Un recóndito lugar en la cordillera del Himalaya, cerca del Tibet en el suroeste de China. Un lugar en el que las mujeres han decidido no casarse nunca pero sí tener hijos y padres responsables…Es la etnia de los Mosuo.
Los Mosuo son una cultura matriarcal de reciente divulgación gracias sobre todo al canadiense John Lombard, co-fundador de la Mosuo Cultural Development Association; una organización que pretende financiar diferentes proyectos para preservar esta etnia y su interesante cultura. Los ayudan con bienes tanto materiales como culturales pero siempre respetando las decisiones de los Mosuo.
La interesante cultura de la Etnia de los Mosuo
La Etnia Mosuo se compone por una minoría de habitantes que viven cerca del borde del Tibet con una cultura propia, diferente al resto del mundo y lo más importante de todo es que su modo de vida los hace realmente felices.
En la cultura de los Mosuo no existen los matrimonios; las mujeres deciden quedarse solteras toda la vida en casa de sus padres, eso sí con sus hijos. Ellas deciden cuando y con quien quieren mantener relaciones sexuales y de este modo su pareja con el consentimiento de ella aparece por las noches trepando por su ventana cuando todos están durmiendo para pasar la noche con ellas…de ese amor nacen sus hijos y a esta forma de unión se les conoce como “matrimonios andantes”. Nunca conviven juntos ni comparten una propiedad en común.
Te invitamos a que veas este interesante video sobre la Cultura Mosuo y su forma de entender las relaciones de pareja:
Mosuo: Matrimonio andante (Matriarcado) por raulespert
Pero… ¿Cómo sabe un hombre Mosuo que puede trepar por la ventana de una mujer?
El inicio de todo comienza en los bailes o eventos populares. Si a una mujer Mosuo le gusta un hombre le hará cosquillas con su dedo índice en la palma de la mano y éste le regalará su cinturón. Si a ella le interesa colgará el cinturón en la ventana para indicarle que está invitado a pasar la noche con ella. En otras ocasiones lo hablan directamente sin prejuicios.
Muy al contrario de lo que pueda pensarse, los Mosuo no son nada promiscuos: simplemente tienen la libertad para entender que no siempre la pareja es para toda la vida, aunque algunos de estos “matrimonios andantes” se mantienen durante muchos años o incluso décadas y mientras tienen una pareja no conciben el tener otra.
Los niños Mosuo
En cuanto a los niños viven con su madre en el hogar familiar en el que conviven padres, abuelos y nietos; eso sí los varones duermen en habitaciones comunes y las mujeres en habitaciones privadas para poder tener el control de las relaciones íntimas. Sólo en la habitación de la mujer se mantienen relaciones sexuales y de manera muy discreta, aunque si pueda existir el flirteo durante el día con gestos como el agarrarse de las manos.
Aunque no es algo frecuente, si el padre quiere encargarse también de la educación de los hijos se tiene que presentar en la casa familiar y obsequiar a la matriarca con regalos, si ésta los acepta formará parte de la familia como “miembro honorario” con derecho a visitar a su hijo y a permanecer allí cuando lo desee. En la cultura Mosuo, los varones se responsabilizan de los hijos de las hermanas, tías y sobrinas, ese es su papel que tienen que cumplir con gran responsabilidad.
Otro aspecto interesante de esta cultura es que a los niños se les educa desde pequeños en la idea de que no tengan la expectativa de encontrar una pareja ideal para toda la vida; es una forma de evitar grandes desengaños amorosos y emocionales futuros. De hecho, cuando una pareja Mosuo decide separarse no hay conflictos, no hay impactos emocionales en el niño, ni discusiones sobre el reparto de propiedades en común porque nunca las ha habido.
Pese a lo rara que nos puede parecer desde fuera, es una cultura que lleva funcionando así muchos años. Por otro lado, algunos de los que deciden emigrar a la ciudad en busca de trabajo conforman matrimonios convencionales al modo occidental. Y es que la cultura Mosuo sólo funciona allí, en el recóndito lugar en la cordillera del Himalaya…