Nicaragua celebra elecciones libres y transparentes, dijo el canciller Denis Moncada. Agregó que las autoridades de Nicaragua serán electas por los ciudadanos y no por potencias imperiales como EE.UU. y la UE. Además, tachó a la Organización de Estados Americanos (OEA) como un organismo de intervención en Latinoamérica.
«Si una elección es justa transparente y además legal, no le corresponde a la comunidad internacional definir a las autoridades, con su intervencionismo. El derecho internacional, la Carta de la ONU, no establece que los países están sujetos a que los Estados Unidos reconozcan a sus gobiernos electos democráticamente», afirmó.
Además, Moncada indicó que las autoridades de Nicaragua serán electas por los ciudadanos y no por potencias imperiales.
«Nosotros sencillamente decimos: lo importante es que los nicaragüenses, que los que están ya con sus cédulas listas para votar, sean los que elijan a las autoridades de Nicaragua (…) No son las potencias imperiales quienes eligen a las autoridades en Nicaragua, eso debe estar clarísimo, porque hemos sido clarísimos en esa dirección», dijo.
Este proceso electoral se realiza en medio de fuertes presiones de Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá. Tanto el bloque europeo como las dos naciones norteamericanas acusan al Gobierno de Nicaragua de no ofrecer garantías para el proceso electoral y han amenazado con sanciones.
Ley Renacer
El presidente estadounidense, Joe Biden, está próximo a firmar la llamada ley Renacer, con la que planea aumentar las medidas de presión financiera contra el Gobierno de Nicaragua tras las elecciones de este domingo, las que la Casa Blanca tildó de ilegítimas antes de que se realicen.
Moncada cuestionó que el Gobierno de Estados Unidos pretenda aprobar leyes para aplicarlas fuera de su territorio.
«Su política y sus leyes no pueden ser aplicables extraterritorialmente, nosotros desconocemos la extraterritorialidad de las leyes, llámense Renacer o llámense de cualquier otra manera (…) Si se demora la firma por parte del ejecutivo de Estados Unidos probablemente estén reflexionando sobre ese tipo de irracionalidad, ese tipo de políticas que no tienen fundamento», dijo el canciller.
Renacer, siglas en inglés de Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua, tiene como objetivo supervisar los préstamos a ese país, y promover más sanciones contra sus autoridades en alianza con otros países.
El canciller afirmó que «siempre (EE.UU.) usa la táctica y estrategia de aglutinar países socios como le llaman ellos, pero que son realmente países subordinados para emprenderla supuestamente en consenso con la comunidad internacional y agredir a los países».
Los nicaragüenses fueron llamados a las urnas para elegir 92 diputados de la Asamblea Nacional, 20 representantes en el Parlamento Centroamericano y al presidente y vicepresidente del país. En este proceso, el presidente Daniel Ortega, miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FMLN), se postula a su cuarto mandato consecutivo y el segundo en fórmula con su esposa la vicepresidenta Rosario Murillo.
«No queremos tu presencia en estas elecciones, no te invitamos»
«Yo creo que es comprensible que Nicaragua le diga a la OEA: «no, no queremos tu presencia en estas elecciones, no te invitamos», porque está clarísimo que la OEA nació como organismo de intervención norteamericano para hacer efectiva su política y la doctrina Monroe, es decir de dominio y de control de todos los países de América Latina y el Caribe, como si fueran parte de los Estados Unidos», destacó.
La cuenta regresiva para conocer quién gobernará Nicaragua entre 2022-2027 comenzó, y este proceso fue criticado por la Casa Blanca, que acusan al presidente Daniel Ortega y al Consejo Supremo Electoral de no ofrecer garantías para un proceso electoral equilibrado.
Los observadores de la OEA no están presentes en este proceso, pues Moncada aseguró que esa organización sentó un precedente peligroso en las elecciones presidenciales de Bolivia en 2019.
«La OEA llegó a las elecciones de Bolivia y se convirtió en el instrumento fundamental de los Estados Unidos para dar un golpe de Estado electoral, obligando al presidente Evo Morales a salir del país, cuando era el presidente constitucional y legítimamente electo», agregó.
En 2019, la OEA se sumó a la postura de la oposición, que declaró fraudulentas las presidenciales y se desató una ola de protestas que dejaron 30 muertos y más de una decena de heridos.
Esta situación conllevó a la renuncia del presidente Morales y a la designación en el poder de la senadora Jeanine Áñez, detenida desde marzo de este año por varios delitos.
Ante esto, las elecciones nicaragüenses contaron con la presencia de 200 acompañantes internacionales, en sustitución de los observadores tradicionales de la OEA, la Unión Europea y el Centro Carter.
Moncada destacó que el Gobierno de su país no puede invitar como acompañantes a organismos que fungen como «punta de lanza de agresión de Estados Unidos y otras potencias».
«No tiene sentido que invites a tu país a unas elecciones para que atente contra la seguridad, la estabilidad y la legitimidad del Gobierno que está por elegirse, o del Gobierno que está ejerciendo sus funciones de forma constitucional y de forma legal», apuntó.
El pasado 20 de octubre, el Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución para instar al Gobierno de Nicaragua a que libere a dirigentes de oposición y para pedir que inicie reformas electorales.
El canciller nicaragüense dijo que los opositores detenidos no son políticos de partidos, sino de organizaciones no gubernamentales que buscan generar desestabilización en el país.
«Ellos están claros que sus agentes, que son dirigentes de ongs (Organizaciones No Gubernamentales), que no son dirigentes políticos partidarios como se ha querido hacer ver, no están participando en estas elecciones, no porque haya obstrucción en Nicaragua, o negación del ejercicio de los derechos políticos de las personas (…) sino porque esas personas que están siendo procesadas (…) por actitudes violatorias de la legalidad nicaragüense», afirmó.
La detención de figuras asociadas con la oposición generó revuelo en la prensa internacional. Sin embargo, Moncada afirmo que se trata de una campaña de Estados Unidos contra Nicaragua.
«Los Estados Unidos que son el gran poder político y también mediático, tienen su propaganda para hacer creer que en Nicaragua las cosas no caminan bien en término de las elecciones, aunque no es así», sostuvo.
El canciller dijo que las elecciones en su país se están realizando «con toda libertad y en el marco de la Constitución y la Ley».