Un futbolista alemán planea recurrir a la Justicia a raíz de haber sido sancionado con siete meses sin poder jugar por la asociación de fútbol local por supuestamente haber escupido a un juez de línea en un partido de la segunda división del país, algo que él niega.
El incidente ocurrió el pasado 22 de octubre cuando Clemens Fandrich, de 30 años, jugaba de local junto con su equipo, el Erzgebirge Aue, frente al FC ErIngolstadt. Faltando un minuto para el final, se produjo una discusión entre un asistente y el mediocampista por un saque de banda que este último había ejecutado.
Como resultado, Fandrich fue acusado de escupir al juez de línea Roman Potemkin en un ojo y recibió la tarjeta roja.
«Estoy conmocionado. Es una mentira absoluta y una calumnia contra mi reputación. No le escupí. Voy a conseguir a un abogado para ver cómo puedo defenderme», expresó el deportista tras el hecho.
Esta semana, sin embargo, la asociación de fútbol alemana dispuso que Fandrich permanezca fuera de la cancha durante los próximos 7 meses, advirtiéndole que la sanción podría haber sido incluso de dos años.
«La violencia contra referís y sus asistentes son castigables con suspensiones de entre seis meses y dos años», precisó la autoridad.
«El tribunal tomó en cuenta el comportamiento previo impecable de Fandrich durante 12 años de futbol profesional. Sin embargo, escupir a un asistente en el rostro es una cuestión tan seria que hemos considerado un castigo más severo», añadió.
Al enterarse de la sanción, Fandrich amenazó con acudir a una corte federal para limpiar su nombre.
En caso de efectuarse, la medida disciplinaria sería una de las más prolongadas en la historia del fútbol germano, apenas dos semanas más corta que el castigo impuesto en el 2012 a Levan Kobiaschvili, apartado de la cancha por siete meses y medio por propinar un puñetazo al réferi Wolfgang Stark.
Cortesía de RT
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