Tras casi dos meses de audiencias el Tribunal Oral de Concepción declaró culpable a médica Paulina Carrasco, acusada por delitos de fraude al fisco y lavado de activos en perjuicio de Fonasa por $6 mil millones contra el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), perpetrados entre diciembre de 2019 y julio de 2020, mediante el otorgamiento de licencias y bonos falsos en Concepción, región del Biobío.
La Fiscalía aspira a que sea sancionada a 22 años de presidio, 12 años y 183 días por fraude y 10 años por el blanqueamiento del dinero.
«Se solicitó más de 12 años aproximadamente por el delito de fraude de subvenciones, 10 por el delito lavado de activos. Y además las penas decomiso respecto de todo aquellos bienes que fueron incautados en su oportunidad; de los cuales no se ha solicitado en audiencias previas su devolución a Fonasa. Mientras que todo lo demás se solicitó el comiso», explicó la fiscal Aguayo.
El tribunal agendó la lectura de condena para el próximo 31 de enero.
Los ilícitos tuvieron lugar entre los años 2019 y 2020, donde Paulina Pamela Carrasco Godoy, aún «mantenía convenio vigente con Fonasa como prestadora en la modalidad libre elección en su calidad de médico cirujano».
En diciembre de 2020 la Fiscalía del Biobío acusó a Carrasco de emitir 21.460 bonos por concepto de 1.631.529 prestaciones, las cuales nunca se realizaron y fueron aparentadas respecto de 66 beneficiarios por un total de $6.132.308.522.
Dos hermanos de la imputada, que participaron con ellas en el lavado de activos, ya fueron condenados en juicios abreviados en el mes de enero. Además, cabe señalar que más de $3 mil millones fueron recuperados en el marco de la investigación, dinero que ya fue reintegrado a Fonasa.
«Se logra la retención y la incautación de casi 4 mil millones de pesos en dinero, en distintos productos bancarios. También en especies como vehículos que la y los imputados habrían comprado con los dineros que provenian de este fraude y del delito de lavado de activos», indicó.
Agregando que, «se procedió por orden del Tribunal a la devolución de estos fondos a la institución defraudada que era Fonasa. Otro tanto de estos dinero y bienes ya fueron objeto de la pena decomiso a próposito de las condenas de los co-imputados. Además de los restantes bienes muebles como también los fondos bancarios que restaban en esta acusación se solicitó el comiso».
Asimismo, el órgano persecutor pide que se le impongan multas que alcanzan las 1.030 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), el comiso de ocho vehículos y distintos bienes adquiridos por la imputada con el dinero mal habido.
Cabe recordar que desde la formulación de cargos a fines del 2020, la Defensoría argumentó problemas psiquiátricos de la facultativa, presentando peritajes médicos con el objetivo de -al menos- rebajar la responsabilidad en los hechos imputados.
Al respecto la defensora Penal Pública de Concepción, Leslie Concha, indicó que, «durante la investigación hemos sostenido que la señora Carrasco Godoy; padece de una condición mental que impide que cualquier Tribunal condene su culpabilidad como si fuese una persona normal. Esto es lo que debatiremos en el juicio oral. Asimismo, estimamos desproporcionadas las penas pedidas por la Fiscalía, tomando en consideración que se trata de una mujer con una irreprochable conducta anterior y acusada por delitos económicos».
«El más millonario fraude contra Fonasa»
La investigación, según se expuso por la fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, fue catalogada como «el más millonario fraude contra Fonasa del que se tiene memoria».
La médica le transfirió casi $30 millones de pesos y una camioneta Nissan Vara, avaluada en más de $33 millones de pesos, además de envíos de dinero que superaban los $22 millones. A otro familiar, le transfirió $17 millones y una Nissan X-Trail, de $24 millones.
Adicionalmente, adquirió una casa en un condominio de Concepción, avaluada en 415 millones de pesos y diez vehículos a su nombre. Así como una parcela de 5 mil metros cuadrados en las Termas de Chillán, dos departamentos en Santiago Centro y otros inmuebles en Concepción.
Otra parte del dinero fue destinada a la compra de accesorios, joyas y relojes, además del pago por el alojamiento en el Hotel Ritz, ubicado en Santiago.
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