Un nuevo capítulo se abre en el conflicto que enfrentó, hace casi dos meses, al medio digital Interferencia con la ex jefa de asesores de La Moneda, Lucía Dammert. Una consulta por transparencia llevada a cabo por Fast Check Chile reveló que no existen registros del «requerimiento oficial» con el cual el Gobierno desmintió en su momento la información publicada por Interferencia.
Recordemos que, a mediados de septiembre, el medio electrónico dirigido por Víctor Herrero publicó un reportaje en el cual aseguraba que el FBI había solicitado a Lucía Dammert presentarse como testigo en una investigación contra el exministro mexicano Genaro García Luna, quien está siendo investigado por colaborar con el cartel de Sinaloa. Según la publicación, el servicio de inteligencia indagaba acerca del rol que podría haber jugado la socióloga durante los seis años que trabajó como asesora del ministro de seguridad.
La publicación añadía que Dammert habría aceptado de forma voluntaria presentarse ante el FBI, aprovechando para ello el viaje a Nueva York que el Gobierno llevaría a cabo por esas fechas con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin embargo, horas antes de que la delegación diplomática partiera de Chile, la entonces jefa de asesores del presidente Boric renunció a su cargo.
Luego de su publicación, el reportaje desató una ola de reacciones negativas, incluyendo la del propio Gobierno. Mientras Dammert anunciaba acciones legales contra el medio digital, desde el Ejecutivo emitían un comunicado público asegurando que se había consultado a la administración estadounidense, a través de medios oficiales, acerca de los hechos descritos en la nota de Interferencia.
“El Gobierno de Chile ha consultado al Gobierno de Estados Unidos, por medios oficiales, respecto de la veracidad de los hechos descritos en la publicación del medio de comunicación Interferencia. Luego de recibir respuesta al mencionado requerimiento, el Gobierno de Chile confirma que dicha información es falsa”, indicó.
Desmintiendo el desmentido
A dos meses de la publicación, una respuesta vía Transparencia del Ministerio de Relaciones Exteriores abre un nuevo capítulo en el conflicto. En octubre, el medio digital Fast Check solicitó a la cartera esclarecer cuáles fueron los medios oficiales utilizados por el Gobierno para corroborar la información, así como el nombre de las personas involucradas en la gestión diplomática y una copia de la respuesta norteamericana.
Sin embargo, luego de los 20 días hábiles de plazo formal, más una prorroga de 10 días hábiles extra, el Ministerio de Relaciones Exteriores respondió la solicitud asegurando que las «comunicaciones fueron transmitidas por vías verbales».
«No existen registros de actos, resoluciones, actas, expedientes, contratos o acuerdos, ni en ningún otro soporte, que versen sobre la materia consultada», señalaron desde el Minrel.
Luego de la publicación de Fast Check Chile, radio Biobío consultó a las autoridades de la cartera por mayores detalles acerca de las comunicaciones sostenidas con el Gobierno norteamericano. No obstante, desde el ministerio se limitaron a responder que “no se entregará información al respecto”.
Consultados por el mismo medio, la Embajada de Estados Unidos también se negó a dar detalles acerca del requerimiento: “Conforme a la práctica habitual de esta misión diplomática, la embajada no se refiere a asuntos que son o puedan llegar a ser materias de investigación por parte de las autoridades pertinentes”, señalaron.
De todas formas, la respuesta entregada vía Transparencia no implica necesariamente que no haya existido comunicación entre el Gobierno chileno y la administración estadounidense, pero tampoco termina de aclarar cuál fue la contraparte consultada por el Ejecutivo para desmentir la información.
“No se pudo comprobar una comunicación oficial, no se dice quiénes realizaron esas consultas verbales de las que hablan. Esta respuesta, a mi juicio, viene a confirmar que el Gobierno sobrerreaccionó en la defensa de una ciudadana privada”, sentenció Víctor Herrero, redactor del reportaje y director de Interferencia.