Un grupo de 28 de los menores del barco Aquarius que llegó este domingo a Valencia, se fugó de la residencia juvenil de Alicante donde se encuentran alojados junto a otros 70 niños y adolescentes, según confirmó el Ejecutivo de la Comunidad Valenciana, responsable de los menores tutelados.
La fuga fue «muy breve» dado que ya fueron localizados los prófugos por las fuerzas de seguridad y devueltos al albergue.
A pesar de la fuga, no hubo perdidas que lamentar, los menores se encuentran «en buen estado», afirmó.
Los niños en su mayoría de procedencia subsahariana y de entre 12 y 17 años, llegaron a Valencia en el barco Aquarius, procedente del Mediterráneo, después de ser rescatados en el mar.
El barco llegó a Valencia el 17 de junio, tras obtener el permiso del Gobierno de España para embarcar en el citado puerto después de que tanto Italia como Malta cerraran las puertas de instalaciones portuarias a la nave, que viajaba con 630 migrantes a bordo.
Atendidos 630 rescatados del Mediterráneo
El domingo 17 de junio llegaban a buen puerto, en Valencia, tras una difícil travesía, las tres embarcaciones que cumplían a cabalidad con el imperativo humanitario de salvar vidas. Encabezaba el convoy marítimo el buque de salvamento Aquarius, fletado por dos Organizaciones no Gubernamentales (ONG), (S.O.S. Mediterráneo y Médicos Sin Fronteras). Por otra parte, las naves habían sido acompañadas en la fase final de la travesía por dos barcos italianos que le brindaron apoyo.
En pocos días, el Aquarius se había transformado de un esfuerzo humanitario que se encontraba a la deriva en un naufragio virtual de su cometido, a un barco de la esperanza.
Este hecho ofrece una serie de lecciones y pone de manifiesto numerosas asignaturas pendientes en el ámbito mundial, europeo y español que es importante analizar y que deben guiar las acciones futuras en materia de política exterior, política migratoria, política de asilo y sistemas de acogida.