Con una negativa rotunda respondieron las principales figuras de la oposición a la propuesta del presidente Gabriel Boric de firmar una declaración conjunta entre todos los partidos políticos condenando el golpe de Estado de 1973. Desde la derecha han acusado al mandatario de «encandilarse» durante su gira por Europa y señalaron que no firmarán una declaración «escrita con la mano izquierda».
La propuesta de Boric fue anunciada a través de una entrevista en la radio española Cadena Ser, la cual tuvo como tema central la conmemoración de los cincuenta años del golpe militar. Allí, el presidente apuntó la necesidad de que todas las fuerzas políticas acuerden que los problemas de la democracia «se tienen que resolver con más democracia y no con menos».
«Un golpe de Estado es inaceptable. Nada, ni las diferencias más agudas, justifica la violación de los derechos humanos de quien piensa distinto. Ni de nadie. Si logramos esos dos consensos en la sociedad chilena, me sentiría satisfecho. Vamos a invitar a todos los partidos de Chile a firmar una declaración en ese sentido», señaló el mandatario.
En Chile, sin embargo, las declaraciones de Boric cayeron como un balde de agua fría sobre la derecha, que descartó de plano sumarse a una declaración «escrita con la mano izquierda».
En esa línea comentó el jefe de la bancada de diputados RN, Frank Sauerbaum, quien señaló que el presidente «está acostumbrado a invitarnos desde el extranjero a hacer acuerdos y pactos, para quedar como un gran líder conciliador».
«Nosotros no estamos disponibles para firmar ningún acuerdo que se escriba con la mano izquierda, con una visión sesgada y coaptada por el Partido Comunista, una visión de pasado», criticó.
Una postura similar manifestó el diputado UDI Juan Manuel Fuenzalida, quien señaló que firmar una declaración conjunta condenando el golpe sería una idea «propia del encandilamiento que está teniendo en su gira» el presidente de la República.
«El diagnóstico del golpe de Estado no puede estar centrado desde el 11 de septiembre para adelante, sino que todos sabemos que hay causas, pero el Presidente solamente ve la perspectiva que le ha impuesto el Partido Comunista, que quiere contar una sola historia», señaló.
Desde el Partido Republicano también cerraron la puerta a la declaración conjunta: la senadora Carmen Gloria Aravena sostuvo que el llamado del presidente estaría «mal planteado», ya que «parte imponiendo lo que debiese decir esa declaración conjunta, cuando hay visiones encontradas respecto a esa compleja etapa del país».