¡Asesino, asesino!: Hoy se cumplen 40 años del “Puntarenazo”, una de las primeras manifestaciones contra la dictadura

La década de 1980 se caracterizó por distintos motivos como la música, los peinados, la moda, la televisión, entre otros tantos, pero además dio el puntapié inicial para lo que sería una realidad en unos años más: el fin de la dictadura.

¡Asesino, asesino!: Hoy se cumplen 40 años del “Puntarenazo”, una de las primeras manifestaciones contra la dictadura

Autor: Raimundo Gallardo

Como si fuese un recipiente en mal estado, a medida que avanzó la década, la dictadura comenzó a filtrarse por todos lados. Cada vez había más información, el mundo estaba al tanto de lo que ocurría, los medios “independientes” estaban haciendo lo suyo, las cifras económicas no acompañaban al régimen, y el apoyo ciudadano cada vez caía más.

Bajo este contexto, la ciudad de Punta Arenas protagonizó uno de los momentos más recordados de aquel entonces, el que la prensa denominó como “Puntarenazo”.

Los antecedentes

En 1983 nacen los famosos “cabildos abiertos”, instancia donde los participantes conversaban abiertamente de los problemas que aquejaban a los habitantes del lugar.

Los cabildos nacen debido a la organización de diferentes actores sociales y opositores a la dictadura, entre los que destaca el Comando Multigremial o la Coordinadora de Pobladores, por ejemplo, más la presencia del famoso “Grupo de los 24”, dan origen a los cabildos abiertos.

El 4 de febrero de 1984, Pinochet anunció su visita a tierras patagónicas entre el 24 y el 29 del mismo mes. Al alero de esa noticia, se programa un cabildo para el día 18 donde finalmente se adoptó la decisión de realizar una protesta por la visita del dictador.

Los altos niveles de cesantía en Magallanes, sumado a los bajos sueldos de los programas POJH y PEM (los planes laborales de la dictadura), fueron los acelerantes perfectos para que la ciudadanía manifestara su rechazo a la presencia de Pinochet.

El día D

La llegada de Pinochet a la ciudad generó algunos incidentes, pero no hubo grandes manifestaciones. Sin embargo, un obrero fue atropellado mientras marchaba lo que movió un poco los ánimos.

No obstante, la gran manifestación estaba programada para el día 26. Augusto Pinochet recibiría un homenaje en la Plaza Muñoz Gamero, la famosa Plaza de Armas.

Frente a la Catedral estaban los manifestantes, mientras que, al otro extremo, frente al edificio de ENAP, se encontraban los partidarios.

Al mediodía cuando llegó Pinochet, todo se desbordó. Los opositores se hicieron presentes con distintos cánticos como ¡y va a caer, y va a caer! Y ¡Asesino, asesino!

Dicen incluso, que alguien le arrojó a Pinochet un conejo muerto con la palabra ASESINO, y que este le habría manchado de sangre el traje.

Esto genero la indignación de Pinochet, quien no esperaba este recibimiento. Una parte importante de los 600 manifestantes se refugiaron al interior de la Catedral que estaba en misa.

Según dicen crónicas de la época, el edificio eclesiástico estuvo rodeado por efectivos policiales hasta las 17 horas, sin embargo, sólo hubo 16 detenidos.

Pese a que las autoridades militares y políticas de la época le atribuyeron la manifestación a los sacerdotes, esto fue totalmente desmentido por ellos.

Según el informe de la Comisión Valech, el “Puntarenazo” trajo como consecuencia mayor represión y persecución a distintos dirigentes opositores de la zona, quienes “luego de permanecer en recintos de Carabineros y de Investigaciones, fueron sometidos a procesos y recluidos en la cárcel de Punta Arenas”.

Las demandas que acompañaron los gritos de protestas un día como hoy hace 40 años, aún están vigentes en una de las ciudades más australes del planeta. El “Puntarenazo” marcó un antes y un después en la historia reciente de nuestro país, ya que sirvió como motor de lucha para otros en distintos puntos del país.


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