Argentina habilitó este jueves 29 de octubre la llegada en avión de turistas provenientes desde países limítrofes, tras mantener sus fronteras cerradas durante siete meses por la pandemia de coronavirus.
Si bien la crisis sanitaria no ha sido superada en la región, Buenos Aires reglamentó un protocolo que permitirá el arribo de visitantes internacionales al aeropuerto de Ezeiza, donde serán sometidos a un test adicional de saliva para descartar que puedan estar contagiados.
En una rueda de prensa realizada este viernes 30 de octubre, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, estimó que llegarán a Argentina «alrededor de 100.000 brasileños con una estadía promedio de cuatro días», que aportarán ingresos por unos «200 millones de dólares».
Los visitantes no podrán viajar por el resto del territorio, sino que deberán alojarse y permanecer en la Capital Federal, explicó el secretario General y de Relaciones Internacionales de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando Straface.
Straface agregó que, para poder ingresar a la capital del país sudamericano, los turistas deberán tener hecho un test PCR y presentar una declaración jurada en la que manifiesten no tener síntomas. Además, se les tomará la temperatura cuando desciendan del avión.
Consultado sobre la posibilidad de abrir las fronteras a otros países, el funcionario dijo que espera que eso ocurra «lo más pronto posible».
Este viernes, el Gobierno de Alberto Fernández autorizó los vuelos internacionales regulares desde y hacia Argentina, suspendidos desde marzo pasado, como parte de las medidas sanitarias adoptadas por la Casa Rosada.
Argentina se mantiene como uno de los cinco países más afectados por la pandemia en el mundo, con un total de 1.143.800 contagios de COVID-19 y 30.442 personas fallecidas por la enfermedad hasta la fecha.
Fuente: RT.