Una tecnología nacional de modificación bioquímica permitirá crear cubiertas antitrombóticas para implantes médicos y portadores de fármacos a partir de madera reciclada, afirman científicos de la Universidad Federal de Siberia. Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Pharmaceutics.
En el sistema estándar de procesamiento de la madera, solo se extrae la celulosa para su posterior uso; el resto de los componentes de la madera se convierten en residuos de gran tonelaje no valorizados.
Sin embargo, la materia prima de la madera es multicomponente y contiene otros dos polímeros naturales: lignina y hemicelulosas. Estos últimos son polisacáridos y podrían convertirse en un componente prometedor para su uso posterior en la industria, según el servicio de prensa de la Universidad Federal de Siberia (SFU, por sus siglas en ruso).
Las hemicelulosas tienen propiedades adsorbentes, antioxidantes y son completamente biodegradables. Al mismo tiempo, su estructura es lo suficientemente flexible como para conferir a la sustancia diversas propiedades útiles, señaló la universidad.
«Hemos desarrollado una tecnología para modificar este polímero con grupos sulfato. Así adquiere las propiedades de un anticoagulante, una sustancia que previene la trombosis. Nuestros derivados pueden formar películas finas óptimas para recubrir portadores de fármacos e implantes», explicó Yuri Maliar, profesor asociado de química orgánica y analítica del Instituto de Metales No Ferrosos y Ciencia de Materiales de la SFU.
El especialista explicó que, en contacto prolongado con tejidos internos, los implantes médicos suponen un riesgo de trombosis. Un coágulo de sangre puede interferir en el flujo sanguíneo o incluso provocar la obstrucción de vasos sanguíneos. Por eso, los transportadores e integradores de fármacos se tratan con anticoagulantes. La heparina es el más popular, pero tiene efectos secundarios y suele provocar reacciones alérgicas.
Fuente Sputnik
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