El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió este miércoles 5 de enero el alta hospitalaria tras haber pasado dos días recluido en un centro médico de Sao Paulo por una obstrucción intestinal.
El mandatario fue internado desde la madrugada del lunes en el Hospital Nova Star, debido a una molestia en el abdomen que interrumpió sus vacaciones en Santa Catarina. El martes, el equipo médico que lo atendió descartó someterlo a una cirugía e informó que Bolsonaro mostraba síntomas de mejoría, ya que incluso logró caminar.
La internación de Bolsonaro se produjo en medio de fuertes críticas, ya que el mandatario había sido cuestionado por tomar vacaciones mientras se desataba la emergencia en el estado de Bahía, que registró unos 30 muertos y miles de afectados por las fuertes lluvias.
Este martes el centro de atención informó que «la suboclusión intestinal fue disuelta», añadiendo que «la evolución clínica y de laboratorio del paciente sigue siendo satisfactoria y se iniciará dieta líquida». De hecho, remarcaron que «hay un pronóstico de alta» para el mandatario sudamericano.
Las conclusiones surgieron luego de que el cirujano Antônio Luiz Macedo revisara al jefe de Estado pasadas las 6 de la mañana (hora local). Se trata del mismo doctor que operó a Bolsonaro luego de que el político fuera apuñalado en el 2018, y siguió su evolución desde entonces.
El propio presidente explicó en redes sociales que su internación de urgencia se correspondía a las consecuencias físicas de aquel atentado y las siguientes cirugías que recibió como consecuencia.
Es la segunda vez que requiere ingreso hospitalario «como consecuencia de la puñalada». Desde entonces, el presidente de Brasil se ha sometido a cuatro cirugías mayores.
Fuente: RT.