El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, minimizó el riesgo que puede representar la variante ómicron del nuevo coronavirus y se mostró contrario a aplicar nuevas restricciones, sobre todo a los extranjeros que llegan al país.
«Estamos trabajando ahora con la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), que quiere cerrar el espacio aéreo.. ¿de nuevo? ?¿otra vez va a empezar ese tema? ah, la ómicron, habrá un montón de virus por delante, un montón de variante por delante, le pido a Dios que me equivoque, pero nos tendremos que enfrentar a eso», afirmó.
En realidad, la Anvisa no propone el cierre del espacio aéreo, como dijo Bolsonaro, sino exigir un comprobante de vacunación a todos los que lleguen a Brasil y ampliar el número de países africanos actualmente vetados, algo a lo que el Gobierno de momento se opone.
Bolsonaro añadió que «por lo que todo indica» con la vacuna y la «inmunidad de rebaño» Brasil ya está en una situación segura: «Estamos llegando al final de esta pandemia» de COVID-19, afirmó.
Los especialistas recomiendan desde hace tiempo que Brasil endurezca las restricciones, aunque en realidad la nueva variante ya está en el país; de momento hay seis casos confirmados.
Este martes, el gobernador del estado de Río de Janeiro (sureste de Brasil), Claudio Castro, confirmó que la ciudad celebrará parcialmente su fiesta de fin de año, al menos con fuegos artificiales en la playa de Copacabana.
«Ayer, el alcalde Eduardo Paes y yo conversamos mejor sobre el tema; nos pareció razonable la petición de exhibición de fuegos artificiales, pero estamos de acuerdo sobre la variante ómicron», afirmó, según recoge el diario O Globo.
Fuente: Agencia Sputnik.