Entre 1950 y el 2020 se estima en 330.000 las víctimas de abusos sexuales en Francia cuya responsabilidad cabe atribuir la Iglesia católica, ya fueran acciones cometidas por sacerdotes, otros clérigos o laicos que trabajaban para la institución o en sus escuelas, reveló un informe este martes.
La cifra de casi un tercio de millón de abusos fueron reveladas por el presidente de una comisión independiente (CIASE, por sus siglas en francés), Jean-Marc Sauvé, quien ha presentado un exhaustivo informe de 2.500 páginas, producto de varios años de trabajo.
Entre las víctimas, unas 216.000 lo habrían sido por la conducta directa de religiosos. El informe, que ha requerido el acceso a datos de tribunales eclesiásticos y ordinarios, así como a archivos policiales y testimonios de miles de víctimas.
El propio informe estima que los curas y otros clérigos abusadores habrían sido 2.900 y 3.200 a lo largo de 70 años y los niños varones entre los 10 y los 13 años han sido los que más han sufrido.
Eso es una particularidad de los abusos en la Iglesia, mientras que en el resto de la sociedad afecta a las niñas en una proporción mucho mayor, según especificó Sauvé.
La investigación llega a conclusiones demoledoras sobre un escándalo de escala mundial que sacude a la Iglesia católica desde hace decenios.
De acuerdo al presidente de la CIASE, la Iglesia no supo ver y no supo entender lo que acontecía, por ello insistió en que debe haber un reconocimiento de culpa y mecanismos para reparar el daño causado, incluyendo los económicos.
El presidente de la comisión denunció la negligencia de la Iglesia, su silencio y la cobertura institucional sistémica de los abusos.
Sauvé reconoció que, durante los trabajos, quedó estupefacto al comprobar la extraordinaria dificultad para nombrar las cosas. Ante actos gravísimos de los curas cometidos sobre menores, la Iglesia ha usado a menudo eufemismos y un lenguaje indirecto.
La comisión -integrada por 21 personas- fue creada en 2018 por la jerarquía de la Iglesia católica francesa y los institutos religiosos luego de que salieran a la luz escándalos de abusos.
Por su parte, el jefe de la Iglesia católica, el papa Francisco, dijo sentir dolor y que su pensamiento está con las víctimas, con gran dolor, por sus heridas y agradecimiento, por su valentía en la denuncia.
Cortesía de Telesur
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