Israel intensifica los ataques en Gaza y cierra oficinas de Al Jazeera en Cisjordania ocupada, desatando condenas internacionales
La violencia en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes este fin de semana con un nuevo ataque israelí que dejó al menos 22 muertos, incluidos 13 niños, en un complejo escolar de la ONU. Este bombardeo se enmarca en una seguidilla de agresiones que han cobrado la vida de más de 41.000 palestinos desde el pasado 7 de octubre, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Entre las víctimas también se encontraban mujeres y desplazados que buscaban refugio en las instalaciones educativas.
El ataque a la escuela, ubicada en el norte de Gaza, ha sido fuertemente condenado por organizaciones internacionales, mientras que el Ejército israelí justificó el bombardeo como un «ataque preciso» contra un centro de mando de Hamás, que supuestamente operaba dentro del complejo. Sin embargo, las críticas se han centrado en el hecho de que cientos de civiles se encontraban en el lugar en el momento del ataque, lo que ha generado una nueva ola de indignación global. La obstrucción a los equipos de rescate, que intentan recuperar los cuerpos bajo los escombros, ha agudizado la situación.
En paralelo a los ataques en Gaza, el Ejército israelí asaltó las oficinas de la cadena Al Jazeera en Ramala, Cisjordania, confiscando sus equipos y cerrando sus instalaciones por 45 días.
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Este acto ha sido denunciado por el canal catarí como un atentado a la libertad de prensa y una clara violación del derecho internacional. Durante el allanamiento, según e denunció, los soldados israelíes destruyeron equipos y arrancaron un cartel conmemorativo de la periodista Shireen Abu Akleh, asesinada hace dos años por un soldado israelí mientras cubría una redada militar.
La comunidad internacional ha expresado su rechazo tanto al cierre de Al Jazeera como a los bombardeos en Gaza. En un comunicado difundido a través de Telegram, el Gobierno de Gaza calificó el cierre de las oficinas de Al Jazeera como «una muestra de la fragilidad de la narrativa israelí frente a la verdad y los hechos en el terreno». La acción ha sido vista como una maniobra para silenciar a un medio que ha cubierto de manera incisiva las agresiones israelíes en la región, incluyendo ataques a hospitales y la muerte de civiles desarmados.
Por su parte, Al Jazeera ha hecho un llamado a los sindicatos de prensa y organismos mediáticos a condenar el cierre de sus oficinas y a solidarizarse en la defensa de la libertad de prensa. La cadena ha sido una de las principales fuentes de información sobre la crisis en Gaza, documentando los bombardeos israelíes y la devastación que han dejado en la población civil.
“En directo por televisión, soldados israelíes fuertemente armados allanaron la oficina de Al Jazeera en Cisjordania ocupada, en Ramallah, y entregaron al director de la agencia, Walid al-Omari, un aviso para cerrarla (…) Los soldados ordenaron a todos los que trabajaban en el turno de noche en la oficina que se fueran, diciéndoles que sólo podían llevarse sus pertenencias personales”, señaló el portal de Al Jazeera.
El medio también resaltó que la orden provino de la autoridad militar israelí a pesar de que la oficina estaba en el Área A, una zona delimitada como bajo control palestino en los Acuerdos de Oslo.
Según reportes, 173 periodistas han perdido la vida por los ataques de Israel luego del 7 de octubre del 2023, entre ellos se encuentran los reporteros de Al Jazeera, Ismail Al Ghoul y Samer Abudaqa.
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