Ante las recientes advertencias de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre un récord de altas temperaturas a nivel global en los próximos cinco años, Chile, especialmente Santiago y la zona central, debe prepararse para enfrentar uno de los veranos más calurosos desde que hay registros.
“Se espera que en los próximos meses se instaure un episodio de El Niño, que ejerce un efecto de calentamiento. Sumado al cambio climático causado por las actividades humanas, elevará las temperaturas mundiales hasta límites desconocidos”, explicó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.
“Esto tendrá repercusiones de gran alcance para la salud, la seguridad alimentaria, la gestión del agua y el medioambiente. Tenemos que estar preparados”, advirtió Taalas a través de un comunicado publicado el miércoles.
Recientemente, Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, aseguró que “existe la probabilidad de que este año no sea tan seco en la zona central de Chile como los tres anteriores, que estuvieron marcados por La Niña. Aunque, debido a la influencia del cambio climático, es difícil esperar que este sea un año lluvioso”.
Respaldando esta teoría, algunos científicos apuntan que el aumento de la concentración de los gases efecto invernadero (GEI), tiene un peso relativamente más significativo en las tendencias del aumento de las temperaturas, olas de calor, incendios y otros fenómenos adversos que El Niño o La Niña.
Por ello, si bien se espera un arribo de lo que han denominado el “Super Niño”, eso no necesariamente implicará más precipitaciones.
Aunado a todo lo anterior, informes científicos también han revelado que los patrones de viento están cambiando en el Pacífico oriental cerca de Chile, impidiendo que el afloramiento de aguas profundas más frías enfríe la superficie e incrementando las temperaturas en la zona.
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