«A pesar de que es difícil conocer exactamente el origen de esta celebración, y de quién es realmente san Valentín y porqué es el patrón de los enamorados, la historia se remonta a muchos siglos atrás, y está arropada por la bruma del misterio.
Algunos historiadores sitúan el origen de la fiesta de San Valentín en la antigua Roma, en la celebración de las lupercales, también llamadas lupercalia. Estas se celebraban ‘ante diem XV Kalendas Martias’, lo que equivalía al 15 de febrero. Supuestamente la palabra deriva de ‘lupus’ (lobo), un animal que representaba al dios Fauno, que tomó el sobrenombre de Luperco, y de ‘hircus’, por el macho cabrío, un animal impuro. Los acólitos se reunían en una cueva sagrada y, siguiendo la tradición, el sacerdote sacrificaba una cabra y, a continuación, los niños salían a la calle para azotar a las mujeres con la piel de los animales para incentivar su fertilidad.
Otra versión ubica al origen de San Valentín hasta el año 269 A.C. Según cuenta la historia, el emperador Claudio II había prohibido los matrimonios en todo Roma. Y es que, según este creía, sus soldados eran más fuertes y funcionaban mejor si se mantenían solteros.
Sin embargo, su decisión iba en contra de la fe cristiana y la creencia del amor. En ese momento se alzó la figura de Valentín, un hombre que, guiado por su cristianismo, se dedicó a cuestionar la decisión del emperador y decidió desafiar su prohibición.
En medio de la persecución contra los cristianos, el hombre decidió casar a las jóvenes parejas enamoradas en secreto, escondiéndose de soldados y mensajeros del emperador.
Sin embargo, no pasó mucho para que su secreto se difundiera a lo largo de Roma. Mientras más parejas buscaban casarse, más riesgo corría el hombre de ser descubierto. Y en efecto, los soldados se enteraron y la historia rápidamente llegó a oídos de Claudio II.
Por tal motivo, Valentín fue apresado y sentenciado a ser ejecutado por incumplir las normas del emperador. Un 14 de febrero, el hombre fue decapitado para recordar a los jóvenes soldados los riesgos que provocaba una traición.
Cientos de años después, el Papa Gelasio I decidió honrar su sacrifico y su compromiso por el amor y designó el 14 de febrero, día de su muerte, como el oficial para celebrarlo. Así, se canonizó al hombre y se comenzó a conmemorar la fecha como el Día de San Valentín.
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