Por Gregorio Mondaca, Movimiento del Socialismo Allendista
Por ahora los objetivos que nos planteamos ━usando los escenarios abiertos por el desborde del malestar de las mayorías y el reinicio de la rebelión popular, y cuya creciente confluencia obligó al acuerdo de la casta en noviembre de 2019 (para contener el momento constituyente/destituyente latente en el movimiento real de vida social)━ no fueron logrados.
Es evidente que hasta ahora, puede más el poder de quienes ven disminuidos sus privilegios adquiridos desde la dictadura e incrementados en los años de esta interminable transición de régimen dictatorial a régimen post dictatorial, pandemia incluida, ellos son la oligarquía y sus aliados los tránsfugas y miserables, la vieja y nueva casta de políticos del régimen neoliberal, de la que excluimos al sector mayoritario del partido comunista.
La voluntad mayoritaria manifestó el desapruebo a un proceso electoral lejano a su vida y necesidades sentidas en lo inmediato, aunque este rimara y fuese paritario.
En el desapruebo es determinante los errores del gobierno de la nueva casta, sin duda alguna: al negarle el quinto y sexto retiro a las y los dueños de los ahorros forzosos (las capas medias asalariadas o cuenta provistas que están a pocos años de una jubilación misérrima) en manos de los especuladores financieros; al dedicarse a hacer una pésima campaña (y en la práctica a no contribuir a hacer campaña) y no gobernar con alto impacto mediático.
Logran convertir el proceso de la convención en plebiscito sobre la gestión de gobierno de coalición progresista; votamos en defensa propia X Boric para que protegiera la convención y el apruebo, en suma, en menos de 6 meses su gobierno y su negativa al retiro del 10% de los ahorros forzosos, le dio la ventaja al rechazo para inducir a un electorado despolitizado, individualista, hundido en el malestar y la crisis post pandemia.
La nueva casta aspiro a perder o ganar por poco, y negociarlo todo, basados en el cantinfleo de las declamaciones y plataformas identitarias neoliberales, y ni siquiera lo disimularon, ellos ahora solo aspiran a una beca en Londres, Washington, Valencia o Tel Avid.
La cuestión central para el análisis de clase, desde lo táctico, es proponer y levantar más datos que adjetivos para dar un paso hacia adelante con seguridad y dos pasos hacia atrás con cautela.
Sugiero leer con detalle el artículo de CIPER en torno a la Operación Rechazo: «Los cuatro días clave que llevaron al Rechazo al tope de las encuestas y los cinco meses de campaña para mantener esa ventaja», así como también «120 residentes de 12 comunas populares de la Región Metropolitana explican por qué votaron Rechazo». ambos textos abarcan desde el manejo de la percepción de lo emocional, lo aspiracional (clave), lo estético (las formas), lo material (deseo) y lo político (la comunicación directa y las capacidades para la toma de decisiones).
La convención evidenció un mensaje fuera de su público objetivo, evidenció unilateralidad, generando desconfianza (inconsistencia entre el producto – oferta), el 60% de las poblaciones no compró el producto (lleno de adornos adjetivos identitarios), al 38% restante le hace sentido, pues está vinculado a redes sociales que le informan y movilizan políticamente con relación a sus demandas sentidas.
El 60% de las poblaciones no estuvo en sintonía ni de cotizar el mensaje. No le encuentra valor de uso, conforme a sus intereses y percepción. En particular, si se está viviendo en el individualismo, la desesperanza, el malestar.
Rápidamente es necesario que los sectores de avanzada logremos sintonizar las ideas de cambio con las necesidades sentidas de las masas en general, usar el desvanecimiento de las mentiras, y develar el lenguaje del odio y las violencias que hasta hoy es la esencia para comunicarse desde lo concreto, más aún si se está viviendo en el individualismo, la desesperanza aprendida, el malestar de la ansiedad y la depresión, conductas limítrofes y analfabetismo funcional.
Los únicos responsables de la falta de sintonía, somos los que creyéndonos más lúcidos todavía no sostenemos un proceso político pedagógico movilizador en el cual logremos contribuir a constituir para si a la mayoría social en pueblo. Hasta ahora somos nosotros los mediocres, hemos de comprender profundamente y a cabalidad, que “las masas son los verdaderos héroes, en tanto que nosotros somos a menudo pueriles y ridículos; sin comprender esto, no podremos adquirir ni los conocimientos más elementales”.
Hemos de estar, hacer y ser Pueblo que genere su propia organización, su proyecto político y sus capacidades de defensa de dicho proyecto, constituyéndose en pueblo soberano.
El cartel del congreso, la vieja y nueva casta hace un buen rato tomaron el control del proceso de la convención institucional, ellos tienen la iniciativa política para contener la reanimación del movimiento popular en el contexto de la actual etapa histórica de la lucha de clases, determinada por la crisis sistémico global, y condicionada por la correlación de fuerzas reales para los cambios, o la continuidad de las correlaciones de debilidades para la reproducción del patrón (lucro-abuso-impunidad) de acumulación neoliberal.
A ellos hay que responsabilizarles de la cocina que están armando para beneficio y goce de las 14 familias más enriquecidas de la oligarquía a costa de la vida de las mayorías.
El ganador de este combate mediático electoral es la operación Yunque en Chile (populismo identitario e integrista expresado en republicanos, UDI, Renovación Nacional y “partido de la gente”), en suma, el fascismo tiene espacio en desarrollo.
La movilización política reaccionaria se orientará a restaurar la estabilidad de la dominación, contexto en el cual la autodefensa y acción anti represiva tiene como base a cada militante en el trabajo de hormiga de la lucha irregular y prolongada que teje la unidad popular y amerindia en Chile y nuestra América, basando su quehacer en una profunda actitud ante la vida.
En cada comuna la militancia constituye una plataforma de unidad popular, en este empeño que confluye en el programa de acción que ha de Ser Pueblo, Hacer Pueblo y Estar en el Pueblo, para trancarle el paso a la muerte, instalando en tierra los frenos de la historia de la opresión, abriendo paso a la lucha por una vida digna para un nuevo Chile, con plena Humanidad, amor y buen humor.
El DESAFÍO es ¿Cómo hacer para entrar, transitar, vincularnos, enraizarnos y comunicarnos en la conciencia de la masa popular oprimida, y movilizarla cultural y políticamente desde lo simple a lo complejo, de la resistencia pasiva a la lucha ofensiva, constituyendo comunidad?
El proceso constituyente del nuevo Chile y destituyente del régimen de los 30 años de “transición” continúa, su camino irregular y prolongado de lucha y resistencia con una propuesta pertinente, sistemática y cualitativa que le haga sentido emancipador a las mayorías sociales, tiene como base para su programa de acción el borrador de nueva constitución.
En ese proceso, la articulación de movimientos sociales populares, potencialmente han establecido un nuevo piso orgánico y político desde el que continuaremos la lucha, dotados de un texto programático mínimo. Desde allí, volveremos a los frentes sectoriales y territoriales, a la base estudiantil, popular y sindical. Para continuar construyendo el movimiento popular (y la mayoría electoral) que aún no tenemos. Construyendo mayor unidad social y política desde abajo, la unidad de las fuerzas emancipadoras. Para continuar luchando, desde las urgencias cotidianas, con amor y buen humor.
Hacia una verdadera Asamblea Constituyente originaria, libre soberana y sin las cortapisas impuestas por el poder constituido, el partido del orden, defensor del régimen, que ahora pretende hacer un remedo de convención, a partir de sus propios intereses y definiciones.
Comprendamos que, para la oligarquía, lo táctico fue entregar el gobierno que «subsidia a las mayorías y sus problemas», y lo estratégico replegarse para enfrentar la crisis sistémico global y la situación revolucionaria en desarrollo, los neoliberales están oportunamente organizados en 5 sectores: Les gerentes y actrices de los miedos de incomunicación, los Kastos republicanos, los chatitos de Ossandón, las arañas de Rincón (PS/DC), y los pantalones largos de Boric.
Por tanto, no hay que caer en el reduccionismo, pesimismo, depresión, y ansiedades que obnubila la mirada y bloquean la voluntad para usar los machetes electorales a nuestro alcance, cuando y donde nos convenga.
Sin lugar a dudas, el desapruebo es una derrota electoral del movimiento popular en marcha desde octubre de 2019, la cual despeja la carretera a un acuerdo entre liberales. No es una derrota histórica como en 1973. El movimiento está en condiciones de recuperarse y continuar la movilización política por una asamblea constituyente y nueva constitución que no solo declare derechos democráticos colectivos e individuales, sino que además los garantice. Esto requiere un Estado con recursos, es decir propietario de las riquezas básicas (el cobre, el litio, el mar) y gestor de fuerzas productivas del país.
El mandato es claro: el Lucro, los abusos e impunidad han de terminar y debemos encontrar una dinámica, mecanismos y dispositivos para empujar los cambios que en Chile demandan las mayorías, es evidentemente que hemos de sumar pueblo y no ser sumados por la oligarquía, haciendo el trabajo de hormiga sin prisa, sin pausa, la lucha continúa.
Unidad-Lucha-Unidad; El Futuro Es Nuestro, Álzate Chile: Marrichiweu!!