Canal La Red anuncia que recurrirá a la Comisión Interamericana de DDHH por la presiones del presidente Piñera a la línea editorial de medios chilenos

Durante la emisión del programa «Mentiras Verdaderas» de este martes, el conductor del espacio, el periodista Eduardo Fuentes, anunció que la dirección del canal La Red había tomado la decisión de recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para presentar antecedentes y dar cuenta de las presiones presidenciales de las que han sido objeto tanto el canal como diversos periodistas y medios.

Durante el mismo programa, Eduardo Fuentes habló del llamado realizado por la asesora del presidente Sebastián Piñera, Magdalena Díaz, al dueño de La Red, Ángel González, quien reside en Miami, para quejarse de la línea editorial implantada por Víctor Gutiérrez, director ejecutivo de la estación, luego de la nota al ex frentista Mauricio Norambuena («Comandante Ramiro»).

El anuncio ocurre tras conocerse además la respuesta que Víctor Gutiérrez, Director Ejecutivo del canal, a la invitación que hiciera el Gobierno -a través de ANATEL- a los canales de televisión chilenos, para postular a fondos de culturas y mantener coordinación. La respuesta de Gutiérrez fue ampliamente comentada en redes sociales. En ella, la actual cabeza del canal, responde ante la invitación: “La Red, NO postulará, ni pedirá nada al gobierno. Intimidar y censurar con llamadas y seguimientos e intervenciones telefónicas a los periodistas y canales, no es democrático. Es dictatorial.»

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Fuentes entrevistó en el mismo programa -en el que estaban la premio nacional de periodismo Mónica González y el periodista Santiago Pavlovic- a quien será el abogado que representará al canal ante la Comisión Interamericana de DDHH, el ex Director del INDH, Branislav Marelic, quien explicó que la presentación en CIDH busca generar “un efecto ante la opinión pública y la sociedad, esto es poner límite y que esto no se está dispuesto a ser tolerado en una sociedad democrática”.

A esto, Marelic profundizó en la gravedad de lo ocurrido con la llamada hecha desde La Moneda al canal, y como esto afecta a la democracia, señalando:

“No es simplemente una llamada de teléfono por un mensaje incómodo, sino que esto puede ser y se ha visto como una inhibición del ejercicio del periodismo, el cual no solo genera un problema para el periodista, sino también para la sociedad que tiene que recibir ese mensaje”.