El Ministerio de Exteriores de Bulgaria declaró persona no grata a un diplomático ruso, según un comunicado en su sitio web oficial.
«El Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Bulgaria declaró persona no grata a otro diplomático ruso», publicó la cartera.
La diplomacia búlgara asimismo solicitó a las fuerzas del orden rusas que brinden amplia ayuda a las autoridades de Bulgaria en la «investigación de las explosiones en los almacenes de armas, la destrucción de pruebas materiales durante un incendio y el envenenamiento de tres ciudadanos búlgaros».
El texto agrega que la vice primera ministra y canciller, Ekaterina Zakharieva, tuvo una «conversación seria y sustancial» con la embajadora rusa en Sofía, Eleonora Mitrofánova, durante la cual declaró que el Ministerio de Exteriores se reserva el derecho de emprender medidas en respuesta y llamó a Rusia a cesar las acciones «incompatibles con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas».
Asimismo, Zakharieva manifestó a Mitrofánova que considera «inoportunos» algunos comentarios de funcionarios rusos.
«Somos socios y aliados de la Unión Europea y de la OTAN pero eso no quiere decir que tengamos amos, (…) los servicios de inteligencia de Bulgaria trabajan exclusivamente en los intereses nacionales», subrayó la diplomática.
La embajada rusa en Sofía confirmó haber recibido la nota de la Cancillería búlgara, al precisar que el diplomático afectado por la expulsión es el agregado militar adjunto.
Bulgaria ya había expulsado el pasado marzo a dos diplomáticos rusos bajo sospecha de espionaje.
El miércoles, la Fiscalía búlgara declaró que seis nacionales de Rusia podrían estar implicados en varias explosiones ocurridas en depósitos de municiones en Bulgaria en 2011, 2015 y 2020. Además, tres de los rusos fueron acusados de atentar contra la vida del empresario búlgaro Emilian Gebrev.
Poco después, las autoridades de Bulgaria y Chequia comenzaron una investigación conjunta para comprobar si las explosiones en Bulgaria tienen relación con las explosiones ocurridas en 2014 en la localidad checa de Vrbetice, de las cuales también acusan a los presuntos agentes rusos.
Al comentar la situación, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo con ironía que por el momento a Rusia no la «acusan del asesinato del archiduque Francisco Fernando (detonante de la Primera Guerra Mundial)», pero que es solo cuestión de tiempo.
El Kremlin rechazó por infundadas y gratuitas las acusaciones de Chequia y Bulgaria, y aseguró que Rusia responderá a las acciones «inaceptables y provocativas» de ambos países.
Fuente: Sputnik
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