1. 231 operarios de la fábrica de Calzados Guante alcanzaron los 22 días de huelga, luego de los cuales votaron afirmativamente la oferta del dueño, Félix Halcartegaray, que no se condice en lo absoluto con el sacrificio cotidiano de los trabajadores. La estrategia patronal para debilitar el movimiento fue como enfrentar un pájaro con un arma atómica.
El abogado asesor de los propietarios de la empresa fue Álvaro Pizarro Maass, el mismo personaje que el presidente Sebastián Piñera nombró recientemente a través del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) para participar en la comisión gubernamental “Mujer, Trabajo y Maternidad”. Pizarro Maass también presta servicios antisindicales a otras empresas. Es decir, Álvaro Pizarro Maass fue ubicado por Piñera en una instancia teórica y publicitariamente creada para ayudar a las mujeres trabajadoras, y al mismo tiempo asesora a grandes propietarios para castigar salarial y laboralmente a obreras.
Por su parte, el propio dueño de Guante, informó que la empresa vende 30 millones de dólares anuales, de los cuales 10 millones corresponden a utilidades. La suma de las demandas de los obreros que precipitaron la huelga, con suerte, arañaba un 2 % de las ganancias.
Mientras los operarios de la fábrica de zapatos hacían ollas comunes bajo la lluvia, el empleador premiaba a los obreros que no participaban de la huelga con abundantes parrilladas de carne y una pantalla gigante para que vieran el Mundial de fútbol. De todos modos, y pese a las pretensiones atemorizantes del empresario, las mujeres, mucho más que los hombres, fueron las que mantuvieron las posiciones más firmes durante la paralización de faenas. Acaso porque conocen mejor que los varones lo que cuesta vivir. A fin de cuentas, son obreras y realizan las labores del hogar al mismo tiempo.
La lucha de los operarios de Guante, los efectos relativos de la huelga y el comportamiento sobreactuado del dueño y del propio gobierno con objetivos ejemplares, son el resumen paradigmático de la relación capital / trabajo en el Chile del Bicentenario. Una celebración alienante y sin sentido alguno para los sin herencia.
2. Un estudiante expulsado y 35 con matrícula condicional fue el resultado de la movilización de los alumnos del Liceo municipal Confederación Suiza. Los padres y los estudiantes bregan codo a codo por el fortalecimiento de una educación pública en caída vertical frente a la enseñanza particular subvencionada que actualmente supera la mitad de todo el sistema escolar chileno.
Los profesores, en tanto, mantienen un silencio cómplice respecto de la política persecutoria contra los muchachos por parte de las autoridades del colegio, de la Municipalidad de Santiago y del Ministerio de Educación, dirigido por el próximo candidato a la presidencia de la derecha histórica, Joaquín Lavín –Opus Dei y ex colaborador de la dictadura pinochetista-.
Incluso algunos docentes del establecimiento que se declaran de izquierda han dado la espalda a los alumnos, toda vez que los estudiantes jamás han dejado de apoyar irrestrictamente al gremio profesoral cada vez que han hecho paros para obtener reajustes y bonos. El terror a perder el trabajo muerde indecorosamente la ética, principios y comportamiento de un gremio que hasta hace unos años, todavía era la reserva histórica de Chile frente a la embestida privatizadora del lucro sobre la escolaridad pública.
En tanto, 10 estudiantes de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano fueron expulsados de esa casa de estudios por realizar una toma que duró menos de un minuto y que tenía como objeto demandar una enseñanza no regida por las leyes desiguales del mercado. La Universidad declara oficialmente que su misión es “proponer alternativas que contribuyan al establecimiento de una sociedad más justa que combine el compromiso con la tolerancia, con la capacidad de escuchar y aceptar distintas opiniones de manera igualitaria, respetando los derechos básicos de las personas, independiente de su género, raza, cultura, nivel social, actividad, credo o ideología. Nuestra Universidad, a través de su función docente, busca la formación integral de sus estudiantes y propicia en los profesionales que educa, una ética social que difiere de un patrón individualista y de beneficio personal”.
El Presidente del Directorio de la Universidad, y miembro del Tribunal de Disciplina que sancionó a los jóvenes, es Claudio González Urbina, representante de la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (Fasic), ligada a la defensa de los derechos humanos. ¿Qué te pasó Claudio?
3. En misérrimos $ 172 mil pesos (314 dólares) quedó el salario mínimo, aprobado a la velocidad del rayo por el Congreso. Descontado el ahorro previsional obligatorio basado en el sistema de capitalización individual se deja el sueldo básico en $ 137 mil pesos (es decir, en 250 dólares, $ 4.500 pesos diarios / 8 dólares), en un país donde un solo pasaje del metro subterráneo para un viaje cuesta 1 dólar; el kilo de pan 2 dólares; un arriendo promedio bajo habitacional para una familia de 4 personas, 237 dólares; y la adición restringida de gas, electricidad y agua del mismo grupo familiar, 90 dólares mensuales.
Los gastos de alimentación, salud, educación, seguridad social, vestuario y recreación multiplican los requerimientos salariales explosivamente. Como en Chile no existen derechos sociales garantizados, el salario es la síntesis que determina la calidad de vida de los trabajadores y las grandes mayorías nacionales. Las cifras de los trabajadores que remuneran el sueldo mínimo en Chile son opacas: van desde un 15 % a un 30 %. Como si fuera poco, el ingreso mínimo mensual que reciben los asalariados jóvenes menores de 18 años y mayores de 65 años, es de $ 100 mil pesos líquidos mensuales (182 dólares / 6 dólares diarios).
El salario mínimo “aumentó” en términos nominales un 4,2 %. Sin embargo, el 2009 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cayó un 1,4 % a causa de la recesión económica. El informe de política monetaria del Banco Central de junio señaló que, en números anualizados, el IPC llegará a diciembre a un 3,8 %. Es decir, el incremento real del salario mínimo se redujo a 0,4 %. Y esos pocos pesos reajustados se devaluarán el próximo mes debido a la inflación. En una cantidad de familias no determinada por las instituciones estatales, el salario mínimo es, al mismo tiempo, el ingreso máximo de esa familia. Por otro lado, nuevamente las centrales sindicales callan, no convocan, colaboran.
4. Preocupados, y con razón, se encuentran los analistas del poder ante la crisis multidimensional del capitalismo que hoy daña estructuralmente el Estado de Bienestar en Europa y sus índices de crecimiento; y provoca una recesión a escala ya no sólo norteamericana (donde existe una tasa de desempleo histórica y una contracción económica vinculada dinámicamente, tanto al déficit fiscal multimillonario originado por el salvataje al capital financiero, como a los siderales gastos bélicos y la jibarización de la demanda y las importaciones de productos terminados y materias primas específicas).
Naturalmente, la mundialización financiarizada de la economía no podía dejar fuera a China, provocar su enfriamiento y ralentización de motores. Los cerebros de la empresa de servicios financieros LarraínVial, auguraron que “China, mermando su dinámica, la demanda por materias primas sería marcada, escenario que tendría efecto en la industria minera.” El gigante asiático es el principal comprador de cobre y asociados de la producción de cobre en Chile. Y Chile, cuyo lugar en el mundo está determinado por el modo primario de exportación extractivista esencialmente del metal rojo, sufriría –y ya sufre- una baja de demanda que podría desmoronar los precios del cobre y, por tanto, los ingresos estatales y la actividad de la economía chilena en su conjunto.
Asimismo, los productos de las grandes tiendas comerciales –retail- en un 70 % son de origen chino. Como el Banco Central de ese país anunció la flexibilización del yuan, lo más probable es que los productos importados por Chile aumenten de precio. Al respecto, el gerente de Estudios de la Cámara de Comercio de Santiago, George Lever, indicó que “Las agresivas reducciones de los precios observados en los últimos años están llegando a su fin, debido a que China enfrenta no sólo presiones cambiarias, sino también laborales, que están incrementando sus costos de producción.”
Irónicamente, las mercancías chinas podrían llegar a convertirse en un lujo en un Chile donde hasta hace pocos años, cualquier producto de origen oriental era mal mirado y catalogado de “vulgar”. Muchos chilenos, víctimas del arribismo triste que hace presa de un sector importante de la sociedad, cortaba con tijeras las etiquetas que decían Made in China. ¿Cómo se recompone aquello que se ha destruido completamente?
Por Andrés Figueroa Cornejo
Julio de 2010