La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, señaló a EE.UU. y al senador republicano por Texas, Ted Cruz, de estar detrás de la persecución que se ejerce en su contra a través del aparato judicial y los tribunales argentinos.
La alta funcionaria hizo referencia a varias publicaciones de medios como Clarín e Infobae, en los que se recogen las declaraciones del congresista republicano, quien solicitó que Fernández fuese acusada por corrupción.
«Tal cual lo dije: ¡Proscripción! Y para que nadie tenga dudas, del norte le llegan refuerzos al Partido Judicial (como el peronismo le llama a la alianza entre el macrismo y el Poder Judicial) y a Comodoro Py (tribunales en la Capital Federal). ¿En serio lo van a seguir negando? Dale», comentó Fernández, quien previamente ha denunciado que dentro del aparato jurídico de su país existe una «mafia» integrada por jueces y fiscales que operan con intereses políticos y económicos.
La vicepresidenta también retomó una publicación de Independent sobre cómo Cruz es el senador de EE. UU. que más dinero recibió de las empresas de petróleo y gas durante el 2018, un motivo que lo vincula más a su interés por Argentina, debido a que el país sudamericano tiene el yacimiento petrolero de Vaca Muerta, que ostenta la «segunda reserva de gas shale y (la) cuarta de petróleo shale a nivel mundial», aclaró.
«(El) yacimiento Vaca Muerta, que recuperamos junto a YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) en mi segundo mandato durante el año 2012. ¿Te das cuenta por qué nos dejaron afuera de la cancha? Se nota mucho», señaló la dos veces expresidenta de Argentina en referencia a su inhabilitación política.
«Por si todo esto fuera poco», añadió Fernández, cinco días antes de que la intentaran asesinar en Buenos Aires, el senador Cruz había pedido sanciones en su contra por las acusaciones del fiscal Diego Luciani. «Como verás, todo hace juego con todo«, expresó la vicepresidenta.
Fernández de Kirchner, que cuenta con inmunidad y por lo tanto no puede ser detenida hasta diciembre de 2023 cuando culmine su mandato, fue condenada en diciembre de 2022 a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, tras concluir un juicio que duró tres años y medio y que estuvo rodeado de escándalos y denuncias de parcialidad.
Desde entonces, la vicepresidenta ha denunciado el uso político de la justicia en su contra a través de una mafia que controlan sus rivales políticos, medios opositores, jueces y fiscales. «La condena real es la inhabilitación perpetua«, dijo Fernández cuando la declararon culpable, un fallo que ella misma advirtió sería de esa manera.
Fuente: RT.
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