El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha decidido no vacunarse contra el COVID-19. Así lo declaró en una entrevista a radio Joven Pan, donde explicó que considera la inmunización innecesaria porque en julio ya se contagió del virus y tiene los anticuerpos.
«En lo que referente a la vacuna, decidí no vacunarme (…) mi inmunización está por encima, la IGG [test serológico rápido, que mide la tasa de anticuerpos] está en 991. ¿Para qué voy a vacunarme? Sería lo mismo que jugar 10 reales a la lotería y ganar dos reales. No tiene sentido», justificó.
Sin embargo, los especialistas recomiendan que las personas se vacunen aunque ya se hayan infectado, porque la vacuna produce una inmunización más duradera que la del contagio natural de la enfermedad.
Hasta la fecha, el mandatario, de 66 años y que defiende los remedios sin eficacia científica comprobada contra el COVID-19, había dicho que sería el último brasileño en vacunarse, reseñó la cadena RT.
Bolsonaro ha sido uno de los líderes mundiales más criticados por su gestión de la pandemia y por una campaña de vacunación que se inició muy lentamente, a pesar de que este país es reconocido internacionalmente por su capacidad de inmunización a la población.
Desde hace meses, una Comisión de Investigación Parlamentaria analiza las posibles omisiones del Ejecutivo durante esta crisis y deberá mostrar sus conclusiones la semana próxima. Por el momento, ya se ha adelantado que el comité presentarán al menos 11 delitos para imputar a Bolsonaro.
«Van desde crímenes de responsabilidad hasta crímenes comunes, crímenes contra la salud pública y crímenes contra la humanidad», declaró la semana pasada en una entrevista a GloboNews el senador Renan Calheiros.
Con una población de unos 213 millones de habitantes, Brasil superó la semana pasada la barrera de los 600.000 muertos por COVID-19. En total, ya son 601.398 fallecidos y más de 21,5 millones de contagiados.
Fuente: RT.