La Fiscalía General boliviana dictó este jueves prisión preventiva por seis meses al excomandante de la Policía, Rodolfo Montero, a quien se le imputan los delitos de presunto genocidio, homicidio, lesiones graves y leves asociados a la masacre de Senkata suscitada en 2019.
Montero fue trasladado a la cárcel de San Pedro en La Paz, tras determinarse en la audiencia cautelar su detención, para enfrentar la investigación a la que es sometido, por la represión policial de Senkata, la cual dejó un saldo de diez asesinados y decenas de heridos de bala.
La audiencia de medidas cautelares se desarrolló virtualmente en el Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal de la ciudad de El Alto, después de que los fiscales Wálter Lora, Favio Maldonado e Iván Cernadas, emitieran la orden de aprehensión del excomandante, tras asistir al Ministerio Público a prestar declaración sobre los sucesos del 19 de noviembre de 2019.
Montero, quien fungiera como comandante de la Policía Boliviana desde el 14 de noviembre de 2019, en detrimento de Yuri Calderón y durante el régimen de facto de Jeanine Áñez, fue recluido en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), desde donde se le trasladó a San Pedro.
Asimismo, se conoció que en Cochabamba otros ocho agentes policiales al servicio del Gobierno de facto, fueron acusados de delitos similares asociados a la masacre de Sacaba, ocurrida el 15 de noviembre del propio 2019.
En tal sentido, familiares de las víctimas de las masacres de Senkata y Sacaba se manifestaron el pasado martes en La Paz exigiendo Justicia por los crímenes cometidos.
En consonancia con sus reclamos, el Ministerio Público desarrolla las investigaciones pertinentes, con el objetivo de hallar a los responsables y hacerles pagar por sus crímenes.
Cortesía de Telesur
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