La diputada María Luisa Cordero (RN) protagonizó una nueva polémica tras lanzar insultos de carácter homofóbico contra el ministro de Educación Marco Ávila, quien enfrentaba una acusación constitucional esta semana en el Congreso Nacional. Además, la parlamentaria reconoció que el líbelo acusatorio no se funda en los líos de plata en Junaeb, como han argumentado algunos representantes de Chile Vamos, sino en la supuesta intromisión del ministerio «en la formación moral de los hijos».
Las declaraciones de la doctora Cordero se dieron en el programa Sentido Común de radio El Conquistador. Consultada respecto al juicio político contra Ávila, la diputada arremetió no solo con insultos hacia el ministro, sino que también con información falsa, asegurando que a los estudiantes se les estaría enseñando a masturbarse en las salas de clase.
«El famoso Ávila que si no fuera ministro de educación yo habría solicitado que lo metan preso por incitación a la precocidad y la perversidad sexual infantil. Él insistiendo con el desarrollo sexual-afectivo de los niños, no se saben las vocales y les están haciendo clases para aprender a masturbarse y conocer sus clítoris a las niñitas. Una manga de pervertidos con ese discurso decadente», señaló la diputada.
«[Ávila] es un gordito enfermo del hígado con la bilirrubina hasta el tope. Es una persona que nadie se preocupa de que debería ser evaluado físicamente e ideológicamente porque tiene una enfermedad y tiene una preocupación perversa por la anticipación del desarrollo sexual de los escolares», agregó.
Cordero también recordó que la acusación constitucional fue presentada por diputadas de la bancada evangélica debido a una supuesta «ideologización» a los estudiantes por parte del ministerio de Educación.
«La acusación constitucional fue incubada por dos diputadas de afiliación evangélica, Sara Concha y Francesca [Muñoz]. Ellas interpusieron esta queja de intromisión en la crianza y en la formación moral de los hijos. Por eso se baja la acusación contra Ávila, no tiene nada que ver con la plata de la Junaeb ni cosa que se le parezca, pero los políticos con tal de salir en la tele se ponen a hablar estupideces. La queja contra Ávila es por incitación a la precocidad sexual», aclaró Cordero.
«Yo que soy católica me hago parte, me parece que es insólito, inadmisible, nauseabundo y asqueroso que el ministro de Educación, que debería estar llorando en la noche porque hay niños que no saben leer y están en cuarto básico, esté preocupado de la incitación a la sexualidad», añadió.
Finalmente, la diputada criticó «la nefasta involución» que ha experimentado la educación en los últimos 30 años, lo cual se debería -a su juicio- a los gobiernos de la Concertación y de Sebastián Piñera. «No vamos a pasar tampoco la cuenta al pobre negrito Ávila», sentenció.