Carta abierta a los líderes de las instituciones juveniles de la Comunidad Judía de Chile

"Nuestros orígenes palestinos y su fe judía no deben dividirnos en este país que es nuestro hogar común. Como tales, tenemos la responsabilidad de contribuir positivamente a Chile, reconociendo que nuestras historias compartidas nos ofrecen una base común desde la cual podemos buscar entendimiento y solidaridad".

Carta abierta a los líderes de las instituciones juveniles de la Comunidad Judía de Chile

Autor: Raimundo Gallardo

Nos dirigimos a ustedes no sólo como jóvenes de origen palestino , sino especialmente como jóvenes chilenos, que compartimos una historia de inmigración, integración, aporte al país y, desafortunadamente, experiencias de discriminación. A pesar de estas similitudes, nos vemos obligados a expresar nuestra profunda decepción y dolor por la falta de crítica y acción de su parte ante las políticas de Israel, especialmente bajo el liderazgo de Netanyahu.

Primero, queremos recordarles que, antes que nada, somos todos chilenos. Nuestros orígenes palestinos y su fe judía no deben dividirnos en este país que es nuestro hogar común. Como tales, tenemos la responsabilidad de contribuir positivamente a Chile, reconociendo que nuestras historias compartidas nos ofrecen una base común desde la cual podemos buscar entendimiento y solidaridad.

Sin embargo, observamos con dolor cómo se ha mantenido un silencio ensordecedor de su parte sobre el valor igual de todas las vidas humanas. Este silencio es especialmente grave ante las injusticias cometidas contra el pueblo palestino, contradiciendo el principio fundamental de que todos los seres humanos merecen igual respeto y dignidad.

Además, su falta de posición sobre una paz justa y duradera, que necesariamente involucra el fin de la ocupación de Cisjordania, incluido Jerusalén Este y la Franja de Gaza, una solución justa para los refugiados y la igualdad de derechos a los palestinos de Israel, es simplemente decepcionante. La paz verdadera solo puede construirse sobre la justicia y el respeto mutuo, principios que parecen haber sido olvidados.

La condena de los ataques del 7 de octubre por nuestra parte fue inmediata, hemos abogado por la liberación de todos los rehenes, sean israelíes o palestinos, mostrando nuestra consistencia en el rechazo de cualquier acto de violencia injustificada, para nosotros todas las vidas valen los mismo, si no sería caer en una moral selectiva, que tanto daño ha hecho a los palestinos y al mundo. Sin embargo, es profundamente preocupante que ustedes no hayan emitido una condena igualmente fuerte contra las políticas y acciones de Israel que han llevado al sufrimiento y la muerte de miles, incluidos 14.000 niños.

Rechazamos cualquier forma de discriminación, pero es esencial distinguir entre la crítica legítima a las acciones de un gobierno y el odio hacia un grupo religioso o étnico, las críticas a las políticas de un Estado, como Israel, no son antisemitismo. Su incapacidad para criticar las políticas de Israel solo sirve para perpetuar un ciclo de violencia e injusticia.

Nos alarma que no reconozcan la distinción entre el derecho a la defensa y la comisión de crímenes de guerra. Defenderse no da derecho a cometer crímenes de guerra, no da derecho a acciones que violan los derechos humanos y el derecho internacional. La legítima defensa no da derecho a cometer un genocidio.

Como hijos de nuestro Chile y jóvenes, su silencio y falta de crítica a las políticas de Netanyahu y sus secuaces, responsables de la pérdida de miles de vidas inocentes, es incomprensible e inaceptable. Este silencio no solo es una traición a los valores que todos debemos compartir como seres humanos y como chilenos, sino que también es una renuncia a su responsabilidad moral.

La idea de que no debemos “importar el conflicto” es un argumento que ya no podemos aceptar en silencio, hablar de lo que ocurre en Palestina no es importar un conflicto. Su invitación, bajo esa excusa es a guardar un silencio cómplice con los crímenes que ocurren hace más de 75 años en la tierra de nuestros padres y abuelos.

Es hora de que ustedes, como jóvenes dirigentes de la Comunidad Judía de Chile, se unan a las miles de voces judías en todo el mundo que rechazan la injusticia y claman por una paz justa y duradera. Su silencio y falta de acción no solo son una decepción, sino que se interpreta como una aceptación de los horrores cometidos.

Con la esperanza de que este llamado sea un despertar hacia la acción y a una real forma de exportar la paz basada en la justicia. Como jóvenes, somos portadores del futuro. Somos responsables del mundo que existe y sobre todo del que vendrá y esto, más que un cliché es una responsabilidad.

VICENTE MISLE SARRÁS Directorio Juvenil Club Palestino VALENTINA SABAG ABUSLEME OSP-UC NICOLÁS TUMA ESCUDERO OSP-Uandes SOFIA GIDI MARCOS OSP-UDD AMIN SUKNI ZERAN Juventud Árabe Palestina IV Región KARIME MANZUR CHAHUAN Juaventud Árabe Palestina VI Región SAID CATTAN MITRE Juventud Árabe de Concepción SAMIRA CHAHUAN AKLE Juventud Árabe V Región GERYES EL ALAM ZUÑIGA Juventud por Palestina de Iquique


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