¿Podrá este antiguo y profundo emblema librarse de su asociación con el mal?
A principios del siglo XX, la esvástica se usaba mucho en Europa. Tenía numerosos significados. El más común era un símbolo de buena suerte y augurios, pero su origen es milenario ancestral en culturas de Asia y América.
De acuerdo a información de la BBC, el símbolo ya había tenido apropiaciones pre nazis en espacios occidentales. Hace referencia que la Coca-Cola anunciaba su producto con una esvástica en EE.UU. donde también se jugaba con naipes estampados con ese símbolo. Posteriormente, “También fue adoptada por unidades militares de Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial y podía verse estampada en los aviones de la Real Fuerza Aérea hasta 1939. La mayoría de estos usos benignos del emblema llegaron a su fin en los años 30, con el ascenso de los nazis en Alemania”, señala la agencia internacional.
La apropiación NAZI de un símbolo sagrado
Como toda forma imperial, colonial, expansiva y racista, la ideología Nazi se apoderó de la esvástica.
A consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto, en Occidente es un símbolo fuertemente asociado al nazismo, al racismo y al antisemitismo. No obstante, en países como India, Nepal, Mongolia, China y Japón, la esvástica carece de esta connotación. Es frecuente ver esvásticas a la entrada de templos, en espacios de tránsito habitual y hasta en prendas de vestir, conservando su significado de símbolo espiritual.
En el museo por la memoria del holocausto, se señala sobre este símbolo: “Existía al menos 5.000 años antes de que Adolf Hitler diseñara la bandera nazi. La palabra “esvástica” proviene del sánscrito svastika, que significa “buena fortuna” o “bienestar”. El motivo (una cruz en forma de gancho) aparentemente se utilizó, quizás, para representar el desplazamiento del sol en el cielo. Hoy en diversas culturas sigue siendo un símbolo sagrado, como para el hinduismo, el budismo, el jainismo y el odinismo”.
La esvástica se convertiría en el icono más reconocible de la propaganda nazi, y aparecería en la bandera a la que Hitler hace referencia en Mein Kampf, así como también en pósteres para las elecciones, bandas para el brazo, medallones y distintivos para organizaciones militares y de otra naturaleza. La esvástica fue un símbolo poderoso usado para provocar orgullo entre los arios, pero también causó terror a los judíos y otros grupos considerados enemigos de la Alemania nazi.
La esvástica en las culturas ancestrales de Norteamérica
En febrero de 1940, en Arizona, algunos miembros de los pueblos indígenas o primeras naciones en Norteamérica como: Hopi, Pápago, Apache y Navajo, tuvieron que firmar un compromiso por el cual renunciaban al uso y reproducción de la “espiral solar” dado que este símbolo era muy similar a la “cruz gamada” o “esvástica nazi” que estaban empleando los miembros del NSDAP en Alemania.
“Por lo tanto, decidimos que desde el día de hoy y para siempre nuestras tribus renuncian al uso de este emblema conocido como Esvástica en la elaboración de las mantas, cestos, vestidos y objetos artísticos”. (Compromiso de las tribus, 1940)
En los años siguientes, entre 1940 -1960 los pueblos Paiute, Ojibwe, Chickasaw, Washo, Colville, Kree, Pequot, Nipmuc, lenape, Illiniwek, Modok, Abenaki, entre muchos otros, también dejaron de usar la «espiral solar» en sus representaciones culturales dado el estigma que tenía aquel símbolo para los europeos, americanos y canadienses.
El historiador Alison Bernstein señala que lo hicieron como medio de protesta por los abusos que los alemanes estaban cometiendo en Europa, pero el antropólogo John Fox dice que el gobierno de Washington les obligó a hacerlo bajo amenazas, a lo que los indios protestaron señalado que la “espiral solar ya existía mucho antes de que los nazis aparecieran en la historia”.
Referencia: .- American Indians and World War II, Alison Bernstein (1999)