Con Juan Guaidó dejado de lado por sus propios correligionarios, la oposición venezolana vuelve a la búsqueda de candidatos que puedan competir en las elecciones nacionales previstas para 2024. En ese camino, el exgobernador del Estado de Miranda, Henrique Capriles, parece sacar ventaja, aunque otra vez con irregularidades.
Capriles es uno de los principales dirigentes del partido político Primero Justicia y ya intentó alcanzar la Presidencia de Venezuela en las elecciones de 2012 y 2013, perdiendo frente a Hugo Chávez y Nicolás Maduro, respectivamente.
Si bien el dirigente había descartado volver a intentarlo en los comicios de 2018, resolvió volver al ruedo de cara al proceso electoral que se cumplirá en 2024. Su intención es ser uno de los contendores en las elecciones primarias que la oposición venezolana convocó para el 22 de octubre de 2023.
Para poder ser uno de los candidatos a consideración en esa interna, Henrique Capriles debía vencer primero a sus competidores dentro de Primero Justicia. Por eso, el partido organizó el 25 de febrero una consulta no vinculante para conocer la postura de sus 24 comités políticos regionales y un comité «25» integrado por militantes en el exterior.
La consulta, que de acuerdo al propio partido era «no vinculante», resultó positiva para Capriles, que fue votado por 17 estados. Se impuso así sobre Juan Pablo Guanipa, apoyado en cinco estados, y Carlos Ocariz, que solo fue respaldado por un estado.
A pesar de que el resultado pareció indiscutiblemente en favor de Capriles, lo que vino después generó algunas dudas dentro del propio partido. Según consigna Venezuela News, dirigentes de Primero Justicia advirtieron que el partido violó su propio reglamento al proclamar a Capriles como candidato sin esperar los resultados de encuestas y estudios de opinión, uno de los «elementos objetivos» que el propio partido había definido como elemento determinante para la elección de candidato.
En efecto, la designación de Capriles como candidato por Primero Justicia se convirtió en un hecho el 1 de marzo durante una conferencia en la que la presidenta del PJ, María Beatriz Martínez, aseguró que «no existe un rincón de Venezuela, un caserío, un apartado donde no haya un afiche y una conexión emocional con Capriles».
Para dirigentes que hablaron con el medio venezolano, es posible que Capriles quisiera apurar su oficialización como candidato antes de conocer los resultados de consultas populares por temor a posibles resultados adversos.
Uno de los perdedores de la consulta a las bases, Guanipa, respaldó la designación de Capriles a través de un tuit en el que admitió que quedan pasos por seguir, al decir que «se cumplirán las formalidades» antes de hacer el anuncio.
La posibilidad de que Capriles apunte nuevamente a la Presidencia ya había sido manejada como una posibilidad por el dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, quien en su programa Con el mazo dando recordó que Capriles fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por un período de 15 años producto de irregularidades en el uso de partidas presupuestales mientras era gobernador de Miranda.
Cabello recordó que levantar la inhabilitación no es un resorte del Ejecutivo de Nicolás Maduro sino de la Contraloría General de Venezuela, un ente autónomo que vela por la correcta administración de los recursos públicos.
El dirigente chavista recordó que Capriles «está inhabilitado por corrupto, por ladrón, por parte de la Contraloría de la República» y dijo que si quiere levantar su inhabilitación «que acuda ante la Contraloría porque el chavismo no tiene que ver con esa decisión».
Fuente Sputnik
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