Una investigación titulada «Delfines de vistas y sonidos, ‘Tursiops truncatus’ depredando peces nativos de la Bahía de San Diego y en alta mar en el Océano Pacífico» realizó un curioso experimento: equipar cámaras en delfines entrenados por la Marina de los Estados Unidos, para comprobar su comportamiento en actos de caza y alimentación.
La investigación, llevada a cabo en Estados Unidos por miembros de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos en San Diego, arrojó unas imágenes extremadamente llamativas, ya que las cámaras que fueron enganchadas con arneses a los delfines han capturado las vivencias de estos animales en períodos de hasta 6 meses.
El comportamiento de los delfines nariz de botella o tursiops truncatus fue evaluado, tanto en aguas de la costa de California, en la Bahía de San Diego, como en un recinto con agua de mar.
Las fotos y videos fueron publicadas junto a un paper en el portal Plos One muestran como los delfines cazan, se comunican y nadan por el agua.
«La idea era no solo resaltar sus métodos de caza, sino sus métodos de comunicación a la hora de trabajar en grupo. Las imágenes, que se grabaron en su mayoría atando una cámara al costado de estos delfines, no dejan indiferente a nadie no solo por lo interesante de la investigación, sino por el ángulo de cámara», explica el texto.
“Impresionante técnica de los delfines para atrapar a sus presas”
Los investigadores se propusieron escuchar los sonidos de los delfines mientras persiguen, capturan y comen a sus presas, así como los movimientos de sus ojos, garganta y boca mientras cazaban.
De este manera, lograron grabar videos que catalogaron como “impresionantes persecuciones” y registraron evidencia de peculiar técnica que estas especies usan para atrapar a sus presas: la succión.
“Un delfín capturó 69 peces residentes, 64 demersales y 5 cerca de la superficie, mientras que el otro capturó 40, 36 demersales y 4 cerca de la superficie. Simultáneamente, se observaron otros dos delfines capturando 135 peces nativos vivos en una piscina de agua de mar”, relató el estudio, según consigno BioBio Chile.
.Asimismo, destacó que “los peces continuaban escapando y nadando incluso cuando entraban en la boca de los delfines, pero el delfín parecía succionar al pez”, dice el estudio.
Pero lo que sorprendió a los investigadores fue que un delfín consumió 8 serpientes marinas de vientre amarillo ( Hydrophis platurus), que son venenosas. Sin embargo, tras localizarlo y revisarlo se concluyó que no presentaba daños o secuelas por el veneno.
Otro de los videos muestra como un delfín persigue a un pez en profundidad y logra atraparlo con la fuerza de su mandíbula.
También los registros captaron la manera en la se comunican y los sonidos que emiten mientras se encuentran cazando. “Mientras los delfines cazaban, hacían ruidos casi constantemente a intervalos de 20 a 50 milisegundos”, explicaron los investigadores.
“Al acercarse a la presa, los intervalos de ruidos se acortan a un zumbido terminal y luego a un chillido. Al entrar en contacto con los peces, el zumbido y los chillidos eran casi constantes hasta que se tragaba el pez”, relataron.