Varias ciudades de España, hasta el total de 53, organizan manifestaciones este viernes en repudio a la masacre de Melilla, en la frontera con Marruecos, que tuvo lugar la semana pasada y habría provocado, como mínimo, la muerte de al menos 37 migrantes provenientes de zonas de guerra en la región subsahariana.
Los manifestantes se organizarán bajo el lema «Las vidas negras importan», en atención al trato diferenciado que reciben los migrantes del continente africano que intentan llegar a Europa, en comparación con el que reciben otros migrantes de piel blanca, como los ucranianos.
Uno de los comunicados que animan las protestas refieren que las políticas migratorias europeas en general y españolas en particular, «materializadas en la brutalidad policial y la militarización fronteriza, han provocado la muerte de migrantes y refugiados [cuyos] cuerpos están siendo enterrados en Nador [Maruecos] sin realizar autopsias esenciales para una posible investigación, sin identificar y sin informar a las familias».
Denuncian, asimismo que «Todo ello [se produjo], como resultado del trato cruel e inhumano y la omisión del deber de socorro» por parte de las autoridades españolas y marroquíes. En ese sentido, recuerdan que «en las últimas semanas se han intensificado las redadas, persecuciones y desplazamientos forzosos en Marruecos en autobuses, por parte de la Gendarmería contra las comunidades migrantes que se
ven obligadas a asentarse en los bosques cercanos a la ciudad de Nador. Esta creciente hostilidad ha influido inevitablemente en la naturaleza de este salto».
Las demostraciones tendrán como principales demandas: la investigación independiente que esclarezca las muertes ocurridas; la reparación de las víctimas (identificación, repatriación e información a las familias); la finalización de las devoluciones en caliente y derogación, por parte de los grupos parlamentarios, de los rechazos en frontera en la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana.
En ese sentido, reclaman también la protección, garantía y mecanismos de monitoreo de los Derechos Humanos en toda la frontera sur, respetando los acuerdos internacionales, especialmente el Estatuto de las Personas Refugiadas, y atender a la particular vulnerabilidad de las menores.
Una de las demandas principales es el establecimiento de vías legales y seguras, así como la derogación de la ley de extranjería.
Los organizadores recuerdan que los migrantes buscan llegar a Europa y a Occidente «en búsqueda de un futuro que les negamos en sus propios países» de origen, por lo cual se manifiestan en contra de los asesinatos a conveniencia del Gobierno español, en connivencia con el de Marruecos.
Fuente teleSUR
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