«¡Lucha contra el verdadero enemigo!», dijo la hoy fallecida Sinead O’Connor cuando rompió la foto del Papa Juan Pablo II en un programa en vivo en 1992. La cantante irlandesa, explicó que no solo protestaba contra los abusos de niños por parte de sacerdotes, sino que también quería denunciar la falta de atención a los menores en Irlanda y otros problemas.
Este hecho ocurrió al final de su presentación en Saturday Night Live, lo que le valió la censura y el rechazo por parte de la cadena NBC, que transmitía el programa, y luego fue abucheada en un concierto de homenaje a Bob Dylan unas semanas después. Esta protesta marcó un punto de inflexión en su carrera, ya que, a pesar de haber alcanzado fama mundial con su éxito «Nothing compares 2 U», escrito por Prince, nunca volvió a tener otro éxito de esa magnitud y, años más tarde, lidió con problemas de adicción a las drogas.
En su libro de memorias titulado ‘Rememberings’, Sinead O’Connor revela que la protesta fue premeditada. Había tomado la foto del papa de la casa de su madre después del fallecimiento de esta en 1985 y la guardó con la intención de destruirla en el momento adecuado. La foto, tomada en 1979 durante la visita de Juan Pablo II a Irlanda, simbolizaba para ella la representación de mentiras, mentirosos y abuso, y sentía que quienes conservaban esa imagen eran similares a su madre, a quienes consideraba demonios.
La decisión de destruir la foto también se inspiró en las noticias que había leído sobre los abusos de sacerdotes a niños en Irlanda, así como en el hecho de que un conocido le había confesado que utilizaba a niños para actividades delictivas en Nueva York.
Aunque el gesto provocó controversia y algunas opiniones negativas, Sinéad O’Connor no se arrepientió de haberlo hecho. Se consideraba una cantante de protesta en lugar de una estrella del pop y cree que este acto no fue el que afectó su carrera, sino más bien el éxito masivo que tuvo con «Nothing compares 2 U». Al romper la foto del papa, sintió que regresó al camino correcto, enfocándose en expresar sus inquietudes y luchar por causas importantes en lugar de buscar la fama.
Siempre mantuvo firme su posición, sintiendo que su protesta fue una manera auténtica de sacar a la luz problemas que consideraba cruciales y que merecían atención.