Comisión Mixta de parlamentarios discute puntos críticos de Ley Sbap: salmoneras en áreas protegidas. El talón de Aquiles
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Sectores industriales, en el día de hoy, en una insólita publicación en el Diario Financiero, se señaló que, de aprobarse la Ley SBAP (Ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas) afectaría el 40 % de las concesiones salmoneras y agrega: “Asimismo, las fuentes de la industria señalan que el 60 % de los centros operativos están al interior de áreas protegidas”. Un directivo indica que el proyecto tal como está “va a eliminar a eliminar a la salmonicultura de estas zonas”, destacándose en la publicación que los intentos por regular a la industria salmonera obedecería a “propósitos ideológicos”
La campaña “Áreas Protegidas Sin Salmoneras”, ha señalado que “El artículo 158 en cuestión no permitiría más concesiones salmoneras a futuro (en caso de aprobarse), pero no afecta a las existentes. No afecta producción ni empleo. Hagamos la corrección al error de tener salmones en áreas destinadas a la conservación (…) dejar claro que #leysbap no toca las actuales concesiones , no impacta entonces a la producción ni empleo actual. Un proyecto mesurado”.
Catástrofes ambientales de la industria salmonera en los mares del sur de Chile
Cienos de miles de salmones se han escapado de las jaulas de los centros operativos en el sur de Chile. El salmón es una especie exótica y carnívoro de agua fría no-nativo. En una primera etapa desarrolla su ciclo de vida en agua dulce y luego es transportado al mar para su cultivo que se realiza en la zona sur del país, entre las regiones de la Araucanía y Magallanes.
“El consumo de especies nativas por aquellas no-nativas como los salmones podría ser solo uno de los impactos directos que puede generar el escape de estos grandes depredadores. Otro, puede ser el traspaso de enfermedades debido a las altas concentraciones de antibióticos que se utilizan durante el desarrollo de estos peces”, asegura el Dr. Alejandro Perez-Matus en una publicación de Bilogía de la Universidad Católica.
Otra situación generalizada es la sobreproducción que involucra a múltiples empresas. “Cuando estos límites se superan hay un riesgo potencial de generación de condiciones anaeróbicas, que es falta de oxígeno en esa columna de agua, como también de dificultades para absorber, dispersar o consumir los residuos que se generan en ese proceso de engorda por el alimento no consumido por los salmones. Esto es de especial cuidado en las áreas protegidas, en que los equilibrios ecosistémicos deben mantenerse””, explica La Superintendenta del Medio Ambiente, Marie Claude Plumer, en recientes procesos sancionatorios a centros de cultivos en reservas de Aysén y Magallanes.
La catástrofe en el Fiordo Comau que aún no tiene responsables
El desastre ambiental que afectó al Fiordo Comau, en la Región de Los Lagos, según una serie de denuncias de organismos ambientales y científicos, tuvo un lento avance de acciones para mitigar y restaurar, en un sitio de biodiversidad sin igual, donde es posible encontrar importantes y únicos bancos de corales de aguas frías de baja profundidad, colonias de mamíferos marinos y aves, y un importante número de especies de cetáceos, algunos en peligro de conservación.
Debido a su fragilidad, presenta un alto riesgo ante impactos climáticos, que se pueden ver incrementados por el ingreso de nutrientes adicionales al ecosistema producto de la salmonicultura, que presenta una alta concentración en el lugar.
La organización internacional WWF, sobre este desastre, señaló en su oportunidad que “es importante avanzar en una zonificación que excluya la salmonicultura de Áreas Marinas Protegidas para disminuir el impacto antrópico, ya que son áreas frágiles reconocidas por su biodiversidad e importancia sociocultural”.
La organización, reiteró la urgente necesidad de evaluar de manera sistemática y con información basada en evidencia científica la exclusión de la salmonicultura en sitios críticos para la biodiversidad, comunidades costeras y pueblos originarios, incluyendo Áreas Protegidas, y revisar la distribución espacial de la salmonicultura con un enfoque actualizado de ordenamiento territorial y basado en el cambio climático.
También reaccionó en su momento, el Departamento Regional de Medio Ambiente del Colegio Médico Puerto Montt, aseverando que es necesario revisar la normativa legal vigente y aplicar un enfoque ecosistémico a la salmonicultura con una aproximación de riesgo de eutrofización, señalando a su vez, que las políticas públicas tienen que considerar la regulación de los procedimientos de concesiones de salmonicultura, las mediciones específicas de oxígeno y otros nutrientes en los fiordos, que se tienen que tomar en cuenta”.
Según han explicado versiones científicas que, estas algas se alimentan de la materia orgánica descargada en el mar por parte de las operaciones de salmonicultura: estos nutrientes, que son fecas y alimento no consumido por los peces, dan vida a estas algas tóxicas que luego absorben el oxígeno, generando zonas muertas donde no prolifera la vida y que además dan paso a la muerte masiva -por asfixia- de salmones y posiblemente de otras especies que no se conocen.
Daños ambientales en el Parque Nacional Alberto de Agostini
La Superintendencia de Medioambiente (SMA) revocó el 2022, por primera vez en su historia, tres resoluciones de calificación ambiental (RCA) a una empresa salmonera, en este caso, la noruega Nova Austral, por los graves daños ambientales ocasionados en la operación de tres centros de cultivo ubicados en el Parque Nacional Alberto de Agostini, en la Región de Magallanes.
La sanción a la compañía nórdica también contempla una multa de más de 900 millones de pesos, por alterar de manera artificial el fondo marino del Centro de Engorda de Salmónidos (CES) Aracena 14, en la ciudad de Punta Arenas.
«La máxima sanción del catálogo de la SMA se impone tras concluir los procedimientos sancionatorios iniciados hace dos años contra la empresa noruega, acreditándose que la compañía en los casos mencionados superó ampliamente los límites de producción máxima autorizada generando un daño ambiental en el Parque Nacional Alberto de Agostini, en la comuna de Cabo de Hornos», afirmaron desde la Superintendencia.
A fines del 2022, el Consejo de Defensa del Estado interpuso demanda ambiental contra “Nova Austral” por “daño irreversible”, acusada de generar pérdida del ecosistema marino, además de la afectación en biodiversidad, alterando el equilibrio ecológico del mismo, al punto de hacer irreversible su recuperación; todo esto, en un área protegida oficialmente por el Estado de Chile en virtud de tratados internacionales como es el Parque Nacional Alberto de Agostini.
También, se investiga el delito de fraude de subvenciones a consecuencia de percibir de forma ilícita los beneficios que reporta la Ley Navarino, además del delito de daño a recursos hidrobiológicos basado en el vertimiento de contaminantes al medio acuático.
La memoria del mayo chilote
En Chiloé, durante febrero y marzo del 2016, producto del Florecimiento Algal Nocivo (FAN) de la especie denominada Pseudochattonella sp., se afectaron 45 centros de cultivo de salmones (16% del total de centros activos) de 7 Agrupaciones de concesiones de salmónidos (ACS). Las empresas involucradas fueron 14 (53% del total de empresas), con mortalidades que ascendieron por sobre los 25 millones de peces (10% del total de peces sembrados), equivalente a una biomasa de 40 mil toneladas aproximadamente. La principal especie afectada fue Salmón del Atlántico representando el 94% del total de la mortalidad.
Las empresas señaladas son: Blumar, Camanchaca, Salmones Austral, Marine Harvest, Salmones Austral, Salmones Humboldt, Marine Farm; y, AquaChile, Aguas Claras S.A, Granja Marina Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina MercanteTornagaleones, Trusal S.A; Mar Ventisqueros S.A; Australis Mar S.A, estas últimas seis a quienes se les sindica de los vertimientos directos al mar a través de autorizaciones por parte de Sernapesca y la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante.
La mortandad señalada por Sernapesca es de 40 mil toneladas de peces durante el mes de febrero e inicios de marzo del 2016. Se ha señalado que fueron destinados a plantas elaboradoras de harina de pescado el 57,1%, y otro porcentaje, el 30,3% a vertederos en tierra y lo demás habría sido destinado a vertimiento marino.
Cabe recordar que el día 3 de marzo, SalmonChile presentó a la Autoridad Marítima una solicitud de vertimiento al mar con cerca de 11 mil 600 toneladas, argumentando que las plantas procesadoras ya no daban abasto y que sacarlas por vía terrestre implicaba un grave riesgo a la salud de las personas por el deterioro de las mortalidades.
La Autoridad Marítima dictó la Resolución DGTM Y MM ORD.N°12.600/05/114 VRS con fecha 04 de marzo de 2016, que “Otorga permiso para efectuar vertimiento de emergencia de desechos de pescado en la jurisdicción de la Gobernación Marítima de Puerto Montt”, estableciendo como cantidad autorizada 9.000 toneladas de recursos.
Sernapesca señaló en su oportunidad: “El contenido del vertimiento corresponde a material orgánico derivado de peces salmonídeos que murieron por asfixia y que se encontraban en proceso de descomposición. Cabe señalar que los pescados a verter no contaban con agentes químicos para su preservación”, indicó el organismo público, antecedentes que ha sido cuestionado por diversas organizaciones sociales y referentes de la ciencia.
Algunos requerimientos ante el Tribunal Ambiental, la Super Intendencia del Medio Ambiente, la Brigada de Delitos Ambientales de la PDI y estudios independientes, apuntaron a la necesidad de que se analicen las aves, peces muertos y lobos marinos, encontrados en diversas localidades, ya que si hay traza de la descomposición de los salmones dentro de ellos, no habría duda alguna de que el vertimiento de miles de toneladas de peces muertos si influyó en esta catástrofe y que por lo tanto, las culpables son nuevamente, las salmoneras.