Comunidades de la Patagonia evalúan los dos años del gobierno de Boric en materia ambiental: “Nos siguen teniendo como el patio trasero”

Representaciones de comunidades y organizaciones de la Patagonia comparten su mirada y experiencia de estos dos años de gobierno, donde prima la decepción y el escepticismo

Comunidades de la Patagonia evalúan los dos años del gobierno de Boric en materia ambiental: “Nos siguen teniendo como el patio trasero”

Autor: Seguel Alfredo

Desde Chiloé y Patagonia

La desazón hacia la política representativa en materia ambiental se fundamenta en la percepción de que el modelo vigente ha alcanzado sus límites: La degradación ambiental, la primacía de un crecimiento económico y la falta de medidas efectivas para frenar la explotación desmedida de la naturaleza, generan desconfianza en las instituciones políticas, según han señalado comunidades y organizaciones de la Patagonia a dos años del gobierno de Gabriel Boric.

La influencia de intereses corporativos como formas dominantes y continuas en la toma de decisiones políticas agrava la situación, minando la representatividad y la capacidad de respuesta de los gobiernos frente a las demandas ambientales que también involucran diversas aristas culturales, sociales y de economías locales.

Referentes de expresiones colectivas del sur de Chile evalúan estos dos años de gobierno y dan cuenta de las experiencias que han tenido en sus respectivos territorios. Tal es el caso de Juan Carlos Viveros, coordinador de la organización “Defendamos Chiloé”; Yohana Coñuecar Llancapani, proveniente de la Isla Llanchid, Comuna de Hualaihué en la Provincia de Palena e integrante de la Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar; y, Daniel Caniullán Huentel, dirigente, lonko de la comunidad Pu Wapi en el archipiélago de las Guaitecas y miembro del Comité Bentónico de la región de Aysén.

Los dos años del gobierno de Gabriel Boric

Las reuniones secretas de lobby entre ministros y sectores de la industria, como salmoneras, así como el reciente portazo de la Comisión Regional de Uso del Borde Costero de la Región de Aysén (CRUBC) con el alineamiento de los funcionarios y autoridades del ejecutivo en contra de dos solicitudes de Espacios Costeros Marinos de Pueblo Originarios (Ecmpo), solicitado por comunidades, han generado un mayor ambiente de descontento y desconfianza hacia el gobierno desde sectores defensores del borde costero.

Por su parte, desde el archipiélago de Chiloé, Juan Carlos Viveros comentó: “La Patagonia chilena, desde la región de los lagos , pasando por la de Aysén y hasta Magallanes, ha sido por años considerado que un lugar de esperanza para la biodiversidad del planeta entero. Lamentablemente ningún gobierno lo ha entendido, ni menos el actual (…) Vimos con algún grado de esperanza e ilusión la llegada de Gabriel Boric al gobierno. Quisimos creer que el imperio de la juventud y un discurso que tocó nuestros temas, podían indicar que al menos íbamos a tener mayores posibilidades de enmendar el perdido rumbo, que hemos tenido respecto a ir dejando el capitalismo salvaje  para hacer una transición prioritaria a lo sostenible”.

Continúa Viveros: “A 2 años de asumido el presidente y gobierno, debemos decir que no ha habido respuesta ni soluciones a los problemas que ya son históricos. Hemos sostenido reuniones presenciales , telemáticas , enviado cartas , comunicados y no hemos logrado prácticamente nada. Considerar la aprobación del proyecto eléctrico de Transelec , lleno de irregularidades ,  la falta de conocimiento y manejo en ley lafquenche, la aprobación de ley bentónica que permite barreteo de bosques de algas pardas , la ley de turberas que condena a nuestra gente a quedarse sin agua , al permitir continuar la explotación de pomponales, son solo lo reciente”.

El representante de Defendamos Chiloé, aseveró asimismo: “En lo histórico, un conflicto acuícola permanente en que no vemos nuevos rumbos. Al contrario , un actuar contradictorio de ministros con lobbystas que quebraron las últimas confianzas que quedaban, un subsecretario de pesca que compromete medidas y al cabo de 2 años nada de nada”.

La dirigente e integrante de la Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar, Yohana Coñuecar Llancapi, desde Hualaihué, señala: “En estos dos años, creo que quizás buscándole el lado positivo a toda la situación, que se haya aprobado y promulgado  la ley de Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas es un avance, cierto, pero a la vez también dentro de la discusión, ya todos supimos lo que pasó ahí con los poderes económicos que una vez más pusieron su opinión por sobre los derechos ambientales del país, prácticamente y mayormente acá en el sur,  entonces, en ese sentido, siento que el gobierno ha sido súper flexible, dándole toda la facilidad a la industrialización para que puedan asegurar precisamente que sus industrias y sus actividades económicas pasen por sobre el cuidado y protección del medio ambiente”.

También indicó Coñuecar: “Entonces, ahí uno debería ser equitativo en el sentido de que decir, que bueno que se creó esta ley, lo malo es que todavía las industrias están manipulando todas las leyes ambientales en este país y eso yo creo que no es bueno para para el futuro también del país en ese sentido”.

Desde Las Guaitecas en la Región de Aysén, el lonko y dirigente de Pu Wapi, Daniel Caniullán Huentel, señala: “Respecto a los dos años del Gobierno del presidente Boric en materia de medio ambiente, quiero mencionar que en este tiempo, si bien en su momento tuvo mucho apoyo de los pueblos originarios y de mucha gente que apuesta por el cuidado al medio ambiente, hoy, la verdad que solo se ha transformado en un discurso bonito para conquistar el voto y en términos prácticos seguimos en más de lo mismo no más”.

Agrega Caniullán: “Es bien poco lo que este gobierno ha garantizado, en especial para el cuidado de los territorios. Seguimos siendo presa del extractivismo. Seguimos más de los mismos como en otros gobiernos, saqueándose nuestros territorios, destruyendo los ecosistemas y cuando hay figuras de protección que apuntan al equilibrio de los ecosistemas, el gobierno los rechaza, porque ya este gobierno no está gobernando, sino que es el poder del dinero el que está dirigiendo su destino”, aseveró.

Mientras tanto, Juan Carlos Viveros agrega en su declaración las diversas gestiones que han hecho ante autoridades en estos dos años: “A la ministra Maisa Rojas le entregamos 2 veces en persona documentos describiendo la dramática situación del archipiélago en lo ambiental y pérdida de biodiversidad, sin respuesta alguna (…) Es lamentable y triste, jamás pensamos que a mitad de gobierno la decepción iba a ser tan grande”.

¿Qué se espera para el tiempo que se viene?

Yohana Coñuecar, en este segundo tiempo que se viene, se centró en los desafíos de la ley SBAP y su implementación, comentando: “Con respecto a la implementación de este servicio en los territorios, esperemos que no tenga que pasar otro gobierno para que esto pueda realizarse, es decir, es urgente hoy día que se implemente que se trabaje prontamente en el reglamento de la ley de Biodiversidad y Áreas Protegidas, y que este trabajo de reglamento también sea participativo y en lo posible, lo que todos queremos, que los poderes económicos nuevamente quieran regular y ellos ordenar como debiera ser el país en materia ambiental”.

También comparte la siguiente reflexión: “De todas maneras, siento que acá este gobierno verde que se había dicho en un comienzo, la verdad es que está dando luces de otros colores, no tan verde, porque precisamente en el tema de cuidado y protección del medio ambiente, lo que corresponde a los Pueblos Originarios, hoy día existen proyectos ambientales que van a afectar precisamente la vida de las comunidades indígenas y no solamente acá en el sur, sino que en buena parte también del país, y eso quiere decir que no hemos logrado entender finalmente que el desarrollo no puede estar, no puede ser siempre en desmedro de la naturaleza, que es lo único que nos está quedando hoy en los territorios, que lo estamos cuidando”.

En la línea complementaria, Daniel Caniullán comenta que: “Hay un abandono total sobre todo en los territorios de la Patagonia. Huaitecas, Islas Huichas, pueblitos tan apartados donde se producen millones y millones de dólares, pero que no se refleja ese desarrollo que muchos hablan. Los parlamentarios algunos hablando de Justicia y de desarrollo, cuando en Melinka no hay alcantarillado, el agua potable de pésima calidad, no hay plano regulador, la gente se muere esperando un título de dominio, por lo tanto seguimos siendo saqueados y abusados por el poder del dinero y claramente, los gobiernos, nos siguen teniendo como el patio trasero y zonas de sacrificio, para allá van destinados los territorios nuestros”.

Daniel Caniullán, en su reflexión final, comenta: “Lamentamos el actuar del Gobierno. Por nuestra parte esperamos seguir nosotros resistiendo, tratando de cuidar y poner el equilibrio al abuso que se le está dando al ecosistema en este caso Patagonia norte, en el tema marítimo.

Yohana Coñuecar, sobre la sensación que queda, comparte que: “Los diferentes pueblos del país no son escuchados cuando levantan su voz para decir que no queremos seguir con la industrialización forzada, porque a la larga esto va a tener consecuencias para las generaciones futuras y no vamos a hacer nosotros los que estamos hoy día quiénes les vamos a tener que responder, esperemos que así no sea, que tengamos que responderle a las nuevas generaciones  que siendo defensoras de la naturaleza, nos fuimos escuchados por el propio Estado”, indicó la dirigenta.

Finalmente, Juan Carlos Viveros en el tiempo que le queda al gobierno, señala: “Esperamos que en los 2 años que quedan, el presidente y gabinete se den cuenta y comiencen a cumplir sus promesas. Pasan los gobiernos, pasan los años y seguimos esperando (…) Gobierno no ejerce el poder ejecutivo y el parlamento legisla a medias, estamos en una encrucijada de la mayor peligrosidad para el planeta y nuestra propia especie humana“.

Patagonia marina de Chile: ¿canales y fiordos para la industria del salmón?

La campaña ciudadana “Áreas Protegidas Sin Salmoneras”, también se refirió a los dos años del gobierno de Gabriel Boric, señalando en su inicio: “ Abrimos hilo a 2 años de discursos y promesas que no llegaron”

A continuación, reproducimos los hilos señalados:

Los fiordos son valles profundos provocados por el deshielo glaciar y ocupados por aguas gélidas. Se encuentran en las altas latitudes de los dos hemisferios de la Tierra.

De norte a sur, los fiordos chilenos ocupan un tramo litoral de unos 1.500 kilómetros, mientras que su línea de costa suma más de 100.000 kilómetros, según la bióloga Vreni Häussermann.

Respecto a su interés científico, los fiordos tienen mayor capacidad para almacenar CO₂ que la que poseen los mares comunes. Este gas puede pasar millones de años atrapado en sus aguas en vez de ser liberado a la atmósfera.

En la Patagonia chilena, en una zona conocida como Ecorregión Marina Chiloense, se encuentra una extensa área de fiordos que albergan ecosistemas únicos en el mundo. Más allá en las ecorregiones marinas Kawesqar y magallanes, las maravillas continúan, en maritorios hogar de una gran variedad de mamíferos marinos, aves y corales.

En su lado Norte y sur, una Patagonia considerada lugar de esperanza para la biodiversidad del planeta.

Pero no todo son buenas noticias. Desde la instalación de la industria salmonera por ahí por la década de los 80 en el archipiélago de Chiloé, comenzó un proceso de entrega de estos valiosos ecosistemas marinos para la explotación del salmón, pez exótico, depredador e invasor, entrega que ha ido expandiéndose hacia las regiones de Aysén y Magallanes, donde han encontrado su consolidación y expansión, vulnerando de manera permanente la legislación vigente, además de graves impactos estructurales (permanentes de las operaciones de la actividad), lo que ha llevado a muchas de las organizaciones locales y comunidades indígenas ha auroconsiderarse la primera ZONA DE SACRIFICIO ACUICOLA DEL PAIS.

La llegada del presidente patagón magallánico Gabriel Boric abrió una puerta a un nuevo aire, conociendo las posiciones que el mismo había sostenido en su época de diputado, luego también como candidato presidencial y una vez ganada las elecciones en 2021, ya ejerciendo la labor de poder ejecutivo como presidente de Chile.

El 2016 el diputado Boric señalaba en su cuenta de Twitter que “no podemos permitir que las salmoneras destruyan la Patagonia” y la prensa informaba sobre la afectación de la industria a los pescadores artesanales. El año siguiente, 2017, presenta un proyecto de ley para congelar nuevas concesiones en Magallanes y por los primeros meses de 2018 medios acuícolas titulaban “diputado Boric: la salmonicultura no debe seguir expandiéndose en Magallanes.  En 2019, visitas a su distrito para abordar proyecto de ley que excluye la salmonicultura.

Posteriormente, en su programa como candidato, el actual presidente señalaba el fortalecimiento de la política de protección de la biodiversidad y ecosistemas, creación de un sistema integrado de observación del océano, creación de red nacional de áreas marinas protegidas, aumentar significativamente la extensión de áreas prioritarias para la conservación en mar, protección de corredores biológicos, énfasis a la acuicultura de pequeña escala y un sistema de cogestión con pueblos originarios del sistema de áreas naturales protegidas, (incluyendo las marinas).

Como no recordar la pregunta de paloma Ávila y Bárbara Tupper en CNN sobre Patagonia con salmoneras, a las que el candidato Boric señalaba claramente “sin salmoneras”.

Como pueden concluir, el diputado y candidato Boric sabia y sabe muy bien lo que sucede en mares del sur y los daños de la industria.

Todo esto presentaba claramente una oportunidad para quienes buscamos que el Estado corrija el grosero error de tener esa actividad industrial dentro de áreas protegidas.

La oportunidad se vio respaldada cuando a fines del primer año de gobierno un Boric ya electo, señala en su tierra natal que “industrias como las de la salmonicultura tiene que salir de las áreas protegidas”, a lo cual el nuevo subsecretario de pesca Julio Salas se sumaba fervientemente.

Hasta aquí la historia venia bonita. ¿Qué paso después? La industria, que está acostumbrada a ejercer poder sobre y con las elites políticas del país, a dominar bajo sus intereses y prioridades, comenzó a planificar y ejecutar su estrategia de respuestas a nivel de lobby con el poder ejecutivo y legislativo, como han hecho por casi 5 décadas.

Así fue como la ventana de oportunidad comenzó a cerrarse, primero a través de la campaña de desinformación y utilización de sus trabajadores en proceso y votaciones de Ley Sbap, luego con las recientes cenas de Maisa Rojas y Nicolas Grau con altos directivos salmoneros en departamento del lobista Zalaquett, (Grau declararía que compartieron visión del gobierno respecto a la industria ), un posterior acuerdo para salida de 9 concesiones de parques nacionales lleno de irregularidades y recientemente la escandalosa aprobación de personeros de gobierno en votación del Crubc de Aysén con argumentos sesgados y poca rigurosidad respecto a la aplicación de la ley lafquenche y sus ecmpo,  dejando abierta la puerta a una nueva expansión de concesiones, al liberar cientos de miles de hectáreas marinas posibles para áreas aptas para la acuicultura, álgido momento en que nuevamente los industriales amenazaron con protestas de gremios y trabajadores.

Así fue como al cumplirse 2 años de gobierno del presidente Boric, pasamos de una ventana de oportunidades al desmoronamiento- de posibilidades concretas de corregir vergonzosos errores de la industria a un gobierno entregado a los antojos de la misma.

Así es como desde la Patagonia marina profunda, comunidades, organizaciones locales, activistas, hombres y mujeres que amamos los canales y fiordos australes, constatamos que de todo lo hablado y prometido, no se ha concretado prácticamente nada.

El presidente inicia su “segundo tiempo “sin lograr sus más anheladas reformas, por lo cual hace unos días, dio instrucciones precisas a sus ministras y ministros: “los 2 años que quedan no son para hacer promesas, son para cumplirlas”.

Lo prometido es deuda, dicen por aquí, presidente Patagón, por lo que seguimos, pero seguimos esperando.

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