras los incidentes, las comunidades reafirmaron su lucha por la defensa del territorio y la biodiversidad. “El ataque cobarde de las policías nos hace más fuertes”, aseguraron, destacando la importancia de la unidad para resistir el embate del Estado.

La solidaridad ha sido un pilar fundamental en esta resistencia. “Agradecemos a todos los territorios que nos acompañaron en nuestro nguillatún […] el apoyo recibido fortalece nuestra lucha”, señalaron los firmantes del comunicado del Lof Winkül Küsra.

Los llamados al diálogo han sido constantes, pero las comunidades advierten que las acciones estatales contradicen los discursos oficiales. “El presidente Boric dice buscar la paz, pero nos aplasta como sus peores enemigos”, concluyeron en su declaración.

Ante esta situación, las comunidades mapuche-williche reiteraron su demanda de respeto a sus derechos, el cese de la represión y la apertura de un diálogo genuino que permita alcanzar soluciones pacíficas y justas.