Con palos, cables y tubos talibanes castigaron a dos periodistas en Kabul

El ministro de Interior anunció que las protestas deberán tener un permiso previo del ministerio de Justicia.

Con palos, cables y tubos talibanes castigaron a dos periodistas en Kabul

Autor: Félix Eduardo Gutiérrez

Dos periodistas de uno de los principales diarios afganos, denunciaron haber sido detenidos y brutalmente golpeados por combatientes talibanes mientras cubrían una protesta en Kabul.

Los reporteros del diario Etilaat Roz denunciaron haber sido detenidos mientras cubrían una manifestación en Kabul y que en la comisaría les pegaron con palos, cables y tubos, reseñó Página 12.

Horas después el recientemente designado ministro de Interior, Sirajuddin Haggani, dio a conocer su primer decreto: las protestas deberán tener un permiso previo del ministerio de Justicia.

«Creí que me mataban»

Dos reporteros del diario Etilaat Roz (“El día de la Información), fueron detenidos y brutalmente agredidos por los insurgentes. El fotógrafo Taqi Daryabi, de 22 años, y el camarógrafo Nematullah Naqdi, de 28 años, cubrían una manifestación de mujeres frente a una comisaría ubicada en la zona oeste de la capital afgana, cuando fueron detenidos por los combatientes que patrullan Kabul desde la toma de la capital el pasado 15 de agosto. «Me dijeron que estaba totalmente prohibido filmar. Detenían a todos los que grababan, tomaban los teléfonos», dijo Nematullah que realizaba la cobertura de una manifestación en la que participaron decenas de mujeres para defender su derecho a estudiar y trabajar en el país centroasiático. Los insurgentes intentaron arrebatar la cámara a Nematullah, que en ese momento logró escapar y entregarle su equipo de trabajo a uno de los manifestantes. Sin embargo, poco después los combatientes lo atraparon y llevaron a una comisaría.

Así quedaron dos periodistas afganos tras ser detenidos y golpeados por los  talibanes - LA NACION
Heridas en todo el cuerpo presentan los periodistas agredidos. Foto: WEB.

Una vez en la estación policial, Nematullah fue llevado a una pieza vacía donde comenzó la brutal golpiza. «Me ataron las manos a la espalda, me tiraron en el suelo y me golpearon con palos, cables y tubos. Con todo lo que podían encontrar», contó. «Gritaba, no paraba de decir que era periodista, pero no les importaba. Les daba igual. Me dieron patadas en la cabeza, me destrozaron la espalda… Duró unos 10 o 15 minutos. Creí que me mataban», recuerda.

El camarógrafo luego fue llevado a una celda donde también estaban detenidas unas 15 personas, entre ellas, su compañero Taqi, a quien encontró con la cabeza ensangrentada y en estado de shock. «Estábamos tirados en el suelo, me dolía tanto todo que no podía moverme», afirmó Taqi. Cuatro horas más tarde los talibanes les devolvieron sus celulares y los liberaron entre insultos. Según consigna la señal Al Jazeera, otros dos periodistas del matutino Etilaat Roz , Aber Shaygan y Luftali Sultani, y el editor del diario, Kadhim Karimi, fueron a la comisaría para conocer el paradero de sus dos reporteros, pero al llegar fueron agredidos por los insurgentes, que también confiscaron sus pertenencias, incluyendo sus celulares.

“Karimi apenas pudo terminar una oración cuando uno de los talibanes le dio una cachetada y le dijo que se perdiera”, afirmó Shaygan que también contó que en cuanto se presentaron como periodistas los talibanes comenzaron a tratarlos con desprecio. Los tres hombres fueron llevados a la celda  donde escucharon los gritos y el llanto de sus dos colegas que habían sido detenidos en la manifestación y que en ese momento estaban en habitaciones separadas, relató el periodista de Etilaat Roz.

«Los golpearon tanto que no podían caminar. Los golpearon con armas, los patearon, los azotaron con cables, los abofetearon», dijo Shaygan a Al Jazeera. El reportero aseguró que no sólo detuvieron a periodistas, también vio como los guardias talibanes llevaron a uno de los manifestantes que había sido fuertemente agredido. “Apenas podia caminar, otro de los detenidos tuvo que ayudarlo a levantarse”, agregó.  El director del diario Etilaat Roz, Zaki Daryabi, pidió a todos los medios que se unan para denunciar las violencias cometidas contra los trabajadores de prensa. «El discurso oficial no tiene nada que ver con la realidad que vemos en las calles», afirmó. 

Horas después, los periodistas fueron liberados con una advertencia de los combatientes. “Lo que estos manifestantes estaban haciendo es ilegal y por haber realizado una cobertura de este tipo de cosas ustedes también rompieron la ley. Esta vez los dejamos ir, pero la próxima no saldrán tan fácilmente”, relató Shaygan a la televisión qatarí. Un periodista afgano que habló bajo condición de anonimato con el diario británico The Guardian, aseguró que existe una gran diferencia entre los talibanes en los medios y los talibanes en la calle. «Los talibanes que están sobre el terreno golpearon a periodistas en Kabul y en otros lugares (…) creo que terminaron las libertades del periodismo en Afganistán», aseguró al matutino.

Prohibición de la protesta

Más tarde, el gobierno talibán emitió un decreto mediante el cual las manifestaciones deberán ser aprobadas por el ministerio de Justicia al menos 24 horas antes de su realización. Además prohibieron las protestas «hasta nuevo aviso» y pidieron a los medios no realizar coberturas de las manifestaciones ni publicar nada al respecto.

En tanto el director del Comité para la Protección de Periodistas en Asia, Steven Butler lamentó que las promesas de los talibanes sobre el respeto a los medios independientes no fueron cumplidas. «Instamos a los talibanes a que cumplan esas promesas anteriores, a que dejen de golpear y detener a los reporteros que hacen su trabajo, y a que permitan a los medios de comunicación trabajar libremente sin temor a represalias», reclamó Butler.

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